Sweet Love Of Mine.

estadía.

Tras el abuso cometido por Agatha hacia Brian, éste quedó con obvias lesiones leves y algunos moretones esparcidos sobre su cuerpo; el sabía perfectamente que si llegaba a su casa así, su padre lo golpearía ya que pensaría que otros jóvenes lo golpearon y que no se había sabido defender.

Roger al momento de tomar en sus cálidas extremidades a Bri, notó como éste cayó en brazos de Morfeo y como sus mejillas se ruborizaban. Taylor contempló el rostro del contrario durante unos segundos hasta que sintió como éste se movió lentamente acurrucándose en sus brazos provocando un leve susto en el rubio.

Narra Roger.

En el momento en el cual Bri cayó dormido entre mis brazos, tan sólo accedí a contemplar su rostro, era tan hermoso... quise... besarlo...

Pero recordé que eso era incorrecto, ¿y si yo no le gustaba del todo? ¿Y si no le gustaban mis besos? Ugh, de todos modos, aunque éstas cosas fuesen positivas, no quitaba el hecho de que sería muy descortés de mi parte.

Llamé a mi padre para que fuese a recogerme junto a Brian, suerte la mía, dijo que si. Pensé en una manera en la cual pasar desapercibido entre mis padres sin que me preguntasen quién era el "afortunado muchacho" que se ganó mi corazón, así que rápidamente me ingenié algo.

—Bri, Bri, despierta, mi padre vendrá a recogernos para ir a mi casa y poder sanarte...— mi voz se quebró cuando dije esto último, ya que el dolor que Brian sentía, se me hacía el peor haciendo que se traspasase a mi, soy un exagerado ¿verdad? Tan sólo lo amo muchísimo.

—R-Roger...—

Narra Brian.

Sentí aquella voz angelical a lo lejos, también pude sentir que dos brazos cálidos me envolvían, ¿sería ese Roger? Mi corazón se aceleró muchísimo al pensar con dificultad eso.

Recuerdo un par de cosas, Agatha me golpeó, Roger me sostuvo, o eso creo. Y que ahora probablemente esté haciendo el ridículo frente al chico que me gusta, ¿qué más puede empeorar? OH SI, ir a su casa con una cara de drogado probablemente.

Sentí como mi cuerpo fue recuperándose poco a poco y mis extremidades iban despertando delicadamente, creo que Roger me estaba acariciando en la mejilla, esto es el jodido paraíso. Abrí con cuidado mis ojos, y cuando los abrí del todo, busqué a Rog con la mirada. Hasta que vi aquella melena rubia, sedosa y brillante, acompañada de un hermoso joven el cual parecía haber sido esculpido por los mismos dioses del cual me había enamorado perdidamente.

Obviamente me espanté un poco, pero quise aprovechar y enrollé mis brazos debajo de sus axilas para formar un cálido abrazo del cual me terminó aceptando y acercando a su pecho haciendo que suspirase levemente.

—Roger... ¿qué hago aquí?— dije un tanto aturdido y mareado debido a la intensidad de los ataques de dolor que sentía en mis piernas.

—A-ah... B-Bri... despertaste... vamos a mi casa en este momento para poder curarte.— noté la quebradura en su voz al terminar de decir esto, ¿por qué? No lo sé.

—¿A tu casa?— pregunté un tanto "exaltado" no me gustaba ir con una cara de idiota a su casa, ¿ya lo dije?

15 minutos más tarde.

Sentí como el motor del auto paró y como Roger abrió la puerta dejándome en el suelo para luego subirme a una silla de ruedas, aquí me pregunto: ¿estoy en su casa? ¿Estoy en un hospital? Cualquiera de las dos son buenas si estoy a su lado.

Sabía que la madre de Rog se llamaba Winifred y su padre Michael, su hermana ni la más remota idea. Tapé mi rostro al entrar ya que obvio no era el mejor y vi como sus padres me observaban, hice una seña con mi mano en forma de saludo para indicarle a la madre de Roger que no estaba muerto como parecía.

—Roggie, ¿quién es éste pequeñín?— su voz fue tan dulce... mi madre nunca me había dicho cosas tan lindas... si, pequeñín para mi es lindo. O al menos mejor que 'pedazo de mierda fracasado'.

—Mamá... el es...— se alzó de puntillas y susurró algo a su madre que provocó una risita en ella, ahora estoy curioso por saber. Genial.

—¿Rog, el es el famoso Brian?— dijo su padre, noté un sonrojo en las mejillas de Roger y mis ojos captaron como este le daba unas palmaditas en la espalda a su papá asintiendo nervioso.

—El es padre, ahora ven Bri, subamos a mi habitación.— volvió a mis espaldas y me empujó hacia una rampa gigante que al parecer guiaba a su cuarto, ¿¡CÓMO DIABLOS TENÍA UNA JODIDA RAMPA EN SU CASA?! ¿¡LOS JODIDOS ARQUITECTOS VIVEN AHÍ?!

Llegamos a su cuarto el cual sorprendentemente tenía una puerta gigante de mármol, si ya era ficticia no importaba, seguía teniendo ese toque encantador que combinaba con la casa y su auténtica limpieza de la misma. Roger giró el pómulo con aspecto dorado el cual nos dió ingreso a su cuarto. SU CUARTO ERA UN JODIDO PARAÍSO, TODO ESE ESPACIO ERA MI CASA.

—Bri, mira, recuéstate aquí, yo traeré agua y botana.— de la mismísima pared desplegó una cama que estaba atada a la misma con cadenas, quedé totalmente asombrado, le hice caso y me subí con algo de dificultad, cuando notó que me costaba, me empujó lentamente y logramos subirme ah, que vergüenza.

Salió de la habitación cerrando la puerta al irse, todo su cuarto era precioso y estaba ordenado, tenía un escritorio de piedra lijada con un computador iMac, uno HP y un portátil, quÉ. Habían libros, lápices y un dibujo... ¿quién será? La maldita intriga no me deja tranquilizarme. Me di cuenta al igual que había un basurero muy lindo en la esquina, un ropero gigante, una cama tamaño king, un televisor grandísimo, unas cuantas cajas de iPhone tiradas cerca del escritorio, y... QUÉ. Había algo que me dejó fascinado, un libro de astronomía y un telescopio. Adoro los telescopios ya que me permiten ver mejor los astros brillantes que alza la noche, en el techo de su cuarto también habían estrellitas, planetas, una luna, y un sol. Maravilloso.

Roger volvió con un chocolate y unas cuantas cosas más acompañadas de unos jugos para comer, hasta que vi un botiquín en sus manos, ¿sería para curarme? ¿Me vería en bóxers si tengo que quitarme los pantalones? Tengo miedo.