CAPÍTULO 64

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JOEL: no es nada, solo paso

TN: ¿Cómo que solo paso? -él se acercó a mí para saludarme, dándome un beso en la mejilla- estaba preocupada por ti

JOEL: ¿de verdad te preocupaste por mí?

TN: claro, no contestaste el teléfono, no supe nada de ti en todo el día, ni siquiera te reportaste a la oficina como enfermo ni nada

JOEL: lamento haberte preocupado, no me sentía bien y perdí mi teléfono, te mande ayer un mensaje pero no sé si tu numero estaba correcto

TN: no supe quién era lo siento y estaba haciendo comida

JOEL: no te preocupes, bueno, tenía citas ayer y hoy también cierto

TN: si, muchas y bueno, ¿Qué harás?

JOEL: iras conmigo, ¿trajiste mi agenda?

TN: claro –la saque de mi bolso- aquí esta

JOEL: toma asiento, sabes algo –camino hasta el otro extremo del escritorio, su oficina era demasiado linda, parecía una biblioteca, tenía muchos libros-

TN: ¿Qué pasa?

JOEL: me agrada que te preocupes por mí –hizo que me sonrojara de verdad mucho, estaba de verdad preocupada, pero no sé porque se lo dije- pero no te pongas rosa –yo intentando ocultarme y él lo notó, no le respondí nada, él se sentó y me observo- ¿Qué tienes?

TN: nada, estaba viendo la agenda

JOEL: te ves muy linda, por cierto, gracias por preocuparte

TN: ¿Cómo te sientes ahora?

JOEL: tengo un poco de dolor, pero estaré bien

TN: ¿quieres trabajar? Puedo cancelar tus citas y descansas

JOEL: no, estaré bien lo prometo –continuamos trabajando creo que si insisto fracasare con eso, mejor le dije las citas que tenía hoy y lo que se suponía que ayer haría al igual que le mencione los recados que tenía y bueno también el de Jaqueline-

TN: por cierto, la señorita Jaqueline llega mañana

JOEL: bien por ella, veremos cómo toma que ahora seas mi asistente

TN: ¿Qué?

JOEL: seguirás siendo mi asistente, no quiero que dejes de serlo, ella tendrá otras responsabilidades no se quedara sin trabajo no te preocupes

TN: pero, no creo que eso le agrade a ella

JOEL: no me interesa si le agrada, él que manda soy yo

TN: está bien –ya no dije nada, tenía la duda de como ella lo tomaría, se creía la dueña y señora de todo, pero bueno, eso no iba a ser más así, o eso pensaba, mi teléfono sonó un par de veces, creó que alguien estaba llamándome-

JOEL: contesta –lo tome y conteste, era Verónica-

TN: ¿Qué paso?

VERÓNICA: ¿Dónde estás? –Se escuchaba algo sospechosa-

TN: con el jefe, ¿Qué ocurre?

VERÓNICA: aquí están los señores Thomas y Derek, esperando al jefe, ¿Qué hago?

TN: espera –me despegue del teléfono y le hable a Joel- es Verónica, que dice que los señores Thomas y Derek están esperándolo en la oficina

JOEL: pásamela –le di el teléfono, solo observe, mientras él hablaba- Verónica? Si, diles por favor que en un momento les llamare, sí, gracias –el colgó, así que me dio el teléfono y lo guarde- ¿tienes el número de Thomas?

TN: si –le di el número ya que lo tenía anotado en la agenda, el marco el número y empezó a hablar con Thomas, seguí observándolo, ya no dije nada-

JOEL: te veo entonces en media hora en el hotel, gracias y discúlpame por hacerte esperar –colgó y volteo a verme- vamos!

TN: ¿ir? ¿A dónde? Tú estás enfermo, no puedes estar saliendo así nada más

JOEL: no me detendré de trabajar por tener un poco de fiebre, si me siento mal me regreso y ya, a la oficina no ire, no te preocupes

TN: bueno –ya que, no podía hacer nada, salimos de la oficina-

JOEL: Thelma, regreso más tarde

THELMA: pero... debes descansar, mejor quédate

JOEL: gracias, pero vengo más tarde, TN me acompañara

TN: no se preocupe, yo lo cuidare

THELMA: bueno, con cuidado entonces -salimos de la casa y llegamos a mi auto-

JOEL: ¿y este auto?

TN: es mío

JOEL: lindo, vamos en el mío

TN: pero... -el solo camino y tuve que seguirlo, llegamos al auto de Joel y subimos, empezó a conducir, veríamos a Thomas y Derek supongo- Thelma es una señora muy linda

JOEL: lo es, desde que vivo en Chicago ella trabaja en mi casa, cuando viene mi madre y mi abuela se llevan muy bien con ella

TN: eso es lindo

JOEL: si, ellas son lindas –íbamos en el camino platicando, veía que Joel estaba sudando demasiado, eso me asustaba, ¿se sentirá mal? O que le está pasando, le pregunte antes de bajar del auto-

TN: ¿te sientes mal?

JOEL: no –bajo del auto, no le creí en lo absoluto, baje después de él, y entramos al hotel, él iba muy guapo como siempre, esperamos en el restaurante del hotel, mientras platicábamos de mil cosas, hasta que Thomas llego, solo, Derek no venía con él-

THOMAS: chicos, que bueno verlos, Joel –nos saludó muy amable y se sentó, empezamos a hablar-

JOEL: ¿no vino Derek?

THOMAS: venía conmigo, pero dijo que quería ir a dormir, ayer se desvelo

JOEL: bien, entonces ¿Qué has pensado? –yo solo estaba ahí escuchando, ellos hablaron de negocios y bueno yo tome nota de lo que ellos me indicaron, estaba en verdad aburrida, no entendía sus pláticas, ellos tenían tiempo de conocerse y entre cosas formales sacaban cosas que les había pasado y así continuaron platicando, casi después de dos horas hablando- ¿firmaremos contrato entonces? -este contrato a lo que sabía, era de millones de dólares y de verdad era una cantidad enorme, solo veía a ambos pero Thomas no contestaba, Joel, estaba sudando, no creo que este nervioso, sospecho que se siente mal, todo se volvió tensión en el lugar, si este contrato no se firmaba, sería una pérdida grande- 

JUGUEMOS A ODIARNOS || HOT || JOEL PIMENTEL & TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora