Capítulo 3: Miedo

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Amaia se despertó en una cama vacía, eran las 10 de la mañana y hacia ya rato que Alfred no descansaba en aquel colchón por que estaba demasiado frío. Bufó y se acercó a la cocina a desayunar algo, allí se encontró a Xus tomándose un café.

-Buenos días, Xus.- Dijo Amaia mientras se acercaba a darle un beso.

-Bon dia preciosa, ¿Cómo te encuentras?.- Contestó Xus con una sonrisa.

-Yo muy bien, ¿Dónde está Alfred? Cuando me he despertado no estaba y estoy segura de que hace bastante que ha salido de casa.- Respondió Amaia nerviosa.

-Madrugó y se fue a la playa, te ha dejado preparado el desayuno, no tardará en volver, se ha llevado la guitarra.- Añadió Xus intentando que Amaia no se preocupara.

-¿Le pasa algo? Lleva unos días ido, como en otro planeta, me dice que no me preocupe pero no puedo evitar hacerlo.- Se sinceró Amaia.

-Solo tiene miedo petita, todo irá bien, solo necesita descansar y que estés con él, se le pasará, ayer estaba muy feliz.- Contestó Xus recordando a Alfred sonriendo como un niño.

Amaia desayunó rápido, se vistió y puso rumbo a la playa del Prat. Y allí le vio, sentado en la orilla con la guitarra en la mano, haciendo música, tocando una nueva melodía que no había escuchado hasta ahora. Se acercó despacio por detrás y envolvió con sus brazos su cuello, dejándole un suave beso en la cabeza. Y él no se asustó, sabia que era ella en cuanto olió su aroma.

-Buenos días titi, gracias por el desayuno.- Le dijo mientras se sentaba a su lado mirando el mar.

-Buenos días cielo, no hay de qué.- Dijo dándole un pequeño beso.

-Aunque si te soy sincera, me habría gustado más haberte desayunado a ti.- Contestó pícara.

Alfred soltó una pequeña carcajada.- Necesitaba venir aquí, a despejarme, hoy es el último concierto y que sea aquí es muy especial.- Contestó sincero.

-Lo sé Alfred, ayer fue un día increíble y hoy vas a dar el mejor concierto de la gira y yo voy a estar ahí viéndote.- Dijo Amaia con una gran sonrisa.

-Eso no creo que sea del todo posible.- Soltó rápidamente Alfred.

-¿Cómo?.- Preguntó una Amaia insegura.

-Esperaba que me acompañases en una canción, si quieres.- Contestó nervioso.

-¿Enserio? ¿En cuál?.- Dijo una Amaia emocionada.

-Miedo.- Soltó casi sin pensar.

-¿Miedo?.- Interrogó Amaia.

-Si, creo que estaría genial hacer un duo así rockero ¿no?.- Soltó divertido.

-Estás loco, ni hemos ensayado, pero me encanta la idea.

-Nunca hemos sido de ensayar, siempre hemos sido más de improvisar ¿no?.- Le picó Alfred.

-Tienes razón.- Dijo sonriéndole y agarrándole la mano.- Vamos a casa ruru que tu madre se va a preocupar.

Y así unas horas después entre improvisaciones y piques acabaron el ensayo del que sería sin duda uno de los "miedo" más especiales que ambos cantarían en su vida. El "miedo" del Prat.

21:30

El concierto estaba a punto de empezar y Alfred caminaba nervioso por el camerino. Nunca podría evitarlo, toda la banda, sus amigos y familia estaban allí. Se colocaron todos juntos formando un círculo abrazándose, eufóricos, deseándose suerte entre ellos para lo que se venía.

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