La felicidad en la que vivía la familia Cullen, Hale y el único Swan, no hay modo de describirla. Rennesmee ya estaba con ellos y no podían ser más felices.
Bella y Edward a duras penas se separaban de ella, ambos sentían que entre más estuvieran con ella más rápido obtendrían el amor de su hija, aunque este ya estaba presente en la niña, por esa razón en el momento en el que los vio en la playa quiso ir con ellos, reconoció la voz de Edward y en los ojos de Bella experimentó por primera vez el amor de una madre, por lo que la joven pareja no debía preocuparse mucho por el amor de su hija, pero ellos no lo entendían así, se sentían inseguros, sobre todo cuando después de un mes del regreso de Rennesmee la niña comenzó a comportarse de una manera extraña.
En tan sólo un mes la personalidad de la niña se dejó ver, era una niña risueña, observadora e inteligente, se adaptó rápidamente a cada uno de los miembros de su familia.
Cuando veía a Emmett soltaba unas carcajadas que hacían suspirar a todos, al principio el oso Swan se divertía con ese reacción ya que por lo regular hacia algo para que la niña se riera, pero esa reacción no sólo era cuando él hacía algo, la niña reía con sólo ver a su tío.
-¿Acaso tengo monos en la cara?- le dijo Emmett muy frío y cortante a su sobrina, un día en el que él estaba algo molesto y no estaba de humor para las risas.
La niña lo notó, gateó hasta él le extendió los brazos, cuando Emmett la alzó ella lo abrazó y le dio uno de sus extraños besos, Rennesmee sólo abría su boquita y la pegaba a la mejilla dejando su saliva que a nadie le parecía asqueroso, más bien tierno; con esto Emmett olvidó su mal humor y comenzó a jugar con la niña igual que siempre haciéndola reír como loca.
Cuando estaba con Alice se dedicaba a observar mientras caminaba, más bien danzaba por todos lados, cuando había alguien con ellas les pedía con su manita que la ayudarán a mantenerse de pie, era muy gracioso ver cómo ella intentaba seguir a su tía e imitar con dificultad sus movimientos.
Con Rosalie se dedicaba a acariciar su cabello rubio, se maravillaba con la belleza de su tía, sí, su tía aunque todavía no se había casado con Emmett y aunque no lo hiciera, Rose siempre sería la tía de Rennesmee, no sólo por qué Bella la estaba enseñando a decirle tía sino también porque la niña la quería como tal, al igual que a su tío Jasper.
Su tiempo con él era de relajación, aunque para una niña tan chica no era muy necesario relajarse pero de todas maneras ambos disfrutaban de esos momentos en los que él le leía o simplemente se quedaba uno al lado del otro disfrutando del silencio, por lo regular Jasper era el encargado de hacer que tomará su siesta y no porque la aburriera sino porque él tenía una extraña habilidad para tranquilizar a las personas y Rennesmee no era la excepción.
Su tiempo con Esme era por lo regular en el jardín, la niña la observaba hablándole a las plantas, cuidándolas como los seres vivientes que eran, a veces su abuela le regalaba una flor y se la acomodaba en su rizado cabello haciendo que con eso todo el resto del día mostrara a todos el regalo de su abuelita.
El tiempo que pasaba con Carlisle era poco, pero muy provechoso, él disfrutaba enseñándole a su nieta las partes del cuerpo, le platicaba del hospital, a veces se emocionaba tanto hablando con ella que comenzaba a decir palabras médicas que sólo él sabía su significado, pero Rennesmee disfrutaba de la expresión de su abuelo cuando hablaba de su trabajo que aunque no entendiera nada se mantenía atenta y sonriente.
Pero lo que más disfrutaba era estar con sus papás, cuando ellos estaban presentes nadie podía separarla de ellos, lo más que podían lograr era que los escuchará con atención desde los brazos de Bella o de Edward, siendo estos en los que se quedaba dormida todas las noches mientras escuchaba a su padre tararear su nana, la cual Edward compuso sólo para ella, ese precioso momento era siempre observado por Bella, quien babeaba por su esposo y si hija.
ESTÁS LEYENDO
Obligados
RomanceEdward y Bella se ignoran en la escuela y prácticamente se detestan, sin embargo, un error cometido por una borrachera, cambia sus vidas... obligándolos a permanecer juntos...