RECORDAR TU NOMBRE

Capítulo XIX

El frío neoyorquino la golpeó cuando salió del edificio en el que vivía. Ajustó su gorro de lana a la cabeza y buscó los guantes en la cartera. Sonrió porque a pesar del frío le intrigaba  aquel encuentro.

Caminó hasta el Starbucks y pidió dos capuccinos para llevar. Pagó y tomó uno en cada mano. Miró hacia donde venían los autos y cruzó cuando el peatón blanco se iluminó. Ingresó al Central Park por la 69 del lado Este y se adentró alejándose del bullicio de los autos. Pasó por la estatua de Alicia en el país de las maravillas y se sentó un momento en un banquito frente al lago que fue escenario de la carrera de Botes de Stuart Little y buscó su celular. Aun le quedaban diez minutos.

Sonrió y se acomodó la bufanda para taparse la nariz, tomó nuevamente los vasos en sus manos y retomó su caminata. Buscó una moneda en sus jeans y le dio a una jóven que cantaba ópera armonizando la escalinata del minton tiles de la Bethsada Fountain y cruzó tras ella para bordear el lago y llegar al Bow Bridge. Miró hacia el lago y cerró los ojos al sentir la brisa fría. 

-¿Venís siempre por acá? 

Aquella voz la obligó a abrir los ojos y mirar hacia un costado. Sonrió.

-A veces, me gusta mucho, pero lo prefiero en verano

-¿Sabías que  fue elegido como el puente más romántico del Central Park?

-No, no sabía... no creo mucho en esas encuestas igual -y él asintió- ¿Tomás café? -dijo extendiéndole el vaso extra.

-Gracias -lo tomó- hace frío hoy

-Sí, mucho -asintió- Feliz año -sonrió y extendió su vaso ofreciéndole un brindis.

-Feliz año... -sonrió y chocó sus vasos.

-Lali -se presentó y mordió su labio inferior.

-Un gusto, Lali, soy Peter -y estrecharon sus manos- ¿Vos crees en el amor a primera vista?

-No -se encogió de hombros- no creo que sea amor a primera vista, si puede ser atracción... ¿Vos?

-No, tampoco -ella asintió- También creo en la atracción a primera vista.

Ella miró al frente sonriendo. Él le sonrió a ella, y añadió:

-Con vos me pasa -y ella volvió a mirarlo y se encontró con sus ojos.

-A mi con vos

-¡Qué bueno! Porque, ¿Viste que hace frío? -ella asintió- bueno, se me ocurrió algo para calentarnos un poco, pero necesitaba tu aprobación.

Ella negó riendo y se giró quedando frente a él. Lo miró.

-¿Qué se te ocurrió, Peter?

-Cerra los ojos 

Ella lo miró unos segundos y cerró sus ojos dejándose ser. Él sonrió y se acercó lentamente a ella. Dejó su café sobre el puente y tomó su rostro entre sus manos. La miró a sus ojos cerrados y luego miró su boca. Acortó aquella distancia que los separaba y unió sus bocas. Ella se acercó aun más a él cuando lo atrajo desde la espalda con su mano libre y sonrió entre besos. Él se separó unos centímetros y vio cómo ella aun permanecía con sus ojos cerrados y su boca en forma de trompita. Le dio un corto beso y se acercó a su oído.

-¿Queres ser mi novia, Lali?

 {Una semana atrás} 

Salió de su oficina junto a Candela y fueron juntas hasta la casa de Eugenia. Al tocar el timbre reiteradas veces, Victorio apareció tras la puerta y las saludó afectuoso. La música se encontraba alta y el after office que se suponía tranquilo, se había convertido en un descontrol. Había amigos de la rubia por todos lados, muchos de los cuales ninguna reconoció. Agustín las saludó a lo lejos y se acercaron a él quien se encontraba en una ronda junto a otros tres.