Capitulo 15

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¿Dónde estaba? ¿Qué me había pasado? ¿Qué era ese fuerte olor que me llegaba? Ugh, lastimaba mi garganta… oh, es alcohol. En serio, comienzo a asustarme, ¿Qué paso? Poco a poco comienzo a escuchar a lo lejos muchas voces hablando, pero no logro abrir mis ojos, aun me siento mareada, y sinceramente no tengo ningún sentido de la orientación.

-Jiho, deja que tenga aire… tu harás que se asfixie -¿Esa es Suni?

-El alcohol debió de haberla despertado… ¿No será algo más? –Aww, Seunghee estaba preocupada.

-Lo siento mamá, la llevare al doctor, no puedo esperar más –Jiho prácticamente suena desesperada, es un amor.

Jihi… Jiho… Jiho… esperen. ¿Jiho? ¿Eunseo? ¡Un beso!

Comienzo a luchar porque mis ojos se abran, no quiero que Jiho este cerca de mí, al menos no por ahora. Ugh Eunseo, está en mi lista negra, aunque nunca tuve una pero por ella la estoy fundando.

Mis ojos se abren, pero me cuesta enfocarles. Logro distinguir ¿El despacho de Suni? Sí, estoy en su sillón. Seunghee está frente a mis pies, a un lateral del sillón. Volteo el rostro y noto a Suni con un algodón en la mano, creo que ella me estaba ¿reanimando? Mi mente me traiciona ¿O será mi corazón? Alguno de los dos, pues mis ojos no pueden evitar buscar a Jiho, y la veo junto a su madre con una expresión de pánico aun dibujada en su rostro. ¿Esta pálida? Vaya.

-¿Qué… qué paso? –susurro. Perfecto, no puedo hablar bien.

-Te desmayaste después de ver como Jiho me recibió con un beso –esa voz chillona. Eunseo.

-¿Podrías callarte? Es más, ¿qué mierda haces aquí? Ya hiciste suficiente, lar…

-¡Jiho! ¡Contrólate! –Su madre la interrumpe, provocando que todas nos sobresaltemos.

-Gracias Suni, tu hija estaba siendo… bastante descortés –se quejó la chica delgada.

No lograba verla y sinceramente no quería hacerlo, pero por su voz suponía que estaba a la altura de la puerta, tal vez un poco más adentro del despacho. ¿Qué hacia ella aquí? Más bien… ¿Por qué estaba esperando a que me despertara?

-Eunseo por favor… te voy a pedir que te retires, ya has hecho mucho ¿No crees? –sutil manera de correr. Bravo Suni, bravo.

-¿Qué? Es una broma, ¿Cierto? –hablo indignada.

-Con tu beso asombroso hiciste que Arin se desmayara… inclusive yo estaba a punto de desmayarme –se burló Seunghee.

-¡No las soporto! –chillo para luego hacer sonar su tacón contra el piso con rumbo hacia el elevador.

-No entiendo que le viste –Suni le recrimino a su hija, sin dejar de mirarme -¿Estas bien? –pregunto con una sonrisa en los labios.

-Sí, solo… estoy un poco mareada y… -mi estómago se adelantó rugiendo, haciendo que me sonrojara.

-Jiho, llévala a casa, tomen lo que resta del día libre y cualquier cosa me informas –la mujer mayor se puso de pie frente a mí mientras le daba indicaciones.

-Primero voy a llevarla con un doctor y luego a casa –mire el rostro de Jiho, estaba pálido, más de lo normal.

-Llévala solo a casa, que coma bien y que repose viendo alguna película o serie de televisión o reality show –camino hasta su escritorio.

-¡Se desmayó! ¡Voy a llevarla al doctor! –grito desesperada la chica de ojos cafes, provocando que Seunghee y yo diéramos un brinco por el susto.

Caminos Cruzados (Adaptación Jirin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora