CAPÍTULO 2

10K 984 168
                                    

Cap. 2

En cuanto Robert se pudo retirar a descansar, después de comprobar que Sunshine estaba fuera de peligro,  fue entonces que empezó a desarrollar una idea en su cabeza; su padre le había dicho que Spencer Scott era un prestigioso abogado ¿Qué tal si...? No el no podría pagar los honorarios de la firma Scott & Finley.

Al día siguiente sin embargo, escuchó a su padre hablando con el distinguido asesor legal y la idea de pedirle ayuda para que lo divorciara de Linda, tomó fuerza; decidió que debía hacerle frente a eso; de todas maneras él tenía su capital, y si lograba ganarle el caso a su ex esposa, tendría acceso a todos sus bienes congelados.

Espero en el corredor a que Spencer saliera y en cuanto lo tuvo a la vista, lo abordó

- disculpe mi impertinencia señor Scott; pero me he enterado que es usted un abogado excelente y que además le une una buena amistad con mi padre – al toro por los cuernos

- y si es posible, con usted también doctor – respondió Spencer con amabilidad – toda la familia está en deuda con usted por haber salvado la vida de un importante miembro; no tenemos como pagarle; si hay algo que pueda hacer por usted...

- tomaré su palabra, pero no porque sea un oportunista, sino porque enfrento un problema serio en este momento, que requiere la intervención de un abogado de buena reputación, y a usted le precede la mejor

- ¡vaya! ¿tiene problemas? Tal vez le puedo recomendar a alguien de la barra de abogados de Nueva York; en estos momentos me dedico un poco más a casos que no me exijan abandonar Filadelfia

- entiendo señor Scott – Robert no se iba a dar por vencido, aunque no se sentía muy cómodo en ese momento – el problema lo tengo que tratar en Filadelfia

- si es así, cuente conmigo ¿de qué se trata? – Spencer mostró más interés

- se trata de... - Robert dudó viendo para los lados y luego respondió – se trata de mi divorcio

- ¡vaya! Es un asunto serio; lamento que esté pasando por esto doctor

- no se preocupe señor Scott, yo lamento más el haberme casado y el no haberme podido divorciar hasta este momento; hace más de un año que debí haber resuelto ese asunto. Pero este no es el mejor lugar para hablarlo; si usted acepta reunirse conmigo para enterarse de que va todo el asunto

- por supuesto; usted dígame la hora y el lugar; con gusto le ayudaré en lo que pueda y no solo yo, sino que puede contar con la firma en pleno

- se lo agradezco señor Scott ¿puede comer conmigo a medio día?

- si, si puedo; con todo gusto – después de acordar que saldrían juntos del hospital en el auto de Robert, se alejaron cada uno en diferente dirección

Un poco más tarde, Robert Andersen y Spencer Scott se encontraban en un restaurante; el doctor estaba poniendo al tanto al abogado, sobre los pormenores de su divorcio.

- debo saberlo todo; eso es clave para el resultado del caso

- me casé hace dos años, pero estoy separado de ella hace catorce meses; pasaron varios meses antes de que me decidiera a solicitar el divorcio. Tengo mi casa en Filadelfia a dónde me fui a vivir con mi esposa, luego de la boda – explicó Robert

- fue muy poco tiempo el que estuviste casado ¿quieres contarme cual fue el detonante, que propició la ruptura en tu matrimonio? – el semblante de Robert se endureció y por un momento guardó silencio, pero luego respondió

- como diría mi padre, diferencias irreconciliables – pero al ver a los ojos a Spencer, decidió que no habría problema si le contaba toda la verdad; a él le daba vergüenza porque afectaba su ego, pero que se le podía hacer – creo que fue por la cantidad de hombres con los que tuve que compartir a mi exesposa – Spencer lo vio con asombro

LE APOSTÉ TODO A TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora