4. Anónima.

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Desde la última vez que estuve fuera han pasado tres días y me encuentro totalmente ansiosa y en todo este tiempo no he hecho más que leer libros viejos que había en el pequeño buró a mi lado, son libros que dejaron antiguas alumnas en sus recamaras o que tome y nunca regrese de la biblioteca. Siempre me han interesado estos temas acerca de seres mitológicos y sus secretos pero no podía tener mucha información aparte de los libros que había adquirido.

Estaba en la mesilla leyendo con una velita cuando me tocan la puerta y sé que alguna ayudante de cocina me ha traído la cena, realmente se me ha ido el día muy rápido leyendo algunos libros, me dirijo a la puerta y la abro y encuentro mi cena en el piso lo que me parece algo extraño ya que siempre me la entregaban personalmente y me daban algún recado de las clases, tomo la bandejita y entro con ella a la habitación y me siento en mi cama dispuesta a comer y veo a un lado una carta y la tomo, me propongo a leerla no sin antes pararme a pasar el cerrojo en la puerta.



"Mi querida Fela, no eres la única consciente de que algo raro está pasando dentro de este internado y vengo hacerte una advertencia el ingreso de la nueva directriz tiene un motivo y propósito, está detrás de ti y algo que te pertenece y que ella quiere hacerse de eso con fines diabólicos. La directriz es un ente maligno, que tiene una cierta carga negativa su poder es tan intenso que se ha podido materializar y ha venido hasta aquí buscándote. Cuídate de ella, no te fíes. Estaré observando muy de cerca


O."


Rápidamente vuelvo a sellar la carta y la guardo debajo del ropero y enciendo todas las velitas que tengo a mi alcance y abro el ropero pongo mis abrigos en el fondo y quito el soporte de madera que los sostenía entonces busco en un pequeño cofre una navaja suiza que Margisia y yo encontramos y me siento en el respaldar de la cama a tallar el soporte de madera en forma de una lanza, la próxima vez no me va a tomar por sorpresa. No puedo estar indefensa, tengo que estar preparada, sé que vendrá a por mi.

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Llevo la cuenta y hoy se cumple la semana de nuestro castigo, por lo tanto hoy culmina este encierro en el que no he hecho nada más que pensar en cómo será mi siguiente encuentro con la directriz Rahel. No dejaré que me someta de la misma manera y tal vez el siguiente encuentro puede que se torne un poco más violento, por que sé que no me dejará tranquila hasta que encuentre eso que ella busca.



Camino hacia mi clase correspondiente y en el camino me encuentro con Margisia y ella camina con pasos apresurados hacia mí y se detiene.

-Tenemos que hablar, Fela.- me dice con preocupación.

-Lo sé, a la hora del almuerzo te espero y ahí hablaremos sobre nuestro nuevo punto de encuentro.


Ella hace un asentimiento con la cabeza y se pierde entre las demás chicas con túnicas carmesí.

Sin decir nada más, me retiro igualmente a mi próxima clase.


Mikaiyáh: príncipe inmortal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora