Brian gritó fuertemente causando que la habitación retumbara, la imagen perfecta que había imaginado junto a Roger se iba desvaneciendo.
—¿¡QUÉ CARAJO!?
Pareciese que estaba viajando sin fin en una bella galaxia, las estrellas pasaban a la velocidad del sonido por sus ojos, tan sólo parecían líneas debido a su impacto, Brian tan sólo pensaba en qué mierda pasaba a su alrededor.
—Dios... no...—pensó.
Su cabeza dolía, eran tantas imágenes en una sola visión que incluso ardían levemente. Cubrió su cara con sus manos mientras volaba por aquel túnel desconocido, y cuando por fin abrió los ojos con cuidado, gritó, y la única figura que vió fue a Roger sentado a su lado en una banca, estaba todo normal al parecer.
—Brian, oye, ¿estás bien?— dijo el rubio.
—S-si...— suspiró.
—Oye, quiero decirte que con Agatha hablamos un par de cosas y...
—¿Y?
—¡Seremos novios! Ella es tan linda y única...
—Pero... R-Rog...— murmuró apenado, ¿en qué momento se habían arreglado o disculpado?
—Brian, tu antes me gustabas, pero ahora no, fuiste un juguete y de hecho, te me haces desagradable ahora, ¡ja! Quién lo diría.
Brian lo miró con su mirada totalmente apenada y con los ojos empapados en lágrimas, no sabía que decir, su corazón se estrujó causando un dolor increíble por todo su cuerpo. Quería morir, quería matarse, era demasiado dolor para ser solamente unas palabras. ¿Qué estaba pasando? Esto no puede ser real. Agatha era asquerosa, Roger la odiaba, ¡casi mata a Brian!
—Roger...
—Qué quieres.
Roger se paró de manera brusca y miró con desprecio al rizado, era algo sumamente raro ya que siempre; siempre la mirada del rubio estaba llena de amor, ternura y cariño. Más si era hacia Brian.
Gritó nuevamente cerrando con fuerzas sus ojos, cuando los abrió nuevamente, estaba cayendo del cielo, caía sin fin. Las nubes eran blancas y el cielo azul; un azul fuerte. Siguió cayendo mientras que daba vueltas en el aire, su cerebro estaba siendo maltratado por parte de su visión, no sabía que estaba pasando. Sus ojos ardían nuevamente, y en cuanto gritó por tercera vez, aterrizó en una camilla.
—Hola cielo.
—¿Madre?
Miró su brazo izquierdo el cual tenía suero, estaba en una pálida habitación, era tan triste que le causaba pena, en su muñeca derecha estaba una etiqueta la cual traía su nombre, no sabía que pasaba en lo absoluto, era todo tan raro.
—Hola, Bri.— dijo una voz masculina.
—¿Fred? ¿Qué pasa?
—Bueno, has estado en coma durante... dos años, pero no te preocupes, tus clases de Italiano siguen intactas.
Brian abrió notoriamente sus ojos, ¿por qué su madre le hablaba bien y tomaba su mano? ¿Estado en coma?
—Fred, ¿y Roger?
—¿Roger?
—¡Si! Ya sabes... va a la universidad con nosotros.
—Ah si, el doctor dijo que podías tener sueños con otras personas a veces.
—N-no... te equivocas... Roger es real, no es producto de mi imaginación...—sollozó.
—Cielo... no llores, aquel chico sonaba especial para ti bebito.— dijo su madre a la vez sujetando su mano.
Brian no lo podía creer, ¿en verdad había estado en coma? ¿Roger Meddows Taylor era parte de su imaginación?
Un vacío se apoderó de su corazón, en su campo de visión habían distantes luces blancas, por lo que suponía que era algo típico de despertar tras dos años durmiendo.
Un alto e increíblemente guapo doctor entró a la sala, era bastante alto, de cortos cabellos cafés, ojos tan azules como un océano, figura marcada y robustas piernas. Tal y como el que lo había atendido cuando estaba con Roger.
—¿Señor May?— cuestionó.
—Es mi pequeño, doctor.— dijo su madre.
—Usted debe pasar una semana acá y podrá irse.
—Bri, ya saldrás de acá.— celebró Freddie.
Aunque faltase una semana para irse, no podía terminar de entender qué era lo que sucedía, estaba sin aliento y esta vez no caía desde algún lugar mientras gritaba y agonizaba de dolor.
—Mi pequeño...— dijo la mayor mientras acariciaba el pelo del joven.
—Fred... gracias por venir.— dijo Brian.
—No hay de qué amigo, para eso estoy acá.
Los pequeños sollozos que soltaba Brian se convirtieron en llantos, no podía parar de llorar, por más que quisiera detenerse, sus ojos se lo impedían. Golpeó con ímpetu la mesa que a su lado yacía, sólo veía agua; el agua de sus lágrimas, el dolor de no tener al amor de su vida junto a él.
—¡HIJO!
Brian se estremecía en la camilla, gritaba mientras maldecía el hecho de aquel "coma" su corazón estaba hecho trizas al igual que sus esperanzas de volver a sentir el amor o el cariño de alguien. Gritó con la esperanza de volver al lado de su amado, de besar nuevamente sus labios y sentir el cálido tacto de sus manos sobre sus mejillas. ¿Era mucho pedir?
—Love of my life... you've hurt me, you've broken my heart, and now you leave me. Love of my life, can't you see? Bring it back, bring it back don't take it away from me because you don't know, what it means to me.
Freddie entonó maravillosamente la parte de lo que parecía ser una canción, sorpresivamente calmó a Brian mucho, tanto así que se acostó normalmente y se quedó oyéndolo.
—¿Te gusta?— preguntó Fred.
—M-me fascina...— dijo apenado Brian.
El rizado recordó al joven rubio, seguido de esto, cubrió su rostro y lloró, lloró como nunca antes, una presión increíble yacía en su pecho, el hecho de no tener a Roger apoyándolo le destrozaba, le quemaba, le lastimaba.
—No puede ser real... Roger es... real.
✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨
Me atrasé, pero fue porque mi señal estaba mala y en verdad lo lamento. Espero que les haya gustado este capítulo.♥️
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Sweet Love Of Mine.
FanficDos estudiantes de universidad llamados Brian Harold May y Roger Meddows Taylor están locamente enamorados entre sí, pero su timidez y su poca iniciativa harán que sea dificultoso al igual que una persona que quiere asesinar a uno de ellos sea respo...