Capítulo 5

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El alba sorprendió al solitario en la misma posición que había adoptado durante esa pesada noche, estaba entumido, sentado frente a una fogata extinta que desprendía las últimas señales de humo, irritando de por si sus llorosos ojos, vio aproximarse a una figura que cortaba con rápidos pasos, el fino remanente del velo matinal.

El joven reconoció en Lauren, a la persona que se acercaba a grandes pasos; su semblante era de apariencia ultraterrena, de una palidez mortuoria en la que se destacaban dos grandes círculos oscuros que bordeaban sus verdes ojos, señal inequívoca del estado de angustia que atravesaba en esos momentos. "¿Cómo está ella?" fue lo primero que dijo al llegar, pero el muchacho no le pudo responder, pues Altee salía de la cabaña en ese momento, atajando la respuesta del solitario.

- Lauren... cuanto tiempo- expresó Altee extasiada ante la visión de aquella mujer inalterada por el tiempo.

- ¿Cómo está Camila? - murmuró tajante la joven

- Con algo de fiebre... Aún es muy pronto para saber. Pero qué bueno que estés aquí, hace mucho que quiero hablar contigo, decirte tantas cosas...

- Como qué... Qué estas arrepentida, que lo sientes mucho o que fue tu culpa el que estemos así. Porque si es eso, prefiero que no me digas nada.

- Espera un poco, todo eso que me dices es verdad, así me siento, aunque no quieras escucharlo. No pido tu perdón, porque sé que no lo merezco, pero quiero que sepas que yo también expío mi culpa desde que ustedes fueron desterradas, y lo único que quiero es enmendar el daño que les causé.

- Y no sabes cuánto daño nos hiciste, hubiera sido preferible morir hace treinta años, que vivir como lo hemos hecho... - expresó Lauren en total reclamo- en la inconciencia la mitad del tiempo. Dime... ¿Qué fue lo que te hicimos, para vengarte de este modo?... ¿Por qué Altee?... ¿Por qué?

-No me atormentes más, Lauren... por favor, que con la culpa que siento me basta, por eso es que he estado buscando la forma de romper con el encantamiento.

- ¿Y crees tú, que yo no he buscado? ¡He recorrido incansablemente la tierra, buscando! Vi a infinidad de curanderos, sabios, hechiceros y charlatanes, pero ninguno sabía cómo acabar con esto. Con cada fracaso, mi resentimiento hacia los que nos condenaron crecía, pero tu traición... aún me quema, pues de cualquiera habría de esperarlo, pero de ti...

- Lo sé, es mi culpa, pero lo que voy a decirte creo que lavará un poco mi mancha. Dromm murió hace cinco inviernos, pero antes de hacerlo me mandó llamar; cuando llegué a verlo, agonizaba. Entre incoherencias y frases de arrepentimiento me confesó la forma de acabar con su hechizo. Sus palabras fueron éstas: "...Noche y Día en uno, juntas se disuelve ante el hombre, lo que mi mano fue obligada, frente a él en una, mujeres otra vez..." después murió, llevándose parte del secreto.

-Eso no quiere decir nada, sólo son palabras de un viejo moribundo, que probablemente alucinaba por la cercanía de la muerte- expresó la joven de manera indiferente.

-Es verdad Lauren, estudié las palabras de Dromm y son ciertas, lo juro.

- Y cómo he de confiar en ti, si ya nos traicionaste una vez

- Debes hacerlo, no ves que el arrepentimiento me consume.

- Pues no he de perder nada al oír el significado de tan ilógicas palabras

- Significan que habrá de suceder un evento único en la vida, el sol y la luna unidos en un sólo astro, la noche y el día en un mismo espacio, pero por muy corto tiempo, es la oscuridad en la luz. Lo he visto en una visión, la luz de este astro deberá bañarlas a las dos al mismo tiempo y la maldición terminará

- Pues no creo que sea tan fácil como lo dices - dijo Lauren cediendo un poco a la esperanza de creer.

-Si, no es fácil, pues tienen que ser vistas por el hombre que las condenó, pero el Jefe Concejal hace mucho tiempo que desapareció de la aldea y nadie sabe en dónde está. Él es la pieza faltante en este acertijo, Dromm sabía dónde estaba, pero no alcanzó a decirme.

-Entonces estamos condenadas por siempre...- murmuró derrotada la joven, borrándose en el momento la débil esperanza que había nacido en su mente.

La sensación de posibilidad se hacía amarga en la boca de la joven, mientras que la sanadora sentía, que quizá había fallado otra vez, lamentándose haber revelado la fórmula sin tener todos los ingredientes completos, logrando únicamente sumir en el desánimo a Lauren.

-Lauren, no pierdas las esperanzas, todavía hay tiempo...

- ¿Tiempo?... Y cuánto tiempo hay, hasta que suceda este evento tan maravilloso- respondió la joven con ironía

-Cuarenta días tenemos para buscar al Jefe Concejal

-Cuarenta días nada más... Y quién dice que ese infeliz no esté muerto o que se encuentre al otro lado del mundo. Prefiero darle muerte a Camila y después dármela a mí, antes de sentir de nuevo la decepción de una cura fallida.

-¡No digas eso!, no te rindas ahora que están tan cerca de estar juntas otra vez, hazlo por ella, que te ama tanto - suplicaba Altee ante las funestas palabras de la joven.

-...me permiten decir algo...- intervino tímidamente el solitario, que presenciaba en silencio la escena- ... no sé si esto les pueda ser de ayuda. Hace muchos veranos, creo más de veinte, que llegó a mi aldea el Anciano y desde entonces preside nuestro Concejo. Nadie supo de dónde venía o acerca de su pasado, pero fue acogido por la comunidad por su falsa rectitud. Él fue el que me desterró. Quizá este hombre sea la persona que ustedes llaman jefe concejal.

- Lo vez Lauren, esto es una señal, por el tiempo que menciona este joven ese anciano debe ser él, pues el Jefe Concejal desapareció más o menos en ese tiempo.

- ¿A qué distancia está tu aldea? - interrogó Lauren ansiosamente al solitario.

- A unos 28 días de distancia, mi señora.

- Eso es demasiado tiempo para perder, si no es él

- Lauren, porque no aceptas que el destino esta vez te está siendo favorable, por favor cree, y no desconfíes - la animaba Altee ante este giro inesperado a su favor.

-...Esta bien...- aceptó Lauren, pero terminó su frase de manera sombría - de cualquier manera, ya todo está perdido.

Errantes (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora