7 Días.

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  Quizás deberían ver la imagen de encabezado tras terminar de leer el capítulo, pues es un OBVIO SPOILER.  

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—¡Espera! Yo también quiero ser activo.

—Pero Kenny —habló con suavidad calculada el rubio menor. —Te llevarías do-dos de mis virginidades—. Con actuada inocencia rozó sus nudillos mientras bajaba su avergonzado rostro, su aspecto era el de una pobre víctima de algo injusto. —¿Qué más podrías darme para estar a mano? 

Kenneth estaba perdiendo la paciencia, Butters no podía hacerle eso, no podía intentar manipularlo de esa forma (Ni que fuera Cartman).

—Te quedaras con mi maldito orgullo, Butters—. Masculló entre dientes mientras su cuerpo temblaba de frustración. —Y serás el único con quien llegaré a ese extremo.

—Lo-lo siento Kenny—. Sentenció finalmente Leopold. —Pero creo que no podré ayudarte.

Kenny detuvo al menor, lo tomó de la muñeca y lo jaló al interior de su casa, miró a su padre (borracho) durmiendo en el maltrecho sofá, aprovechando que solo era Stuart el que se hallaba en el lugar, llevó a Butters a su habitación sin poner atención al débil forcejeo de este.

—¡¿Q-que haces?!— Estaba asustado, esperaba que nada fuera a peor, aunque sinceramente estando encerrado a solas en la habitación de Kenny no auguraba nada bueno para él. —¿Kenny?

—Empecemos—. Lo acorraló contra la puerta y lo besó, no podía permitirse perder esta oportunidad, ni perderlo a él. —¡Outch! ¿Butters?

Le había mordido, muy fuerte, para quitárselo de encima, cuando apartó su cara intentó con todas sus fuerzas alejarse del cuerpo del inmortal, no pudo.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué me muerdes? — Molesto, tomó de la nuca al heredero Stotch y estampó con fuerza sus labios nuevamente contra este, logró abrirle la boca con violencia y besarlo con furia, al sentir nuevamente los dientes del menor hizo presión contra su cuerpo.

Entre lucha y forcejeo, Leopold logró apartar su boca del mayor, jadeando un —" Aléjate de mí"— con desesperación, fue en ese preciso momento que Kenny pudo ver las cosas claramente.

El rostro de Leo estaba pálido, sus mejillas no tenían ningún color, sus ojos grisáceos parecían tormentas a punto de desatarse, y para empeorar todo el panorama su expresión de terror mataba cualquier deseo que estaba despertando en él cuando lo forzó al beso. Y hablando del beso, si, los labios de Butters eran una delicia, suaves, carnosos (pese a ser delgados) y su boca sabía dulce, pero con todo ese forcejeo y el posterior enojo no pudo disfrutarlo.

Aún quería acostarse con Butters, poder disfrutar de su cuerpo, pero a total disposición.

Necesitaba arreglar este horrible panorama.

—Lo siento, no pregunté si estabas listo.

Leo pasó su pulgar por sus labios con fuerza, tenía rastros de saliva y sangre de McCormick.

—Sigo queriendo acostarme contigo, Leo.

La expresión de pánico aumentó, Kenny no pudo evitar bajar la cabeza, no le gustaba que Butters lo viera así, jamás lo había hecho antes, él siempre le sonreía o lo miraba expectante atento a lo que fuera hacer o decir.

—Pon tus condiciones Leo, yo las seguiré, pero no pienso retractarme...... necesito hacer esto.... Necesito hacerlo contigo.

—Ni siquiera so-somos realmente amigos, Kenny.

Solo una etapa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora