Víctor :
Estaba en una reunión de trabajo con los inversores, juro que ya me estaba durmiendo de lo aburrido que era todo este asunto.
Que el índice de ventas no se qué, que las exportaciones no se cuánto, bah no era mi mejor día.
Cuando consideré que habian pasado mil años, tomé disimuladamente mi teléfono de arriba de la mesa para ver la hora. Como lo había puesto en silencio para que el sonido no interrumpa nada, no percibí que me había llegado un mensaje.
Éste era de un número que me era desconocido y decía "Quien quiera que seas, ayudame". Me sorprendió un poco la verdad, pero lo desestimé en un principio por creer que se trataba de una bromilla de mal gusto de los tontos que tenía por amigos... Aunque nunca se sabía... Así que con la excusa de retirarme al baño, por fin abandoné esa maldita reunión que me tenía la cabeza hecha una calesita.
Una vez allí, marqué el número que me había mandado el mensaje, pero para mi sorpresa salió el bien sabido "apagado o fuera del área de cobertura " . Refunfuñé, guardé el teléfono en el bolsillo de mi saco y salí del baño.
Avisé a mi secretaria que había recibido una llamada urgente y que debía retirarme antes de la reunión.Maravilloso. Maravilloso. Qué genial idea. No los soportaba más!.
En cuanto al mensaje misterioso, ya averigüaría quién había sido el de la broma.
Ahora, era tiempo de una sesión de masajes con la estupenda Casandra, estos inversores y su cháchara estúpida me habían tensionado el cuello por demás.
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Hasta Que Te Encuentre
RandomÉl de la noche a la mañana se encuentra con una misión. De ella hace años que no se sabe nada, han dejado de buscarla...