Parte 12 La Huida.

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Puede qué la oportunidad perfecta para escapar sea hoy, miro el reloj 10:20 am, ya debe estar por venir Raúl para llevarme a la habitación _Katerine, el Dr. Ivan me pidió qué te llevará a tú habitación_ habla Raúl mientras sé acerca a mí _Está bien_ contestó tranquila. Caminamos de regresó a la habitación, estoy nerviosa, las manos me sudan. Finalmente Raúl sé retira. Una vez estando ya en mí habitación, apoyo mí cabeza a la pared acolchonada, así qué... hoy no me dará terapia el Dr. cooper, tengo la posibilidad ahora mismo, no puedo desaprovechar la oportunidad ¿Qué hacer? Comienzo a dar vueltas en la habitación, cuándo escuchó _psss Katerine ¿Estas allí?_ es jill _si aquí estoy_ le digo mientras me asomó de puntillas a la ventanilla de la puerta _adivina..._ dice ella _ soy mala para las adivinanzas ¿Qué paso?_ respondo _les hice creer qué enferme, me llevaron a la enfermería y robé una ampolla con una jeringa_ dice con risitas. Abro mis ojos con asombro _¿Qué dice la ampolla?_ inquiero _ha-lo-pe-ri-dol_ lee jill, intento recordar las palabras de Iván cada vez qué manda a sedar _sí creó qué un sedante jill_ contestó _bueno lo usáremos con Raúl_ dice ella con tono triunfante.

No quiero hacerle daño a Raúl pero no hay opción, esperamos a la hora de almuerzo, hago mí fila cómo acostumbró, recibiendo la comida, caminó apresurada a sentarme, luego llega jill hace el mismo procedimiento, para sentarse junto a mí.

_Jill: tengo lo tuyo. 

_Katerine: ¿lo mío?

 _Jill: si, vas a sedarlo tú ¿No? 

_Katerine: ok, dámelo por debajo de la mesa, lo meteré en el pantalón. 

Ella me pasa la jeringa con la ampolla. 

_Katerine: entonces, esperare a las 4pm, ya que no tengo visitas Raúl siempre deja que valla al jardín. 

_Jill: listo, eso haremos.

Comemos tranquilas en el comedor, después de esto los cuidadores nos llevan a todos a las habitaciones para recibir la terapia con el psiquiatra. Es entonces cuándo pienso en él, en Iván ¿Porqué no quiso darme terapia hoy? Te afecta tanto ese tema... ¿El tema de los sentimientos? Lamentó no quedarme para saberlo pero ya está decidido me iré de aquí tan pronto cómo pueda, observó con nerviosismo el reloj, la habitación está tan silenciosa qué puedo escuchar el tic-tac, mis manos tiemblan, el cuerpo me suda, las manos y pies fríos, realmente estoy muy nerviosa. La calma sé rompe al sonido del manojo de llaves de Raúl, allí viene... sacó la ampolla, la abro, meto la aguja de la jeringa aspirando el contenido del medicamento, sacó el aire restante, corro hacía la puerta colocándome a un lado sin qué Raúl pueda verme _Hora de salir al jardín Katerine_ dice Raúl mientras abre la puerta. Apenas cruza el umbral de la puerta, caigo encima de el para inyectarlo pero éste es fuerte y no se deja, me toma con fuerza de las muñecas, tumbándome al suelo, intento zafarme de él _¡¿Qué te pasa Katerine, tranquila?!_ grita Raúl mientras forcejeamos, logró abrir espació entré mis piernas y golpeo su miembro con la rodilla fuertemente, hace un gesto de dolor agudo, perdiendo su fuerza, aprovechó de arrancarle el manojo de llaves, me incorporo y dispongo a correr pero Raúl me sujeta de mí tobillo cayendo nuevamente al suelo. Miro al frente, está la puerta de jill quien se asoma por la ventanilla _tírame la llave Katerine_ dice Jill agitada. Con gran impulso lanzó la llave, cae en el piso del corredor deslizándose hasta la puerta de enfrente, quedando en la ranura qué divide el piso de la puerta. Raúl escala por mí cuerpo sometiéndome por la espalda, descansando todo su peso en mí dejándome inmóvil _Cálmate Katerine por favor, no entiendo lo qué ocurre contigo hoy_ dice Raúl entre jadeos por el cansancio del forcejeo. De la nada sale jill sujetando a Raúl del cuello separándolo de mí _agarra la jeringa kat_ dice jill mientras asfixiaba a Raúl con su antebrazo presionándolo a su garganta _Ay no, no le hagas daño JIll_ pido con voz temblorosa _entonces corre sédalo_ dice forcejeando con Raúl. Corro de inmediato buscando en el suelo de la habitación la jeringa, hasta encontrarla , voy hacía Raúl antes qué jill lo mate, qué gran fuerza tiene esta chica, clavó de un toqué la aguja en el muslo de Raúl _Ya basta déjalo, ya lo sede_ ruego preocupada.

Prisionera de tu locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora