𝙏𝘩𝘦 𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘐 𝘭𝘰𝘷𝘦 «ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ» • 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐈𝐆𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 •

Ⓣ 𝐈𝐧𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞 Ⓚ

— ¿Operación qué? — la chica frente a él comenzó a reírse. — ¿Qué clase de nombre extraño es ese, Taehyung oppa?

— No es extraño, es su nombre. — exclamó, con una mueca ofendida. — Jeon Jungkook.

—  Bien, como digas. — sin dejar de sonreír, asintió con la cabeza.

Al ser una estudiante curso inferior (y por fortuna, buena amiga de Taehyung) Jaein podía llegar a ser su mayor fuente de información al compartir clases con el objetivo. Una buena aliada.

— Apenas lleva unas semanas aquí y no he visto que haya intentado relacionarse con alguien. Es muy callado, así que mis demás compañeros tampoco intentan acercarse a él.

— ¿Si quiera lo intentaron?

— Nuestro presidente de clase le dio una bienvenida como lo usual, y quiso hacerlo sentir cómodo, que nos hablara un poco de él, e incluso le ofreció darle un recorrido por la escuela, pero Jungkook sólo hizo — negó con la cabeza fijamente, con expresión neutra que casi hizo reír a Taehyung por la buena imitación. — y... fue algo incómodo. Nadie estaba seguro de que decir.

— ¿Qué más sabes?

— Es bastante listo. Cuando pasa a la pizarra resuelve todo de inmediato, matemáticas, química... por ahora creo que no hay nada que haga mal, excepto por socializar. — sonrió de lado. — Sí, le falta un poco de habilidad social, pero puede que sea un combo completo: es apuesto e inteligente.

Taehyung escuchaba atentamente la información mientras la almacenaba en su carpeta mental de nombre "Operación secreta."

— Y... sé que es de Busan, acaba de cumplir los dieciocho, no mucho más. — se encogió de hombros. — ¿Por qué tanta fijación en él?

Taehyung no tenía una respuesta clara a eso, en realidad, de manera que sólo se encogió de hombros.

— Creo que es interesante, me gustaría ser su amigo.

Ella se rio: — Tú eres amigo de todo el mundo.

— Lo sé, pero realmente quiero que Jungkook sea mi amigo. — y no mentía.

Se conocía lo suficientemente bien para saber que no era sobre el frasco de pequeñas notas, sino también sobre el mismo Jungkook. Algo en él resultaba muy interesante y llamativo.

— Bueno, si sirve de algo, siempre es el último que sale del salón, noté que es bueno dibujando, y en su cuaderno tiene algunas pegatinas con personajes de videojuegos, o eso creo. — dijo entonces. — Es algo infantil tener esas cosas, pero también lindo, creo.

Taehyung apuntó eso a su lista mental. Videojuegos, sería de gran ayuda puesto a que él amaba los videojuegos, necesitaba cosas en común a su favor.

— Genial, creo que con eso me basta. — asintió, muy satisfecho. — Gracias por responder cosas tan extrañas, Jaein.

— No hay problema. Intentaré averiguar más si eso te ayuda. — se incorporó con una sonrisa. — Buena suerte tratando de llegar a él. — e hizo un gesto con su mano antes de perderse en el pasillo camino a su siguiente clase.

— ¡Me deberás algo si lo consigo!

— ¡Trato hecho! — lo apuntó con su dedo, caminando de espaldas, hasta que chocó con alguien y se disculpó muy avergonzada antes de escapar.

Taehyung tomó una respiración profunda, un poco más confiado.

— De acuerdo: Videojuegos, Busan, chico listo, dieciocho años. — repitió un resumen de lo que recordaba mientras daba media vuelta para ir a su propia clase. — Jeon Jungkook.

Toda su confianza se fue directo al retrete en cuanto notó que el mencionado Jeon Jungkook estaba a dos metros de él, con la mochila en su hombro y el frasco de vidrio entre sus brazos, mirando a Taehyung con las cejas alzadas y, por primera vez, mostrándose algo sorprendido.

Mierda, había escuchado todo.

Taehyung sintió que necesitaba urgentemente una capa de invisibilidad, un milagro o quizás a Yoongi hyung gritándole en el pasillo exigiendo algo que le debiera para poder salvarse de tan embarazosa situación, pero ninguno de esas cosas aparecería y, por muy sociable que fuera, ¡tenía algo de orgullo y dignidad! Que acababan de ser pisoteados, claro.

Aun así, por su instinto básico de "hablar sin pensar" sólo habló.

— Uhm, hola... — mierda, mierda, mierda.

Jungkook seguía mirándolo, como si pidiera una explicación, y Taehyung no tenía un hoyo en el cual meterse para ocultar lo incómodo de la situación. Era mucho más frustrante porque el menor no decía nada, ¿acaso Taehyung debía hacer todo el trabajo?

— ¿Puedes sólo pretender que, uhm, esto no pasó? Es decir, finge que... ya sabes, que no mencioné tu nombre ni nada de eso. Tú no oíste nada.

Lo siguiente fue más inesperado, Jungkook abrió la boca para responder, pero acabó oyendo un suspiro mitad risa, a la vez que baja la cabeza, y Taehyung juraba que había un atisbo de sonrisa en sus labios.

Cuando el menor volvió a mirarlo, mordía levemente su labio inferior, como si quisiera contener una mueca, y simplemente asintió suavemente con la cabeza, antes de pasar justo a su lado y seguir su camino de largo, sin volver a mirarlo. Taehyung contuvo la respiración en todo ese momento, porque estaba muy cerca de ser consumido por la vergüenza.

— ¿Por qué estás ahí parado con cara de idiota? — quiso saber Yoongi al encontrarlo unos cinco minutos después.

— Recuérdame no estudiar para ser un detective o agente secreto. — musitó, aun intentando procesar lo que había sucedido. — Creo que acabaría muriendo de hambre.

— Eh, seguro. — frunció el entrecejo, acostumbrado a la rareza de Taehyung. — ¿Has visto a Hoseok?

— Dijo que se iría a casa antes, porque no se sentía bien.

— Entonces iremos por él al salir. — tomó del brazo al menor para guiarlo al pasillo. — Perdió una apuesta y quiero mi dinero.

— Hyung, creo que acabo de arruinar toda la operación Jeon Jungkook.

— Bien, puedes contarme en el camino. — respondió, pero al notar la expresión tan conflictiva del menor, resopló. — Te compraré algo también, anda.

Y Taehyung aceptó, más animado. Pasaría muchos momentos vergonzosos a lo largo de su joven vida, pero que Yoongi hyung le comprara algo no era un suceso frecuente y debía aprovecharlo en el momento y sin desperdicio.

Reporte de la operación Jeon Jungkook: atisbo de sonrisa.