Edward estaba sumamente, preocupado, no, estaba aterrado por lo que estuvo a punto de hacer, pero eso no era importante en ese momento, lo importante era calmar a Bella. Se apartó de las agresiones de Alice y se acercó a Bella, esta cuando lo vio tan cerca, aferró con más fuerza su vientre y con la otra mano la camisa de Jasper, la mirada que Bella le dedicó a Edward provocó que la sobriedad llegara de golpe.
Edward se tapó la boca con una mano y corrió hacia el baño del segundo piso, su intención era llegar hasta su habitación pero su estómago no se lo permitiría, vomitó con fiereza, era casi doloroso pero a él no le parecía suficiente castigo por lo que estuvo a punto de hacer, rogó interiormente que lo castigaran con más dureza, una resaca no era suficiente.
Debo decirle a Emmett, él me dará mi merecido, tal vez me quiebre una pierna... pero aun así no es suficiente... ¡Eres un idiota Edward Cullen! Pensó, mientras se lavaba la boca.
Tal vez Edward tuviera otro castigo, pero por el momento su estómago no lo dejaría en paz, otro ataque de vomitó lo obligó a permanecer abrazado del retrete, recordando una y otra vez la mirada aterrada de Bella y la posición en la que tenía su cuerpo cuando por un segundo, un mísero segundo pensó en agredirla, y después la mirada de miedo que le dedicó cuando intentó acercarse a ella.
Mientras Edward recuperaba la sobriedad, Bella seguía en brazos de Jasper, estaba tardando en tranquilizarse, en eso Emmett y Rose llegaron a la casa, preocupado el oso Swan corrió hacia su hermana y le tarareó la nana, no era que Jasper hiciera un mal trabajo, su voz era más melodiosa que la de Emmett, pero Bella ya estaba acostumbrada a la voz ronca y tosca de su hermano, sin embargo, los brazos de Jasper le eran un poco más cómodos que los de Emmett, por lo que no permitió que su hermano la apartara de él, poco a poco, se tranquilizó.
-¿Qué pasó?- preguntó un muy preocupado Emmett
-Lo que pasó es que Ed...- empezó Alice
-Nada, me asusté... solo eso... vi un ratón... y yo... me asusté- interrumpió Bella. Obviamente, Emmett no le creyó.
-¿Qué hizo Edward ahora?- dijo comenzando a molestarse, cuando su hermana le ocultaba cosas era porque las cosas eran más graves de lo que parecían.
-Nada, solo me asusté- insistió Bella
-Intenté pegarle- dijo Edward en lo alto de la escalera. Todos lo miraron con los ojos como plato. Edward terminó de bajar las escaleras y fue recibido por el puño furioso de Emmett.
-¡Noooo!- gritó Bella, Jasper la dejó delicadamente en el sillón y corrió a apartar a Emmett de Edward, quien estaba en el piso recibiendo los golpes sin intentar defenderse, Carlisle también intentaba terminar con la masacre, por que eso es lo que era, no se podía llamar pelea porque Edward no se estaba defendiendo, el recibía los golpes con gusto y aun así le parecían poco comparado con el terror que había provocado en Bella.
-¡BASTA!- gritó Bella levantándose para ayudar a apartar a su hermano, Esme y Alice se apresuraron a impedirlo, no era inteligente que una embarazada se arriesgara a recibir un empujón o un golpe accidental – ¡¡Emmett, ya déjalo, no me hizo nada!!
-Ella estaba aterrada- dijo Edward, incrementando la furia de Emmett, él quería dejar de sentirse un monstruo y los golpes de Emmett lo estaban logrando –tuvo que apartar su vientre de mi.
-¡Cállate Edward!- ordenó Bella –Emmett, por favor- dijo y se dejó caer de rodillas.
Edward no lo podía creer, Bella estaba rogando para que Emmett dejara de golpearlo, ahí se dio cuenta que ella no era lo que él creía, si lo hubiera sido, Bella estaría contenta con que su hermano golpeara al monstruo que estuvo a punto de pegarle, pero no, Bella suplicaba por él, y más que nunca deseó su perdón. Emmett se detuvo y fue con Bella para levantarla.
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Obligados
RomantikEdward y Bella se ignoran en la escuela y prácticamente se detestan, sin embargo, un error cometido por una borrachera, cambia sus vidas... obligándolos a permanecer juntos...