Siempre contigo. | Newt y tú | Prueba de Fuego [CANCELADA].

Cap. 10

Narra _____.

Newt quedó en shock, o al menos, eso parecía.

- ¿Q-Qué? - Fue lo único que pudo modular.

Sentí una presión en el pecho, realmente no quería terminar con él, pero con todo esto no creo que la mejor idea sea seguir con una relación, más aún con las incomodidades que tengo.

- Newt, escúchame, y-yo no estoy bien en estos momentos, no me siento bien ni física ni emocionalmente, y-yo creo que no puedo hacerte feliz.

Pareció procesarlo un poco.

- Princesa, no me hagas esto, por favor - Susurró.

- Es por tu bien - Suspiré y aparté la mirada.

- ¿Por mí bien?

- Q-Quiero que tú seas feliz.

- ¿Y que hay de tí? ¿De la felicidad de ambos? ¿De nuestra relación?

No respondí.

Tomó mi mentón y me obligó a mirarlo a los ojos, lucía serio, pero aún así demasiado perfecto.

- Escúchame bien, _______, nosotros somos una pareja, un equipo, tu obligación no es hacerme feliz, la felicidad de ambos la construimos nosotros, y tú, por el simple hecho de permanecer a mi lado lo logras.

Sonreí de lado. Siempre lograba hacerme sonreír.

Acarició levemente mi cabello y besó mi mejilla.

- Eres lo que más me importa ahora, tú eres mi prioridad - Susurró - Te quiero.

- Y yo a tí.

Newt sonrió y me abrazó cortarmente, al separarnos, habló;

- Entonces ¿Seguiremos estando juntos? - Preguntó, con cierto tono de temor

Asentí sin nada más que decir.

Newt tomó mi mano ganándose mi mirada.

- Hermosa, estoy segurísimo de que hay una razón por la que estás así, y sea lo que sea que haya pasado créeme que siempre tendrás mi apoyo y superaremos esto juntos ¿Sí? Te creo, y si estás incómoda con algo solo dime.

- Gracias, Newtie.

- No quiero que te sientas obligada... ¿En verdad quieres estar conmigo?

- Newt, es lo que más quiero en este mundo - Sonreí.

Newt me dió una de esas sinceras sonrisas que iluminan mis días, besó mi frente y me tendió una mano.

- Están todos muy preocupados por tí, ¿Qué te parece si vamos?

Asentí.

Caminamos lentamente hasta el comedor, todos nos miraron, y en especial, Thomas.

- Y... ¿Cómo están las cosas entre ustedes dos? - Preguntó.