Decisión final.

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—No es necesario que pongas esa cara, Kenny.

El aludido comenzó a reír algo fuerte, luego a carcajadas de forma exagerada pese a sentirse obviamente forzadas. Después de lograr reír genuinamente le comenzó a doler la panza, tuvo que parar mientras se retorcía sobre su asiento y se limpiaba unas lagrimitas. Al lograr recuperar su respiración más pausada levantó la cabeza para ver directamente a un serio Leopold. 

—Debes estar bromeando ¿verdad?

Leopold por su parte seguía serio, no estaba molesto, no tenía el ceño fruncido, solo observar a Kenny con la mirada más neutral que jamás en su vida el inmortal llegó a imaginar ver en el rubio menor. 

—¡Han pasado años! No puedo creer que quieras cobrármela.

—Pensaba que eras alguien de palabra.

—¡Lo soy!— Respondió indignado. 

—¿Entonces simplemente no quieres?

—Eh....

—Kenny, no te voy a obligar a que lo hagas, si no quiere entonces es no, recibí el mensaje y lo entiendo, ya deja de poner esa cara.

—Ah ¿en serio? ¿así de simple?

Butters sacó su celular y comenzó a revisar algunas cosas mientras respondía con un escueto "si".

McCormick estaba sorprendido, en su lugar nada lo hubiese detenido, no lo hizo siendo adolescentes (hasta que Butters decidió ceder a base de drogas), llegando a ese punto se dio cuenta que forzaba y aterrorizaba al chico y realmente prefería su amistad a su desprecio, solo que jamás superó su deseo por él, mucho menos esa noche cuando Leo lo buscó para intimar, en ese momento aceptó que había algo más que solo ganas de un polvo.

Butters no volvió a hablar, parecía muy centrado en lo que había en la pantalla de su celular, algo irritado por ser ignorado se puso de pie, se posicionó a un lado de su invitado para inmediatamente sentarse sobre sus piernas, quería obtener toda la atención de Leo, visual, emocional, carnal. Sin darle tiempo a preguntarle que estaba haciendo le agarró la cara para devorarle la boca. Butters se dejó hacer, no se negó pero tampoco respondió. 

—¿Que sientes?— Kenny intentó provocar su libido, lentamente bajó sus manos hasta la altura de la remera que le había prestado, su piel estaba caliente. Igualmente pasó de besar sus labios a su mejilla, mentón y cuello, dando pequeñas mordidas (si era cierto de que Leo tenía el día libre) pensaba pasarlo en su departamento con una extenuante jornada física. —¿Que tal te sientes?—Insistió. 

—¿Puedes detenerte?

—¿Que?

—Es temprano y no me apetece tener sexo después de comer. 

Kenny estaba alucinando ¿Butters lo había mandado a la mierda? pero si no hace menos de unos minutos lo estaba mirando con deseo ¿era su venganza por no querer "cumplir" su parte del acuerdo de hace 10 años? 

—¿Te vas a poner así solo porque te dije que no?

—Nunca me diste una respuesta clara, pero entiendo que no quieres y yo ahora tampoco—. Butters colocó ambas manos en al cintura de Kenny para empujarlo con suavidad, claramente le estaba diciendo que se quitara de encima. 

—¿Que piensas hacer entonces? ¿No dijiste que tenías el día libre? Pensé que querías pasarlo conmigo.

—Bueno, si, pero no necesariamente cogiendo, no es lo único para lo que te buscaría Kenny. ¿Tu si?

No sabía como pero eso le había sabido a una indirecta o un golpe bajo. Aunque tenía razón, no era necesario pasar el tiempo juntos entre las sabanas, pese a que lo deseaba con desesperación ¿que otras cosas podrían hacer? 

Solo una etapa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora