Me hallaba levitando entre esponjosas nubes que me aprisionaban en un placentero sueño, y aunque fuese mucha mi dicha abrí los parpados perezosamente. Desganada estiro el cuerpo sobre la inmensa cama tratando de despejar por completo el sueño.
-Maldición, ¿cuánto dormí?- gruñí - ¡¿Ginna?!- y al no hallar respuesta supuse que una vez mas se había ido; Obligue a mis pies arrastrarse hasta el pasillo, estaba tan entretenida fregandome la cara hasta que un sonido hueco detrás me hizo respingar.
-¿Qué fue?...- No había nada a lo largo del pasillo, todo estaba desolado hasta la puerta de la habitación de mi madre,le brinde un poco de atención, bajo la puerta se escapaba una pequeña cortina de luz, que fue interrumpa por una sombra al pasar. Di un brinco en mi lugar despejando cualquier residuo de sueño, espere un momento en silencio cuando la sombra volvió a cruzar...¿ Quién hay tras la puerta?
-¡Ginna! - grite con miedo crispado anhelando que quien estuviese ahí fuese ella - ¡Ginna! ¿Estas aquí? - pero no hubo respuesta, espere otro momento, no hubo más movimiento, pero aún así el miedo me hizo bajar a trote las escaleras y quedarme sentada en la sala por horas, escuchando el ruidoso tic tac del reloj hasta que por fin Ginna regreso.
-Aaaahpril... Ya lleguee - suspiré en silencio al oírla cruzar la puerta - oh estas aquí... ¿Qué haces? - Me observo confusa.
-... Solo te esperaba, hola.
-OK, ¿apenas te levantas? ¿Ya desayunaste? - negué para ambas cosas - ¿te te pasa? Estas más pálida de lo común - Me pregunta bajito.
Yo tome un suspiro antes de hablar - Yo... Nada, solo me aburro sola - y fingí una sonrisa.
-¿Segura?
-Sí, claro... Solo me pareció - desvíe la mirada y revolví los brazos en busca de una escusa pero nada salió - Pff.
-Lo siento Ahpril, debes sentirte muy sola aquí - se inclino frente a mi y me sonrió con lastima - por ello, te tengo una sorpresa.
-¿Sorpresa? - ella sacó de su bolso de mano una hoja y sonrió - ¿Qué es eso?
-Pues, iras a la escuela - lo dijo en un chillido de alegría mientras yo no entendía nada de lo que hablaba.
Íbamos en el coche de camino al pueblo mientras ella me contaba entusiasmada el tema de la escuela.
-Entonces... Es como otro internado, de seis horas, que te deja volver a casa.
-Algo así, además allí tendrás amigos.
-Amigos
-Y una mejor educación - yo resople aburrida, no me gustaba la idea - no te preocupes, te adaptaras; por cierto, mira - me hace entrega de una caja.
-¿Qué es esto? - ella sonríe.
-Un celular.
-... ¿Para qué?
-Pues, para estar comunicadas - respondió confusa, yo abrí la caja y observe aún más confusa.
-Ginna... ¿Dónde está el celular?
-Ahpril... Eso es el celular.
-¿Esto? - observé una delgada cosa de metal en mis manos - esto es es una tabla de vidrio, metal y plástico, los celulares son más pequeños... Y tienen teclas - Ginna soltó una carcajada provocando varios tumbos en la carretera -¡¿Qué?! - grite asustada pero ella seguía riendo sin control - ¡Oye! - le grite enfadada.
-¿Cuándo fue la última vez que viste un celular? - preguntó entre lágrimas mientras yo me ponía roja como un tomate.
En poco tiempo llegamos al pueblo; Ginna daba de un lugar a otro mientras yo en una banca observaba al "teléfono inteligente ultimo modelo" el cual no se dejaba dominar de mi.
-Aparato del demonio ¿cómo se supone que te encienda? - La tarde moría dándole vida al anochecer; las calles se volvían oscuras y frías mientras el viento arrastraba de una manera muy sutil la hojarasca y basura.
Un chasquido a lo lejos llamó mi atención por un momento, mas allá de mi las calles se iban quedando solas, confusa volví la vista al celular cuando una persona a mi lado me hizo gritar con su presencia repentina .
-¡¿Qué te pasa?! - grite asustada al no haberme dado cuenta que esta sentada tan cerca de mi y no la oí; Ella con su cabeza inclinada levanto un fino dedo señalando el suelo.
-Creo que se rompió tu celular
-Carajo - corrí como idiota por el aparatujo que se hallaba en el suelo y di gracias al cielo al verlo intacto ; Un tanto furiosa me di la vuelta - ¿Cuándo llegaste ahí? Casi me matas de un susto.
-¿Ahpril? - preguntó con una mirada profunda.
-Ahpril Jonas - la observe detenidamente, era la misma chica de la otra vez, la chica gótica.
-¿Hola?, otra vez - hable con ironía y una sonrisa fingida. Ella se me quedo viendo, segundos después me devolvió la sonrisa pero de una manera malévola, sentí como cada parte de mi se erizó y me atreví a susurrar - Eso es raro... ¿Cómo sabes mi nombre? - ella tomó su tiempo en responder.
-Este pueblo es conocido por los rumores - su mirada se desvió a un lugar mas allá de mi - y por los perros - bufó; yo seguí su mirar.
-¿P-perros?- al no escuchar respuesta me volví hacia ella pero ya no había nadie, ya no estaba en la banca, se fue y dejo ese nauseabundo olor - Ay Dios - me incline en busca de vomitar pero no salia nada de mi por mas arcadas que tuviera.
-¿Ahpril? - reconocí la voz de Ginna - Jesús ¿estas bien? estas muy pálida.
La verdad, solo la verdad, esto no se parece al internado aunque todo es extraño, quiero irme, estoy totalmente fuera de lugar, las chicas actúan de manera... Hormonal, los hombres, eran tan raros, nunca había visto tantos; Cuando llegué no sabia que hacer, me quede quieta como un cactus, la secretaria me tuvo que guiar, todos me observaban con el rostro arrugado (incluso los maestros), se reían y susurraban; Que estúpida, ni me pude presentar ante la clase.
-Agh, quiero llorar - y era cierto, los ojos se me humedecieron, la nariz me dolía y comencé a jorobar mi cuerpo.
-¿Hola? - alce la mirada a velocidad de la luz y me topé con unos ojos caoba - ¿puedo sentarme? -yo asentí - ¿Eres nueva? - volví a asentir - ¿Te gusta la escuela?- esta vez mi cabeza dijo no pero mis labios susurraron un:
-Sí - el se burlo en un susurro y yo me sonroje.
-Un gusto, Dominic - estreche su mano con miedo- y te había visto, en el parque,con...esa.
-¿Esa?
-Sí, esa mujer, ella y otro grupo de chicas se pasean por el pueblo, son, como los que venden la droga, se acercan, te hablan, te envician, y desapareces junto a ellas.
-¿Q-qué?
-Muchos les tienen desconfianza - sonrió de repente - las llaman el clan de las no deseadas.
-Y... ¿Por qué no las denuncian?- Él me miro severo.
-Niña, estamos a mitad del bosque, somos un pequeño pueblo indefenso, ¿Qué crees que harán?
-...
-Te recomiendo que no te acerques a ellas - dijo por ultimo antes de marcharse.
-Gracias... - susurré confusa, la conversación no tenia sentido.
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♦ENTRE TINIEBLAS
RandomCuando el destino esta escrito no hay nada que corrija la historia. Así lo demostró Ahpril, una inocente y pequeña humana a la cual le toca superar desgarradoras pruebas por estar decidida a dominar los demonios de una bestia envuelta en tinieblas y...