04. problemas

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El fin de semana pasó demasiado rápido para el gusto de Jaemin, sus nervios se estaban yendo a pique cuando el lunes llegó y su mejor amigo le recordó la cita que tenían para esa tarde. Durante todo ese fin de semana había estado pensando lo que le diría a Hyuck, creando distintas situaciones en mente, pero en todas algo lo delataba; odiaba tener que decirle la verdad a medias cuando entre ellos no había ninguna clase de secretos, no había nada que no supieran del otro luego de tantos años de amistad.

Durante el día, Hyuck le miraba a los ojos en busca de alguna pista, como si él fuera un libro abierto muy fácil de leer, lo que en parte era cierto, pero desde que había comenzado esa «aventura» con Jeno, tuvo que aprender a controlar sus expresiones faciales para que su enamoramiento no fuera notorio.

Jaemin suspiró y trató de no voltear a ver hacia el área de profesores, donde sabía que estaba Jeno tomándose una taza de café con sus colegas.

— ¿Cuál es el plan de hoy? —inquirió Donghyuck durante el primer receso de clases—. Traje un cambio de ropa en la mochila, es más práctico que separarnos y luego ir a encontrarnos a un lugar, extraño a mi mejor amigo.

— Vamos a mi casa, comemos y de ahí nos vamos al centro comercial, hay un arcade nuevo ahí, pero antes podríamos pasar juntos por la cafetería Dream City, hace mucho no vamos —comentó con una pequeña sonrisa en los labios, realmente había pasado un tiempo desde que ellos salieron como dos adolescentes a pasar el rato por las calles—. También extraño a mi mejor amigo.

— Sabes que yo siempre te apoyaré, ¿cierto?

— Lo sé, siempre me has apoyado en todo —bajando la vista, Jaemin se sintió el peor amigo por no ser completamente sincero con Hyuck.

— Entonces no tengas miedo en decirme las cosas, aceptaré lo que me quieras decir y te apoyaré, pero si llega el momento para que seas completamente sincero conmigo, sabes que te voy a escuchar.

Jaemin alzó su rostro y sonrió ampliamente, sintiéndose afortunado de tener un amigo como Hyuck, sintiendo como se quitaba un poco de peso de sus hombros, porque estaban a unos meses de finalizar su último año y luego de eso no tendría que ocultarle al mundo que estaba enamorado de Jeno y que ellos estaban juntos, solo era cuestión de que dejaran pasar el tiempo y que este hiciera lo suyo; puede que fuera un iluso al pensar que lo suyo con su profesor de inglés sería duradero, pero la ilusión ya estaba plantada cuando Jeno y él hacían planes a futuro.

Tras esa conversación su humor decaído cambió completamente, se sentía de nuevo en la misma sintonía con Hyuck. Las clases transcurrieron de forma normal, incluso el profesor de física no les había mandado a hacer ejercicios interminables aquel día, dejando solo algunos puntos a estudiar para una próxima prueba; todo apuntaba que ese día sería genial, incluso cuando llegó la hora de la salida, todo iba como siempre hasta que Renjun le tomó del brazo y lo alejó de su grupo de amigos, metiéndolo a un aula vacía. Jaemin mantuvo la distancia con el chico y se abrazó a sí mismo como si tuviera miedo de romperse en cualquier momento.

— Supongo que no soy lo suficientemente mayor para que gustes de mí, ¿no?

— ¿D-De qué hablas Renjun? —balbuceó nervioso, sintiendo como el aire se volvía espeso y era difícil de respirar.

— No te hagas el que no sabes, Jaemin. Sé que eres la zorra del profesor Lee.

A su alrededor todo parecía borronearse como si fuera un boceto mal hecho en una hoja de papel arrugada, podía ver la determinación en los ojos de Renjun y su cruz ya alzada, su corazón no dejaba de latir con fuerza mientras su mente trabajaba, ideando un plan para salir de esa situación, pero no había nada que pudiera servir teniendo en cuenta que su relación era ilícita y que, quien la había descubierto, estaba obsesionado con él. Se sentía derrotado cuando mordió su labio inferior, no queriendo que Renjun le viera afectado, quería ser fuerte y afrontar las cosas con el mentón en alto, pero era imposible cuando todo comenzaba a verse cada vez más borroso y su respiración parecía no ser suficiente para inflar sus pulmones, aturdiéndolo hasta que todo se volvió negro.

Teach me more / NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora