𝙏𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ» • 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐈𝐆𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 •

Ⓣ 𝐂𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐨 Ⓚ

— ¿Una cita? — repitió, sorprendido. — ¿Conmigo?

Jungkook se rio de su expresión.

Se había vuelto un hecho recurrente que Jaein en ocasiones se sentara algunos minutos junto a él y Taehyung a la hora del almuerzo, siempre que Yoongi no estuviera cerca porque era muy incómodo para ella, porque hubo un tiempo desde medidos de la secundaria hasta... hacia algunos pocos meses, en los que había estado enamorada de él, si es que "enamorada" era siquiera la palabra correcta.

Ya era un asunto superado, pero Taehyung siempre lo había sabido (le parecía tan curioso como extraño) y Jaein aun sentía un poco de vergüenza al estar cerca del mayor, aunque este jamás lo notaba porque no eran realmente cercanos, en comparación a como lo era con su hermano.

Taehyung seguía considerando a Jaein una buena aliada y amiga. Era divertida, amable y atenta con él, y la única cercana a Jungkook de su clase. Tuvo que revelarle su condición por la insistencia de la castaña de no dejarlo sólo en las clases luego del incidente con Lee Minseok, porque ella detestaba a los abusivos.

Por ese motivo, el menor ya comenzaba a considerarla una amiga, y Taehyung alentaba la idea de que se llevaran bien, pero ese día, en lugar de conversar sobre el clima o algún chisme que rondara por los pasillos, Jaein se plantó frente a ambos y, sin siquiera llegar a saludar, le preguntó a Taehyung si podría salir con ella en dos días.

— ¿Qué es exactamente lo que me estás pidiendo? — inquirió confundido.

— Sólo ve como mi acompañante a ese banquete aburrido. Es una cosa formal, pero mis padres quieren presentarme a gente aún más aburrida, e ir sin un acompañante no es opción para ellos. — explicó en voz baja. Lucía un poco estresada. — Sé que suena tonto llamarlo "cita", pero mi madre no deja de molestarme con ello, y eres el único chico que conozco al que no me da vergüenza preguntarle...

— No sé cómo debería interpretar eso.

— Necesito este favor, en verdad. — colocó ambas manos entrelazadas bajo su barbilla, y luego miró a Jungkook. — ¿Puedes convencerlo? A ti te hace caso.

El menor frunció el entrecejo, algo confundido por aquella acotación, y se encogió de hombros sin estar seguro de como proceder.

Taehyung suspiró profundamente, sin estar del todo seguro, pero principalmente era un buen amigo. Tomó un poco de su malteada, mientras Jungkook le daba una mordida a su sándwich, mientras que su otra mano destapaba el frasco para introducir un pequeño papel y volverlo a cerrar.

— Creo que no es el modo apropiado de invitarme a salir. — mencionó entonces Taehyung.

— ¿Disculpa?

— Le falta... ya sabes, carga emocional.

Jungkook contuvo un suspiro mitad risa, y Jaein miró a Taehyung como si quisiera lanzarle su almuerzo por la cabeza, sabiendo que sólo quería burlarse de ella, pero no tenía más opción porque sabía que negarse era llevar la situación a nada.

— De acuerdo. Kim Taehyung. — comenzó, con una sonrisa leve, y con deseos de patearlo por debajo de la mesa ante la mirada burlona del mayor. — ¿Me harías el honor...?

— Espera, estás demasiado tensa. — la interrumpió. — Relájate, imagina que tienes dieciséis años otra vez, y que soy Yoongi hyung. — se rio un poco, cuando repentinamente sintió una patada. — ¡Auch!

— Kim Taehyung. — comenzó de nuevo, ignorándolo. — ¿Me harías el honor de acompañarme a ese condenado banquete de gente vieja e importante para que mis padres no pierdan la esperanza de que pueda casarme en un futuro con alguien que definitivamente no serás tú?