Estoy afuera del sanatorio, no puedo creerlo, me dirijo a la terminal de la ciudad, necesito encontrar un boleto a Londres, regresare a la casa de mi madre. La gente en la calle me mira, no estoy vestida adecuadamente, no quiero llamar la atención. Veo una señora, me da algo de pena pero _disculpe señora ¿Puede prestarme su abrigo? Le mandare dinero por el en cuanto pueda, deme la dirección y yo..._ la señora se asusta, me da el abrigo y sale nerviosa alejándose de mi _¡Oiga no la estaba robando!_ le digo con el abrigo en la mano, en fin... _¡Gracias!_ le grito desde lejos, lo uso de inmediato, camino hasta la estación de tren más cercana, imagino que tendré que ir a New York, de allí conseguiré un pasaje para Londres.
Allí estaba la señorita vendiendo boletos de tren, trago saliva, no tengo dinero ¿Qué puedo hacer? Quedo pensativa, bueno tengo que saber el costo de esos boletos, para tener una idea de cuánto debo reunir. Al llegar justo en frente de ella, observo un papel pegado a la pared "transatlántico Queen Mary en Virginia Beach" mi corazón salta de alegría con esa noticia ¡mi Jhon! _Señorita ¿Qué tren me llevaría a Virginia Beach?_ pregunto con afán a la encargada _Es ese de allá pero está saliendo ahora mismo_ dice ella, volteo a la dirección que me indica, comienza a moverse lentamente el tren iniciando el viaje, corro sin pensarlo hacia el tren, coloco un pie en la escalerilla, sale un hombre custodiando esa entrada _señor ayúdeme por favor_ le digo con tono suplicante, el hombre titubea unos segundo pero accede a darme la mano y ayudarme a subir _Si alguien pregunta no la vi subir_ dice retirándose rápidamente, sonrió, busco entrar al vagón, debería sentarme pero observo al encargado de pedir los boletos, estoy en problemas. Lo que temía paso, se acercó a mi _Su boleto señorita_ dice extendiendo su mano hacia mí, ¡Rayos¡ ¿Ahora qué? Le hago una mirada suplicante arqueando las cejas _Su boleto por favor_ me dice en tono serio, trato de decirle algo pero no sale de mi palabra mis mejillas arden de la vergüenza _¿Es este?_ dice el hombre agarrando mi mano rápidamente, dejándome un boleto ya sellado _si...es este_ se lo entrego de regreso, lo sella nuevamente _Feliz viaje_ dice alejándose de mi _Muchísimas gracias señor_ digo sonriendo con afecto muy agradecida.
Un freno violento del tren nos sacude a todos, las personas comienzan a mirar por las ventanas, abro paso entre las gente mirando hacia afuera, abro mis ojos en total asombro, veo un hombre de bata blanca subir al tren, no puede ser ¿Es Iván? Inmediatamente corro de vagón en vagón hasta el último, había mucho equipaje, observo por todos lados un lugar donde ocultarme, en el fondo hay un baúl grande, fácilmente puedo entrar allí, me dirijo hacia el con prisa, buscando la manera de abrirlo, está abierto por fortuna, miro el interior, muchas pieles de animales, las saco todas, ocultándolas detrás del baúl, entro en él, dejando una pequeña abertura para respirar y husmear.
El tren sigue sin moverse ¿Que estará pasando? La incertidumbre me desespera, entran varias personas al vagón puedo oir múltiples pasos _Y éste es el último vagón_ dice un hombre _Disculpe las molestias y gracias nuevamente por dejarme subir_ ¡Esa voz! Es el, Ivan. Quedó en silencio totalmente inmóvil, luego de una charla corta, se retiran, a los 10 min, comienza de nuevo el tren a moverse, me quedo allí durante una hora aproximadamente, el cuerpo me dolía, salí de allí toda entumecida, sobando mis músculos.
Caminó hacía los demás vagones, veo un asiento disponible cerca de la ventana, me siento en el, mirando el paisaje, espero qué sé halla acabado está pesadilla. Intento relajarme, de un momento a otro cierro los ojos quedando dormida, no se por cuando tiempo. Frunzo el ceño, despierto, abriendo los ojos lentamente _Hasta que por fin despiertas_ me quedo fría al reconocer esa voz, su voz, giro lentamente mi cabeza hacia la persona que esta sentada a mi lado, !Rayos¡ es él...
_Ivan: ¿Pensaste qué me dejarías atrás?
Aprieta mi antebrazo con fuerza.
_Katerine: ¿Como supiste?
_Ivan: eres tan predecible... ¿Quieres reconciliarte con tu novio el muerto?
_Katerine: ¿Que harás conmigo?
_Ivan: por desgracia, ahora tenemos que llegar a Virginia Beach y luego regresar nos.
_Katerine: ¿Un viaje juntos?
_Ivan: creo que no tendrás más remedio que aguantarme.
Observo su labio, esta ligeramente sangrando.
_Katerine: tu labio..
Se toca el labio haciendo un pequeño gesto de incomodidad.
_Ivan: si, fueron tus queridos amigos del Bar.
_Katerine: dejame ir Ivan... Por favor, sólo olvida qué un día te topaste conmigo.
_Ivan: calla y vuelve a dormir.
_Katerine: no tengo sueño
Me observa seriamente, luego sé quedá observando el caminó... Hago lo mismo, pensando. de nuevo en sus garras, ahora se vengara de mí, más torturas, más sala de electroshock ¿Qué pasara ahora? en el puesto de alante, viaja una señora de aspecto modesto se le cae una carta _¿Podría usted pasarme esa carta señor?_ dice con voz de anciana, Ivan se inclina recogiendo la carta para luego entregársela _Tenga usted_ responde Ivan en tono secó. La anciana continúa mirándonos haciendo un momento incómodo _Hay una flama viva y ardiente en esos ojos azules_ dice ella a Ivan _No comprendo lo que dice disculpe_ responde él _Ustedes están unidos por algo muy fuerte_ comenta de nuevo la anciana. Ivan frunce el ceño mostrando desagradó, hala de mi antebrazo cambiándonos de puesto, sonrió.
_Katerine: ¿No te gustan las ancianitas extrañas?
_Ivan: me persiguen los locos.
_Katerine: ¿No sera que se identifican contigo?
_Ivan: no te hagas la graciosa, aun no se me olvida porqué estamos aquí viajando en tren.
_Katerine: ¿Te vengaras?
_Ivan: sera en extremo doloroso, preparare.
Me quedo junto a el, disfrutaré del viaje, paso mi brazo junto al suyo, el me observa con seriedad, cierro mis ojos intentando descansar.
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Prisionera de tu locura
Paranormal¿Alguna vez te ha pasado algo extraño o sobrenatural y quieres contarlo pero nadie te creé?bueno esto es peor, no solo no me creen , también me llaman demente y como estoy loca según ellos, necesito estar en un sanatorio mental. Allí conocí a un ps...