C a p í t u l o O2
resubido— ¡Qué ya estoy bien, dije! —objetó Yūichirō intentando alejar el hielo que la enfermera insistía en poner en su cara.
— Si no lo usas tendrás un moretón —replicó la señora—, y el Teniente Coronel al verlo pensará que es culpa mía por no hacer bien mi trabajo.
La brusquedad en las palabras de la señora hicieron que el azabache quedara sin habla. Se limitó a soltar un quejido mientras sentía el hielo volver a su lugar inicial. Eran este tipo de cosas las que le hacían notar los grandes cambios que había causado el virus contra la humanidad a la civilización misma. ¿Cuándo en un hospital normal se habría cruzado con una enfermera que también sirva al ejército? Y que por cierto, tuviera un pésimo carácter.
— Ahaha —Shinoa rio con burla, apoyada en el marco de la puerta mientras observaba la escena con diversión—. Yuu-san, hazle caso a Shigure-san, ella es muy buena en estas cosas —levantó su dedo índice mientras dejaba su otra mano detrás de su cuerpo—. Además, es muy buena amiga del Teniente Coronel desde que tenía nuestra edad, lo que significa que lo conoce muy bien.
— ¿Y eso a mí qué? —al oír el desinterés que mostró el Hyakuya por lo que decía la Hīragi, Shigure presionó con más fuerza el hielo sobre su herida—. ¡Auch! Con más cuidado.
— Tus heridas parecen ser bastante superficiales —la soldado de edad mayor levantó de un escritorio cercano un portapapeles que contenía el informe del estado del azabache, este último sujetó la bolsa con hielo él mismo en cuanto ella se alejó—. Aunque a juzgar por lo que Shinoa nos contó, esperé que sufrieras daños más graves. Tienes mucha resistencia.
Yūichirō sonrió con suficiencia.
— ¿Qué puedo decir? Soy un hueso duro de roer —expresó con orgullo.
— El hueso duro de roer es con el que los perros más juegan, Yuu-san.
La sonrisa del muchacho se borró y ladeó la cabeza al dirigir su mirada hacia la Hīragi.
— ¿Eh? —alargó la vocal con confusión—, ¿y eso qué quiere decir?
— Quiere decir —Shigure terminó de anotar un par de cosas y dejó el portapapeles en su lugar inicial— que de nada te sirve tener buena resistencia si te lanzas a la boca del lobo sin pensar.
Dicho esto, la Segunda Teniente salió del lugar, dejando a ambos jóvenes solos.
— Si quieren explicarme frases metafóricas con más metáforas, entonces es mejor que no me expliquen nada —bufó el azabache acomodando el cuello de su camisa.
Shinoa se acercó hasta quedar junto a la camilla es que estaba el azabache.
— No culpes a las metáforas —movió uno de sus violáceos mechones sobre su hombro hacia atrás—. No es su culpa que tú no las entiendas.
— Eres molesta.
Shinoa cubrió su boca con una mano mientras soltaba una risa ahogada.
— Fuera de toda broma —puso ambas manos detrás de su cuerpo—. He venido a algo más que solo deleitarte con mi compañía.
— ¿A qué si no? —blanqueó los ojos, adornando sus palabras con un toque de ironía—. Te escucho.
— Uhm.. —Shinoa evaluó con la mirada al magullado azabache sobre la camilla, entrecerrando los ojos y observando como este se impacientaba—. No sé si quiero emocionar a una persona enferma.
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𝐏𝐑𝐎𝐏𝐄𝐑𝐓𝐘 ▮₊̇ ° MIKAYUU
Fanfic❝ ─ Eres de mi propiedad, Yūichirō. Cada vez que le proveía de su sangre sentía que esa frase era cierta, pero cuando se alejaba y veía las cadenas en las muñecas del rubio se preguntaba, ¿quién era propiedad de quién, realmente? ❞ ➤ Los personajes...