𝙏𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ» • 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐈𝐆𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 •

Ⓨ Pizza Ⓜ

Vale la pena decir que las otras cuatro personas además de Jimin se sorprendieron enormemente cuando lo oyeron lanzar aquel grito, y luego el azote de la puerta que fue tan fuerte que creyeron que podría derribarla.

— ¿Qué te sucede? — Jungkook y Taehyung oyeron hablar a Seokjin cuando se acercaron a la entrada, mientras Jimin parecía mortificado. —¿Le cerraste la puerta en la cara al de las pizzas?

— Era él. — musitó el rubio, con evidente pánico, pero ninguno de los tres llegó a oírlo.

— ¡La pizza, Jimin!

— ¿Quieres que yo abra? — preguntó Taehyung preocupado, soltando la mano de Jungkook para caminar hasta la puerta, acercándose a la mirilla de la puerta para ver del otro lado, sólo por seguridad. — Oh, es Yoongi hyung. Llegó antes de lo que creí.

— ¿Yoongi hyung? — repitió Jimin, creyendo que todo debía ser una maldita broma.

— Es el hermano del chico, Jimin, ¿qué sucede contigo? Le cerraste la puerta en la cara. — Seokjin estaba confundido, notando la tensión en el rubio. — ¿Te sientes bien?

Jimin lo ignoró.

Oh, estaba en problemas. Grandes problemas.

Yoongi intentaba acomodar las ideas en su mente y quizás intentando procesar lo que acaba de suceder cuando la puerta volvió a abrirse, y esta vez ya no era Jimin quien estaba del otro lado, sino un sonriente Taehyung que lo observaba con satisfacción, seguramente por haberle hecho caso con el asunto del cabello.

Por un momento, creyó que quizás el suceso de hacia veintidós segundos atrás podría haber sido un sueño, pero descartando la posibilidad muy rápido, y notando la mirada del castaño, Yoongi se apresuró a darle la bolsa de papel con las donas, sabiendo que eso era lo que Taehyung esperaba, y entonces el menor sonrió aún más, abriendo más la puerta e invitándolo a entrar.

— Creímos que eras las pizzas. — mencionó mientras el mayor cruzaba el umbral

— Lamento decepcionarlos, — por el rabillo del ojo, había notado a quien le cerró la puerta en la cara, como si Yoongi hubiera sido la muerte llegando por su alma. — pero no hacía falta cerrarme la puerta en la cara.

— Lo sentimos por eso. — habló Seokjin, y al fijarse en él, Yoongi nuevamente vio a Jimin, confirmándose algo que no necesitaba ser confirmado, porque realmente era él, sólo que esta vez estaba escondido detrás del más alto de manera disimulada.

Jimin asomaba la cabeza con cuidado, notando apenas la mirada de Yoongi sobre él, porque de inmediato el mayor la apartó para saludar a Jungkook como de costumbre.

Aparentemente, Jin hyung no había oído a Suga decir su nombre, e internamente lo agradecía porque no había salido de su propia sorpresa como para explicar toda la situación a sus mejores amigos, ¡o a Taehyung! Oh, cielos, ¿por qué el destino amaba burlarse de él en su cara?

— Qué gusto verte de nuevo, Yoongi, por un segundo no te reconocí por el cabello. — Jin hyung estrechó la mano del pelinegro, y luego se hizo a un lado. — Él es Park Jimin, y te debe una disculpa.

Suga hyung era apenas más alto que él, y se veía más atractivo que en las fotos, pero Jimin de todos modos se sentía intimidado por su presencia y el modo en que lo miraba, cosa que extrañó un poco a sus amigos porque el rubio no solía ser una persona tan tímida.

— Bueno, hola Jimin. — su voz sonaba mucho mejor que por teléfono, y Jimin quiso golpearse por pensar justamente ese tipo de cosas en esas circunstancias. — Soy Min Yoongi.