JUGUEMOS A ODIARNOS || HOT || JOEL PIMENTEL & TÚ

CAPÍTULO 63

TN: ¿Quién habla?

X: ¿Joel no ha llegado?

TN: el sr. Pimentel no está aquí –yo entraba un poco antes que él, para tener todo listo cuando el llegara-

X: preciosa, podrías decirme, ¿Dónde lo encuentro?

TN: ¿Quién lo busca?

X: habla un amigo de él, Zabdiel, pero, no contesta aún su teléfono, es algo raro

TN: oh, sí, creó que debe estar muy ocupado –aún seguía preocupada por él, pero lo que dijo ayer Verónica, creó que tal vez era verdad, y ya no quiero pensar en él-

ZABDIEL: ¿ocupado? Pero, si, ayer no fue a trabajar

TN: si, pero puede que este con alguna chica o algo –dije algo molesta-

ZABDIEL: ¿chica? Jajajaja ¿Joel con una chica?

TN: ¿Qué tendría de raro?

ZABDIEL: él no es así, de Christopher lo puedo creer pero de Joel! Al menos que, lo he notado extraño, nos presentó a una chica, puede que sea ella –un hueco se formó en mi estómago, maldición ¿Qué era lo que estaba sintiendo?-

TN: puede ser

ZABDIEL: si, ella es realmente bella, tal vez este con ella, gracias... -soló me colgó, no dijo ni adiós, y bueno colgué, creo que sí, Joel, estaba con una chica, claro a mí me utilizo solo para tener sexo-

TN: idiota –me senté y me puse a revisar unas cosas, tenía varios correos por contestar, cheque y vi uno que me llamo la atención-

E-MAIL: necesitamos vernos –fue todo lo que decía el correo, pero, qué extraño, me mando un correo Joel, ¿Por qué quiere verme? ¿Qué no está con alguien? Aparte, ¿dónde quería verme?, conteste el correo, por suerte acababa de llegar hace como 5 minutos-

E-MAILTN: ¿qué sucede?

E-MAILJ: te espero en mi casa, ahora -¿estaba dándome una orden? Bueno, no le contesto y tome mis cosas, tenía muchas dudas, porque me mandaba correo, que acaso no tiene teléfono, oh espera, eso debe ser...él me mando el mensaje ayer, su teléfono se pudo perder, pero, ¿Por qué no vino a trabajar? Mil preguntas estaban rodeando mi cabeza, tome mi bolso, y las llaves del auto, también fui por su agenda, tenía que salir casi siempre con ella, salí de la empresa rápidamente, llegue hasta la casa de Joel en menos de 10 minutos, que velocidad la mía, llegue y toque el timbre, toque y toque varías veces, le iba a llamar, pero mi teléfono no tenía pila, ayer había olvidado cargarlo, toque nuevamente hasta que abrieron la puerta, era una señora, como de unos 50 años creó-

SEÑORA: buenos días, ¿usted es la señorita TN?

TN: si –que raro, ¿me estaba esperando o qué?

SEÑORA: soy Thelma, hago la comida y ayudo al joven Joel en la limpieza, él la está esperando en la oficina, pase por aquí –ok, no sabía que alguien ayudaba a Joel-

TN: gracias, que amable –fui tras ella hasta donde estaba Joel, antes de llegar a donde era la oficina- disculpe, ¿él ha estado aquí?

THELMA: si, desde ayer, no pudo salir, se enfermó horriblemente y ha estado en cama desde ayer

TN: ¿enfermo?

THELMA: si, tenía bastante fiebre, pero no quiso ir al doctor, le insistí mucho pero nada y creo que hasta su teléfono perdió

TN: me hubiera llamado

THELMA: no sabía que tenía novia –ella se detuvo, caminamos despacio-

TN: no, no soy su novia, soy su asistente

THELMA: oh, perdón, creí que la señorita Jaqueline era su asistente

TN: si, bueno, yo soy su asistente mientras ella está de viaje –había olvidado que ya mañana llegaba, que estúpida soy-

THELMA: oh, es que el joven me dijo que no le dijera a nadie, no quería preocupar a nadie

TN: está bien ¿Cómo sigue él?

THELMA: creo que igual, pero ya dijo que debía trabajar –ya no conteste nada, todas mis dudas sobre él habían sido resultas, por lo menos estaba aliviada de saber que no estuvo ayer con una mujer, eso me hacía sentir bien y no sabía ni porque, maldición me sentía hasta mal por no saber nada de él y ahora saber que estuvo enfermo, entramos a la oficina de Joel, wow, era de verdad grande, solo escuche su voz, se escuchaba normal-

TN: ¿de qué se enfermó el sr. Pimentel? –pregunte a la señora que estaba a un lado de mí, casi susurrando-

THELMA: le dio mucha fiebre y dolor de cabeza, ¿quiere tomar algo?

TN: estoy bien, gracias

THELMA: con permiso, la dejo para que hablen –salió de la oficina dejándome ahí sola, creó que Joel no se había ni dado cuenta que estaba yo ahí, estaba de espalda hablando por teléfono, no dije nada hasta que el colgó y volteó-

JOEL: hola –me vio y sonrió-

TN: ¿Cómo estás?

JOEL: bien y ¿tu?

TN: ¿Por qué no me dijiste que te enfermaste?