Efrén

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Se encontraba casi en la copa de un árbol observando con desinterés y frialdad al lugar en que vivía.

Era tan estúpido. - Pensaba él, mas sin embargo no tenia nada mas interesante para hacer que recostarse en la rama alta de un árbol de pino, comer manzanas y observar desde lejos como se divertían entrenando en la estúpida etnia.

Estaba medio recostado en la rama con las pierna estiradas y cruzadas a lo largo de esta, con un brazo le hacia apoyo a su cabeza en el tronco y con el otro hacia el mínimo esfuerzo de llevarse la manzana a la boca para masticarla lentamente; Como lo habitual, gustaba vestir entre tonos de gris,blanco y negro, el largo cabello revuelto por la llovizna cayéndole sobre los oídos alargados y puntiagudos y el pálido rostro. Sus ojos dorados, muy brillantes como el oro  con pequeñas motas verdes y una pupila tan delgada como una aguja, negra como si fuesen de un gato, harían creer que esta muy concentrado vigilando a la aldea pero la verdad es que siempre se perdía en sus vagos pensamientos... Los cuales fueron interrumpidos.

-¿Efrén? ¡Efrén!- Efrén giro su rostro hacia la raíz del árbol - ¿todo bien allí arriba?- Efrén asintió - ¿algo qué te plazca?

-Sí... Que te largues- Gruño, por lo contrario Mark hizo caso omiso y escalo el árbol hasta estar junto a él - Apestas 

- Jó ¿por qué gruñes? - alzo su brazo eh inhalo lo mas hondo como si se tratase de una exquisitez - Es la mejor fragancia que un perro de combate puede tener - Efrén por otro lado arrugo la nariz.

- Inmundo- dijo con el ceño fruncido, Mark soltó una carcajada para responder.

-  Tu inmundo- lo que causo otra expresión arrugada por parte de Efrén y mas carcajadas por Mark - venia para invitarte a...

-No quiero - respondió cortante..

-Efrén - este se voltea verlo fijamente - vamos.

-Ellos jamas me aceptaran como parte del grupo.

-No seas aniñado, tienes que tratar.

- ¿Tengo? No me trates como si fuese tu mascota.

- En parte, lo eres ,sin mi estarías muerto, despellejado oh quemado y no tan a gusto como lo estas ahora ... ¿recuerdas? pero vamos, no soy tu dueño, soy tu amigo - Efrén guardo silencio ante aquello, Mark puso la palma de su mano en el hombro de Efrén eh intento verlo a los ojos pero era imposible hasta para él, allí solo había oscuridad, odio y dolor.

Efrén no  podía negarle el tributo, Mark estaba en su razón, si no fuera por él hoy quizás estaría muerto, pero en el fondo sabia que la muerte estaría mejor.

Efrén se dejo caer de la rama y al segundo de tocar el suelo empezó a caminar. Mark, al verlo alejarse le preguntó -¿ A donde vas? 

-A pensar.

-¿Sabes? aveces es mejor olvidar - suspiró.

Él no respondió, solo continuó su camino por un sendero abajo entre arboles y ramas.

Olvidar, no podía olvidar, por mas que se insistiera el dolor seguía presente, el rechazo, el miedo, la ira, eran sentimientos que siempre estarían presentes. para él, la cura del dolor era la venganza, no el olvido, el olvido solo era acumular mas odio, y ese odio cesaría, en el momento que cayera sobre aquellos que  lo vieron caer, que lo vieron humillarse, y le dieron la espalda, su familia,hermanos,amigos,padres, su aldea, su amada ,todos caerían, allí habría paz, habría olvido. Aun recordaba su primera transformación, estaba desecho, solo en el frió bosque con todos los huesos rotos y la única allí que escucho sus lamentos fue la luna, noche tras noche, aun sentía el gruñir de los huesos haciendocen picadilla para después volver a su lugar y el chillar de la piel rasgandoce como goma, los impulsos sádicos y la sed en su garganta como si una vara a fuego vivo estuviese en ella, dejo de ser uno mas, por ser un primitivo y la  misma pregunta indagaba ¿por qué a él? si solo era un niño.



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