III

1.3K 141 19
                                    

La de cabellos oscuros simplemente se quedo en el suelo frío escuchando atentamente las palabras que salian de la boca de Ersa. Ella le estaba explicando varias cosas cuales ella no tenía conocimiento.

- El amor es muy confuso, no logro entenderlo - bajo la mirada la ex-soldado.

- N-no se tiene que entender, se siente. Es una sensación muy bella. A-alguna vez has sentido algo similar? - pregunto con un tono de esperanza. 

- .... Creo que- 

- Ya llegue - sonrió el marino, pero su sonrisa se desvaneció cuando vio que había interrumpido una platica - .... jeje - sonrió algo nervioso el marino mientras se rascaba la nuca.

- Sin no deberías interrumpir - Ersa regaño al marino.

- No hay problema señora - La ex-soldado se paro y se aproximo hasta donde se encontraba el marino con algunas verduras - Quisiera ser de utilidad para ustedes, ¿puedo hacer la comida yo?

- eh?, pero estas aun estas herida ______... - se puso a penssar el marino al ver la insistencia de la ex-soldado - ¿que tal si cortas algunas verduras?, eso si me ayudaría! - propuso el marino con una pequeña sonrisa.

- Cla- la ex-soldado se callo al sentir un mechón de cabello caer al frente de su rostro, aquel mechón le cubría completamente el ojo izquierdo. - Claro - acepto la ex-soldado quitando aquel mechón.

- Te molesta mucho? - pregunto el marino.

- Si, pero no se preocupe - La ex-soldado agarro las verduras de las manos del marino - me encargare de esto.

Al terminar de cenar, el marino se percato de que ya no había agua.

- voy por agua al pozo! - aviso el marino para salir.

- Ten cuidado Sin, ya esta oscureciendo! - advirtio Ersa.

- Lo tendre en cuenta! - hablo el marino antes de salir.

- ____, puedes dormir conmigo en la misma cama si gustas - comento Ersa.

- Puedo dormir en el suelo gracias, no me gustaría ser una carga - respondió la ex-soldado.

- Claro que puedes dormir ahí pero cariño tu no eres una carga- acepto sin queja - ¿sabes?, hoy es la primera noche que pasaras fuera de un lugar de no conoces, ¿no te causa algun tipo de emoción o miedo? - cuestiono Ersa algo confundida. Su objetivo de todo esto era que ella al menos mostrara alguna emoción aparte de su frialdad e ser inexpresiva.

- No es la primera vez, como antes era soldado de Kou y hace poco soldado de Parthevia, no es algo que deba importarme - respondió la ex-soldado.

-... Hoy es el cumpleaños de Sin, que curioso que te encontraramos justo este día! - comento con una pequeña sonrisa.

- y lo agradezco mucho señora - volvió a agradecer la de cabello negros.

-Mi esposo siempre decía que Sinbad era un hombre que fue elegido para cambiar el mundo, con el poder elegir el destino correcto, Cuando el nació paso una tragedia, Sin señalo hacía un lugar en especifico, y sin dudarlo nos refugiamos en aquella dirección, y todo resulto bien! - comento mientras soltaba una pequeña sonrisa dulce. Dándose por vencida de hacerla sentir otro tipo de emoción

- ¿El destino correcto?... - la mirada de la ex-soldado se volvió sombría y oscura - nadies puede escoger que destino prefiere, eso no es algo que podamos corregir... - murmuro la de cabellos oscuros.

-Eh?, e-eso solo era un suposición de Badr - hablo rapido Ersa, sentía miedo de la ex-soldado justo en este momento.

- Esto le hubiera interesado a Gyoken... - murmuro la ex-soldado, que rapidamente deshizo ese pensamiento. 

Ella ya no era una herramienta de Gyoken, ella ahora no era herramienta de nadies, por ahora, no debía preocuparse por alguien que la controlaba en tiempos anteriores. Pero ahora ella se encontraba en un momento sentimental,... Al recordarse de Gyoken le vino a la mente una escena que desearía borrar. 

 - T-tengo que salir - sin más la ex-soldado se retiro del lugar.

- ... ¿acaba de tartamudear?... - pensó Ersa algo confundida

.

.

.

La noche era oscura, pero calida. El Cielo se encontraba tan negro como los cabellos de la ex-soldado, su cabello se mecía con delicadeza. Se encontraba cerca del mar, admirando su inmenso tamaño.

- No es bueno que una bella dama se encuentra en la noches sola - hablo el marino mientras se sentaba junto al lado de la ex-soldado - ¿por que estas aquí afuera? - pregunto el marino.

- .... - la ex-soldado se quedo callada, desde la perspectiva del marino, no se le podía ver el rostro de la de cabellos oscuros, aquel mechón le cubría aquel lado.

Cuando estaba apunto de decir algo, escucho un pequeño sollozo, que provenía de la ex-soldado. El marino la miro sorprendido, en este poco tiempo que la había conocido ella era la persona mas fria y inexpresiva que había conocido. 

Con su mano retiro delicadamente el mechón oscuro que le cubría el rostro. Dejando ver como las lagrimas cristalinas y saladas brotaban de sus ojos. 

El marino empezó a sonrojarse, no se había dado cuenta de los profundos y hermosos ojos de la ex-soldado. Pero rapidamente se deshizo de aquel pensamiento cuando la ex-soldado por fin hablo.

- L-lo siento - se disculpo la ex-soldado mientras se secaba las lagrimas y volvía a su modo de siempre -... Hoy es tu cumpleaños por lo que me dijo tu madre...

-Si, por curiosidad ¿que día es tu cumpleaños? - pregunto el marino, tenía los ojos cerrados mientras el viento fresco del mar mecía sus cebras moradas.

- ... no lo sé - respondió la ex-soldado cosa que hizo que el marino abriera los ojos de la sorpresa hasta que una idea se le paso por la mente.

- Ya sé!, que tal si como este día nos conocimos, en muestra de agradecimiento, tu cumpleaños sea el mismo día que el mio - propuso el marino - se que es algo raro, pero espero que aceptes. Y como te dije antes, te conocer cosas que nunca pensaste que conocerias! 

- Claro, Muchas gracias Sinbad - Agradeció la ex-soldado, pero, por primera vez, sonrió.

- De nada - el marino y la ex-soldado se quedaron apreciando el cielo. En el cielo se encontraba un meteorito, que dejaba un rastro muy bello lleno de colores azules.


Cuando Éramos Niños.... | Sinbad Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora