Tres semanas han pasado desde aquella noche en la que ambas fuimos sinceras con nuestros sentimientos. Después de haber sido sinceras dormimos juntas, en toda la extensión de la palabra, solo dormir. Ella abrazándome dejando descansar su mano sobre mi abdomen demostrándome que no estoy sola.
A la mañana siguiente de aquella noche, cuando desperté Jiho no estaba conmigo en la cama. Admito que me desilusione un poco, pero luego termine corriendo hasta el baño para sacar de mi organismo todo lo que había comido la noche anterior.
Si, tenía nauseas matutinas y la mayoría terminaban haciéndome vomitar. En cuanto termine de limpiarme la boca sentí su presencia en el umbral de la puerta del baño, voltee a verla y note su ceño fruncido y su mirada clavada en mí.
Cada mañana era lo mismo, no siempre dormíamos juntas pero cada que ella se quedaba a dormir conmigo o yo con ella, siempre despertaba sola. Comenzaba a creer que se iba a mitad de la noche y eso me dolía, hasta que no logre guardarlo más.
Flash back.
-¿Te encuentras bien? -dos semanas han pasado y siempre pregunta lo mismo.
-Lo estoy, náuseas matutinas, ya sabes -intente quitarle importancia.
-¿Segura? Te noto más pálida de lo normal -comenzó a acercarse.
-Solo estoy cansada -bostece tapándome la boca.
-¿Segura que solo es eso? -sentía su mirada leer mi alma.
-¿por qué cada que me despierto no estas a mi lado? -susurre agachando la mirada.
Me detuve justo frente a ella esperando una respuesta sin mirarla, me sentía avergonzada y un tanto lastimada por despertar a solas. Levanto mi rostro y ella sonreía. Quería enojarme, ¿Acaso se estaba burlando de mí? Quería darle una paliza por tener esa sonrisa tan perfecta que no me dejaba enojarme por más que se estuviera burlando de mí.
Pero... ¿En realidad se burlaba de mi o yo simplemente divagaba como siempre?
-Cada mañana antes de que salga el sol, salgo a correr, regreso y entreno un poco en el gimnasio que adapto mi papá en una de las habitaciones de invitados y cada que termino me baño para que no me encuentres toda sudada -me sonroje.
¿Por qué tenía que ser tan perfecta?
-¿Y es necesario que hagas todo ese ejercicio? -ni siquiera tengo el control de mi propia boca cuando ella está frente a mí. Ok, eso no sonó tan bien.
-Tengo que hacerlo... -se sonrojo de manera suave -estar cerca de ti, no es nada fácil para mí -susurro.
No entendía nada. ¿Era tan difícil convivir conmigo que ella necesitaba desquitar todo el estrés que le daba entrenando? ¿Tan malo era dormir a mi lado o vivir conmigo? Mis ojos se llenaron de lágrimas. Bueno, estoy más sensible cada día.
-Lamento estresarte tanto -susurre bajando la mirada de nuevo pasando a su lado.
Lo único que quería era meterme en la habitación, tirarme a la cama, cubrirme con la cobija y llorar hasta secarme. Y eso hice, no hice caso cuando ella me llamo desde el baño, ni cuando me pidió que no entrara a mi habitación. Menos ahora que estaba tocando a mi puerta.
-Arin -sentí como se sentó a mi lado en la cama -Por favor Arin, déjame explicarme.
-No... no tienes... por qué explicarte -solloce.
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Caminos Cruzados (Adaptación Jirin)
FanfictionChoi Yewon; 17 años. Tres meses de embarazo, sin hogar, sin trabajo, sin familia y todo porque se equivocó en el amor. La única persona que está en contacto con ella, Mina. Kim Jiho; 18 años, lo tiene todo. Excepto un amor verdadero. Su familia la q...