Algo Prestado -Adaptación SasuSaku-

Capítulo 11

"Ex-amores: Parte 2"

Como comenzar a describir a  Neji Takishi… Bueno, él es de los que no llaman demasiado la atención debido a una personalidad tímida y es un hombre de pocas palabras. Nos conocimos en el primer año, en la bienvenida de los que éramos novatos en la universidad y ambos coexistíamos en el del mismo grupo, los que estudiaban medicina y no eran reconocidos por un apellido imponente, que tuviera ascendencia en el área y que su vida estuviera predestinada a dedicarse a esto como Sasuke. Durante los primeros tres años, a pesar de que éramos de la misma generación, jamás compartimos más que un saludo cordial.

Un día tenía que ir a una charla no obligatoria que hablaba sobre la importancia de la vocación en nuestra carrera, y como era normal en mí, fui una de las primeras en llegar, con una hora de antelación y ahí apareció el con su cabello castaño largo, ojos penetrantes de color gris y una piel tan blanca como la nieve. Teniendo un auditorio completo vacío, se sentó a mi lado en la cuarta fila. La charla fue completamente aburrida, pero en ese tiempo para mí todo lo que nos entregaba la universidad era completamente necesario. Recuerdo que durante la charla Neji se paró muchas veces a hacer preguntas y básicamente fue el alumno más interesado en todo lo que los maestros exponían, mientras yo luchaba por no dormirme y roncar ahí mismo.

En un momento se acercó a mi oído y susurró que llevaba diez minutos mirándolo fijamente. Yo, sonrojada hasta los oídos solo quería morir. Al terminar me invitó a beber un café y charlar sobre lo expuesto. Recuerdo que pidió el café sin azúcar y lo imite para hacer parecer que era sofisticada.

Después del café dimos un largo paseo por la ciudad, hasta terminar en una tienda vintage de CD y libros de segunda mano. Más tarde fuimos a cenar y cuando acabó la noche, estaba claro que íbamos a terminar siendo pareja.

Con solo pensar en la idea de volver a tener novio, me sentí totalmente fascinada por todo lo que era Neji Takishi. Para empezar me gustaba su cara. Tenía los ojos tan grises y una mirada tan severa que me agradaba. También me gustaba su personalidad. Tenía una voz suave, pero mostraba firmeza. Era parte de la política de la universidad, siendo el representante de nuestra generación. Y a diferencia de Kiba, él era fanático solo de un equipo de baloncesto ya que era difícil encontrarlo no haciendo nada, siempre en sus causas o con un libro en la mano. Neji era real.

Y en la cama… era muy apasionado, aunque no había tenido muchas parejas antes de mí, parecía que tenía bastante experiencia y versátil, siempre quería probar cosas nuevas <<¿Y sí hacemos esto?>> <<Estuve leyendo y tal vez podríamos probar esto>>

Y así fue todo, terminamos la parte teórica de la universidad a la práctica, mientras Neji tuvo una pasantía en el hospital de Queens, específicamente en urgencias, a mí me toco quedarme en Midtown, donde solo debía cumplir turnos por si algún doctor no se presentaba. Él amaba su trabajo mientras yo odiaba el mío. Y así mi vida se volvió deprimente, exceptuando a Neji, era totalmente aburrida.

En ese otoño me hice más dependiente de Neji, él era lo único que me sacaba de mi rutina debido a los exámenes para obtener el título de médicos. Eso nos unió aún más. El volver a la universidad a pasar días y noches estudiando, teniendo sexo, comer y ducharnos con suerte, sorprendentemente era lo mejor para mí en ese momento. Todo era felicidad, con frecuencia nos decíamos que nos queríamos, hablé de un posible matrimonio y teóricos hijos, donde viviríamos y todo eso.

Luego, una noche, Neji y yo fuimos a un bar  para escuchar a una cantante de folk de Brooklyn, llamada Tenten Amma. Creo que nunca vi un brillo tan intenso en sus ojos grises, excepto en nuestra primera cita. Después de la actuación de Tenten, mientras guardaba su guitarra, mi “novio”, yo y algunos otros fans nos acercamos a hablar con la cantante.

–Tus letras… Son bellísimas… ¿Qué te inspira? –Preguntó Neji, con ese brillo que me recordó a nuestra cita.

Una angustia recorrio mi garganta como fuego que quemaba por dentro. Fue peor cuando lo vi comprar unos de sus CD’s. No era tan buena.

Creo que comenzarón a salir una semana después, cuando se desapareció sin decir donde iba, cosa que no era normal en Neji. No me contesto el teléfono hasta después de medianoche y me dio pánico preguntar dónde estaba. Además, ya lo sabía. Desde el primer minuto lo supe. A las semanas después, donde no nos vimos más de un par de veces y las llamadas eran más cortas, conversamos.

–Siento algo por alguien más –dijo– Prometí que te lo diría.

Mi mente viajo a meses antes cuando yo, segura de mi misma le decía que siempre sea honesto conmigo si conocía a otra persona. Claro, nunca pensé que sucedería, era solo de forma hipotética.

–¿Es Tenten, no es así? –pregunté con una voz tranquila, mientras un huracán atacaba a mi estómago que se apretaba cada segundo más. El quedó con cara de sorpresa.

–¿Cómo lo sabías?

–Te dije que tus ojos hablan más que tú –Sentía como las lágrimas se acumulaban, pero no lloraría.

–Lo siento –dijo, abrazándome –Me mata hacerte daño de esta forma, pero no podría mentirte.

Así era como el termino conmigo, mientras tenía otra novia y yo aunque intente enojarme no pude lograrlo. ¿Cómo enfadarse con alguien por qué ya no quiere estar contigo? Es idiota. Así que solo engordé unos kilos  y terminé con los hombres para dedicarme a mi carrera.

Después de unos meses desde nuestro quiebre, el seguía llamándome una vez al mes, sabía que solo era amabilidad, pero aún sus llamadas me dolían.

–Tenten está bien –dijo, cuando le pregunté por ella –Estamos viviendo juntos… y le pediré matrimonio.

–Me alegro por ti Neji, de verdad –dije.

–Gracias Sakura. Significa mucho para mi.

–Sí, mucha suerte… pero ¿podrías dejar de llamarme?

–Lo entiendo –respondió. Sé que se sentía aliviado de quitarse la carga.

Nunca más supe de él ni si se casaron, pero aveces cuando salgo a pasear por las tiendas de música sigo buscando algo de Tenten. Parece que no tuvo tanto éxito.

No sé si amé de verdad a Neji, o si lo me enamoré de la seguridad de nuestra relación. Durante mi práctica y el examen de título, él fue aire fresco que me sacaba de un frasco sin aire en el que yo misma me encerré. Y aveces eso se parece más de lo que uno cree al amor