CAPÍTULO 68

1K 56 1
                                    


VERÓNICA: bueno, vamos, tu primero

TN: ok –camine primero y fui hasta donde lo vería, llegue y me senté en una banquita que estaba ahí, espere por 3 minutos y la verdad no lo veía, no creo que en este tiempo cambiara, aparte Martha mi vecina, había descrito como era, y aún recuerdo que es igual así que, no sabía dónde estaba, mi teléfono sonó y conteste, era Eduardo, seguro ya me había visto-

EDUARDO: vi que ya llegaste, te espero en el estacionamiento, aquí no hablaremos

TN: ¿estás loco?, vamos a hablar aquí, ¿a qué le temes? -¿Por qué quería que fuera a otro lugar a hablar con él? Está enfermo, no pienso ir-

EDUARDO: dije que te espero en el estacionamiento, ¿entendiste?

TN: no quiero ir, hablemos aquí

EDUARDO: dije en otro lugar, te espero en la entrada del estacionamiento, mi auto es negro

TN: pe... -no pude decir nada me colgó el teléfono y ni siquiera lo vi, no sabía si ya se había ido a su auto o no, no quería ir, pero ¿qué hago? Esto me ponía un poco nerviosa, le envié un mensaje a Verónica-

MSJTN: amiga me llamo para decirme que iríamos a hablar a otro lado, no te preocupes, estaré bien

MSJV: estás loca, iré contigo

MSJTN: no, no lo hagas, eso puede ser peligroso

MSJV: ¿cómo crees que te dejare sola? Me iré en un taxi, te sigo

MSJTN: no quiero que nada te pase, pero estate al pendiente del teléfono –ella ya no contesto mis mensajes y yo tampoco ya no le envié otro, fui hasta donde me había dicho Eduardo, llegue y me pare esperándolo, él ya me había visto, un auto negro se estaciono justo frente a mí, bajo un chico, y me abrió la puerta de atrás, no me dijo nada, solamente subí, que confiada soy, no debí subir tan rápido, pero lo hice, no sabía que estaba haciendo ya, ahí está él, sentado a un lado de mí-

EDUARDO: no me saludaras, después de tanto sin verme

TN: dime que es lo que quieres rápido, que tengo que regresar a trabajar

EDUARDO: ¿en dónde trabajar preciosa?

TN: no te importa, dime ¿Por qué estás buscándome?

EDUARDO: tenía muchas ganas de verte, saber cómo estás, desapareciste repentinamente

TN: no lo hice, solo me aleje de ti

EDUARDO: ¿estas molesta conmigo?

TN: ¿Qué es lo que haces en Chicago?

EDUARDO: vine a firmar un contrato con un excelente amigo, pero no creo que mis negocios te interesen mucho, pero bueno aprovecho que estoy de visita por la ciudad para invitarte a salir

TN: si eso es todo, ya me viste, ahora me voy, detén el auto –solo quería bajarme de aquí-

EDUARDO: sabes, sigues siendo la misma mujer encantadora

TN: no me da nada de gracia lo que dices, ya me vista ahora déjame en paz

EDUARDO: vamos a comer, no te enojes, solo quiero estar un tiempo contigo, tanto te molesta mi presencia?

TN: no te imaginas cuanto

EDUARDO: ya deberías olvidar lo de tu prima ¿no crees? Ella y yo ya no estamos juntos

TN: eso no me interesa, me traicionaste y eso jamas te lo voy a perdonar lo sabes

EDUARDO: me encanta que tengas tanto carácter, eso me vuelve más loco

TN: imbécil

EDUARDO: sabes que me gustan las mujeres como tú, así que no ganaras nada diciéndome cosas

TN: solo quiero irme, así por favor déjame ir

EDUARDO: ¿Qué tanta prisa tienes? Acaso... ¿vas con alguien?

TN: eso no te importa

EDUARDO: ¿sales con alguien?

TN: es algo que a ti no te importa

EDUARDO: escúchame bien –se acercó a mí amenazándome- si yo sé que estas con algún hombre, ese imbécil morirá, entendiste!!!

TN: tu amenazas no me dan nada de miedo ¿si sabes eso? Y no, no salgó con nadie, así que déjate de estupideces y bájame ya, tuve que salirme del trabajo para venir, mi jefe se molestara si no me encuentra

EDUARDO: ¿tu jefe? ¿Un hombre?

TN: estas enfermo y no tienes por qué amenazarme, sabes perfectamente que tú y yo no somos absolutamente nada y yo puedo estar con quien yo quiera, así que ya olvídate de mí

EDUARDO: jamás te olvidare, eso lo sabes bien, eres solo mía

TN: ¿tuya? Si sabes que soy una persona verdad, no un objeto

EDUARDO: eso lo sé, pero no quiero que estés con otro hombre, yo te amo, y jamás voy a dejar de hacerlo

TN: ¿hablas de amor? Jajajaja –su comentario de verdad me dio mucha gracia, el auto se detuvo repentinamente, yo me volteé y estaba a punto de bajarme, intente abrir la puerta, pero tenía seguro- abre!! –Dije ordenando-

EDUARDO: no se te ocurra abrir –claro, él era su jefe tenía que obedecerlo- vamos a entrar juntos –entras juntos a donde, me asome un poco por la ventana, estábamos en un ¿hotel? ¿Qué hacíamos aquí? ¿Qué esperaba de mí? Enserio quería irme, necesitaba demostrarle que todo estaba bien y que no le temía, él bajo del auto y fue rápido al lado done estaba yo, abrió la puerta y extendió su mano para que saliera-

JUGUEMOS A ODIARNOS || HOT || JOEL PIMENTEL & TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora