dos

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jiwon prefirió quedarse en casa, excusándose con su amigo de qué no se sentía muy bien anémicamente. Junhoe por su lado luego de la charla con el mayor, salió de casa dando un portazo, echando a andar su auto hacía el hogar de un cercano.

- june, qué extraño es verte por estos lados.- dijo el castaño al otro lado de la puerta, con una sonrisa acogedora.

- necesito una charla.- se adelantó.

- ¿es que ahora me consideras un guía espiritual?.- río el más bajo.

- siempre lo has sido.- sonrió.

- entonces adelante.- se hizo a un lado para dejar entrar al más alto.- disculpa el desorden, minho vino ayer y armó un escándalo junto a unos amigos.- cerrando la puerta tras de sí, rasco su nuca, incómodo.

- está bien, no importa mucho.- junhoe se detuvo y observó al más bajo.- jinhwan yo...- no había terminado cuando ya se había echado a llorar.

- hey, muñeco. No llores, ven aquí.- lo abrazó mientras lo dirigía al sofá.

pasaron horas hablando, hasta que se hizo lo suficientemente tarde para junhoe, y a pesar de que jinhwan le ofreció quedarse decidió irse, puesto que con la ayuda de su confidente cayó en cuenta que estaba todo mal y él debía arreglar las cosas.

se despidieron con un fuerte abrazo y una agitación de manos.

al fin de cuentas, ninguno de ustedes dos quiere ser una mala persona.-  se dijo jinhwan.- pero te estás haciendo daño, cariño. Y no puedo permitir que lo hagas, por mucho que cueste no hacerlo.- pensando en junhoe, su ex amorío al cual aún ama, jinhwan se fue a la cama.

hug me // double b [IKON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora