10 semanas de embarazo
La ultima semana de clases ya había terminado, ninguno de los estudiantes del instituto se enteró del matrimonio de Bella y Edward, y no tenían motivo para darse cuenta, los ahora esposos seguían ignorándose y Alice, Jasper y Emmett, jamás comentaron nada, por lo que el plan seguía su marcha, los estudiantes de Forks se enterarían del matrimonio y del embarazo hasta después de las vacaciones. Bueno si es que Edward no cambiaba de opinión.
Aunque todo aparentaba seguir igual, Bella se sentía temerosa, una y otra vez la mirada asesina que Edward le había dedicado en día de la boda, pasaba por su mente, tenía miedo de llegar a la mansión Cullen, aunque sabía que sus ahora suegros, cuñada y los hermanos Hale, la apoyaban, la sola idea de que Edward ahora la odiaba la hacía estremecer y no estaba segura de si ese estremecimiento se debía al miedo o a otra cosa.
El día de mudarse había llegado, Bella con la ayuda de Alice, había empacado casi todas sus cosas, ya que Alice, sin que Bella se diera cuenta, llevó gran parte de su ropa a un asilo y un orfanato, ya que ella se había encargado de comprarle un nuevo guardarropa.
-Podemos regresar a casa- le dijo Emmett a Bella. Ambos llevaban quince minutos enfrente de la mansión Cullen, encerrados en el Jeep.
-No, sólo dame unos minutos- dijo Bella con la vista perdida y sus manos en el vientre. Ella se repetía una y otra vez la razón por la que estaba a punto de complicarse la vida, ya que para ella estar embarazada no era ninguna complicación la verdadera complicación era vivir con Edward.
-¿Dónde está Edward?- preguntó Esme a Jasper. Este solo se encogió de hombros.
-¿Crees que deberíamos ir por ellos?, ya pasó media hora- dijo Rose a su hermano.
-Hay que darles tiempo, esto no es nada fácil para ella, y tampoco para Edward- contestó Jasper y apartó a su hermana de la ventana
-¿Alguien me podría decir dónde está el inútil de mi hermano?- dijo Alice bajando las escaleras.
Jasper la miró y le sonrió como siempre que la veía, la duendecillo correspondió a la sonrisa y sus mejillas se pusieron coloradas, Rose notó eso y soltó una risita tonta que provocó que Alice la fulminara con la mirada de lo cual, Jasper no se dio cuenta.
-¿Y bien, alguien me va a decir?- insistió Alice, amenazando con la mirada a Rose para que dejara de reírse.
-No lo sabemos, no está en su habitación y ni siquiera desayunó- contestó Esme –Jasper ¿estás seguro que no sabes dónde está?- Jasper abrió la boca para contestar pero en eso sonó el timbre, Alice corrió a abrir.
Bella y Emmett entraron a la mansión cargados con algunas maletas de ella, cuando Emmett y Rose se vieron, ahora fue el turno de Alice de reírse entre dientes, Bella notó algo extraño en la expresión apenada de su hermano, pero estaba tan nerviosa que lo dejó pasar.
Carlisle y Esme le dieron a Bella una feliz bienvenida, Alice y Rose la llevaron hasta el tercer piso, donde estaba su habitación, mientras Emmett y Jasper bajaban del Jeep las demás cosas.
-Espero que te guste, mamá se encargó de la decoración y yo de tu armario- dijo Alice cuando llegaron al tercer piso, Bella sonrió ante lo hecho por Esme, pero frunció el ceño cuando supo quien se había encargado de su armario.
En el tercer piso había tres puertas blancas, una al final del pasillo y las otras dos una enfrente de la otra, Alice la llevó a la puerta de la izquierda. Era una habitación muy amplia y con un excelente gusto en la decoración, a Bella le sorprendió que Esme hubiera sabido exactamente el color y el tipo de decoración que a ella le gustaba, estaba maravillada, observaba todo con detalle y tenía una sonrisa, aunque algo débil, bastante sincera, pero esta sonrisa desapareció cuando vio el armario, este era más grande que su antigua habitación y no pudo reconocer ninguna prenda que había ahí.
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Obligados
RomanceEdward y Bella se ignoran en la escuela y prácticamente se detestan, sin embargo, un error cometido por una borrachera, cambia sus vidas... obligándolos a permanecer juntos...