CAPITULO 1. Charla con las estrellas.

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-¡UNA FOTO, ELIZABETH!-
-¡PONTE MÁS AL COSTADO!-
-¡UN POCO MÁS ARRIBA!-

Elizabeth estaba parada frente un millón de flashes que le impedían ver lo que estaba enfrente suyo.

Mantenía una sonrisa impecable en su cara. Llevaba un vestido largo y rojo que la marca Calvin Klein había diseñado especialmente para ella.

Dio unos pasos hacia la izquierda y los gritos se intensificaron.
Giró la cabeza en busca de alguien que le indicara que hacer y esa persona, que se encontraba justo a su derecha, donde terminaba la alfombra roja, le indicó que ya era momento de entrar al evento. Así que ella dio una última sonrisa para las cámaras, acompañada por un guiño juguetón y se dirigió a las puertas doradas del salón.

Esa noche volvió a su hotel borracha. Había ganado un Golden Globe por la categoría de mejor actriz y después de recibir el premio, las cosas se salieron de control.
Solo recordaba haber bailado la noche entera y haber tomado la noche entera.

Elizabeth bajó el cierre de su vestido y se recostó en su cama de triple plaza, soltando un suspiro.
Giró sobre su cuerpo y miró por la enorme ventana que se encontraba en su habitación de hotel.

Las estrellas estaban más brillantes que nunca y ella sintió un impulso de ir hacia el balcón y verlas desde afuera. Así que lo hizo.

Se levantó de la cama como pudo y se sacó los zapatos. Abrió la gran puerta de vidrio y salió al balcón. Había olvidado lo frío que estaba afuera, pero de todas formas permaneció allí, mirando hacia el cielo.

-Hoy gané un premio- susurró, no muy segura de a quien se dirigía, pero sintiendo una calidez en su pecho. -Fue una noche divertida- rió, hablándole a las estrellas.

No obtuvo ninguna respuesta en ningún momento, pero se mantuvo mirando hacia el cielo y contándole a las estrellas como había ido su día por al rededor de una hora más. Extrañamente se sentía escuchada, algo que no le pasaba hace años.

•••

Ben se encontraba acostado en la cama de un hotel en Japón, ya que su banda estaba de gira. Esa noche había visto los Golden Globe por televisión.
Elizabeth Shellstrop había ganado otro premio. No era para sorpresa de nadie, su última película había arrasado.

Ben había estado pendiente últimamente de todo lo que Elizabeth hacía. Había algo en ella que lo volvía loco.
No sabía si era su piel morena y cabello largo o si era la sofisticación y felicidad que mostraba ante todo.

Miró por la ventana de su habitación y apagó la televisión, poniéndose una campera y saliendo al pequeño balcón.
No se veían las estrellas por culpa de las luces de la ciudad pero de todas formas, él sabía que estaban ahí, atentas.

-Hoy tuvimos un gran concierto- dijo, mirando hacia el cielo.-Nunca habíamos vendido tantas entradas- sonrió.

Ben se mantuvo callado durante unos minutos y luego volvió a mirar hacia arriba.
-¿Creen que hay alguien esperándome en alguna parte?- preguntó, sintiéndose pequeño a pesar de toda la fama que había ganado en los últimos años.

No se refería a alguien como todos los 50000 fans que habían ido a su concierto esta noche. Sino que hablaba de alguien a quien enserio le importe conocerlo, y no solo por su fama, sino que quería a alguien dispuesto a quedarse a su lado, a través de lo bueno y lo malo.
No obtuvo respuesta, de hecho ni siquiera podía ver las estrellas desde donde estaba, pero una extraña calidez le llenó el pecho.

Ben soltó una risa y pensó que esta vez definitivamente había enloquecido. Por lo que decidió volver a entrar a la habitación y finalmente descansar.

•••

A la mañana siguiente Elizabeth despertó con un terrible dolor de cabeza. Tal vez no debería haber tomado tanto la noche anterior.

Corrió el pelo de su cara y tomó su celular para ver la hora. Siete de la mañana. En dos horas debía estar en el aeropuerto para subirse a un avión que la llevaría de vuelta a Inglaterra, su hogar.

Lentamente se levantó y se miró en el espejo. Su pelo era un desastre y había olvidado quitarse el maquillaje la noche anterior.
Soltó una pequeña carcajada al ver su reflejo y agarró un cepillo y comenzó a arreglarse.

Una hora más tarde estaba sentada en su camioneta mirando como los autos pasaban. Suspiró y entró a instagram.
Como siempre después de una entrega de premios, notó que sus seguidores habían aumentado de una manera descontrolada y que la foto que había subido después de recibir el premio estaba llena de comentarios.
Comenzó a leer lo que la gente escribía y le dio like a algunas fotos en las que la habían etiquetado.

El aeropuerto fue un descontrol absoluto. Los guardias abrían el camino de gente que se amontonaba a su alrededor, gritando su nombre.
Elizabeth se sentía abrumada por más que siempre le pasaba lo mismo, nunca se acostumbraría a que la gente grite su nombre.
Se sacó fotos con las personas más cercanas y siguió su camino como pudo, anhelando subir a su avión.

•••

Ben bajó del avión privado en el que él y la banda habían viajado.
Habían vuelto a Inglaterra, su hogar, y no podía sentirse más feliz.
Había sido una gira excelente.

-Lo hicimos, chicos- dijo Ben al pisar el suelo y los otros tres, Brian, Joe y Luke, se acercaron para hacer un abrazo grupal con todo el equipo.

Atravesaron un mar de gente pero finalmente estaban listos para volver a sus casas.
Una horda de paparazzis rodeaban a una persona y los chicos, intrigados, decidieron apostar quien era la persona a la que estaban fotografiando.
-Apuesto a que es Taylor Swift- dijo Luke.
-Claro que no, obviamente es Rami Malek- contestó Brian.
-Apuesto a que es Jimmy Fallon- se emocionó Joe, dando pequeños saltitos para tratar de ver.
-Mmmm, yo creo que es Elizabeth Shellstrop- indicó Ben.

Minutos después, la persona atravesó el mar de gente y resultó ser Elizabeth Shellstrop.
Ben la miró con la boca abierta. En persona era aun más impresionante.
Sus piernas parecían medir kilómetros y su cabello caía perfectamente por sus hombros.
-Hiciste trampa- lo recriminó Joe.
-Claro que no, ¿Cómo podría haber hecho trampa?- se defendió Ben.

Los paparazzis los notaron y rápidamente se acercaron a ellos.
-Enseguida vuelvo- dijo Ben sin aclarar adonde iba ni cuando volvía.

Rápidamente corrió hacia donde veía la figura de Elizabeth.
Cuando logró alcanzarla, junto coraje y le habló.
-¿Elizabeth? Soy Be- empezó pero fue interrumpido.
-Lo siento, autógrafos después- murmuró ella, acomodándose los anteojos de sol y siguiendo su camino, acompañada por dos guardias.

Ben se quedó petrificado, nunca le había pasado algo así. La gente era la que le pedía autógrafos a él.
Elizabeth había dañado su ego sin siquiera darse cuenta.

Volvió con sus amigos rápidamente y caminaron hacia la camioneta que los llevaría a cada uno a su casa.

-¿A donde fuiste, amigo?- le preguntó Luke.
-Oh, al baño- contestó Ben mientras miraba su celular.

•••

-Un momento- dijo Elizabeth, quitándose los anteojos de sol.
Los guardias pararon automáticamente.
-¿Acaso ese no era el baterista de Smile?- preguntó, mirando hacia atrás, pero el chico ya no estaba.

No nos enamoremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora