REENCARNANDO

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Entonces ahí estaba, totalmente acorralado y sin ninguna escapatoria.

Mi complice aún sostenía la arma apuntando al rehén que habíamos capturado.

-¡¿No crees que esto es ir demasiado lejos?! -Me gritó.

Ambos estábamos sudando ya que era un momento de suma tensión, la policía estaba frente a mí y ya no podiamos hacer casi nada salvo seguir amenazando con matar a la rehén.

-¡Están rodeados, sera mejor que se rindan! -Exclamó uno de los policias.

-Charles ya me quiero largar de este lugar... -Susurró mi inútil cómplice.

No sabía muy bien que decidir, si este pais no fuese miserable quizas hubiese tenido mejor suerte al robar en otro lugar. Europa... ¡Al menos hubieses sido mas formal!

-¡Matala! -Le ordené a lo cual el me miró anonadado.

-¡¿Que?!

-¡Si no lo haces tú lo hare yo! -Le quité el arma y la volví a apuntar.- ¡O nos dejan salir de aquí o les juro que la cabeza de esta chica la volare de un disparo! -Dirigí mis palabras a la policía.

Empezaron a murmurar sobre si hacerme caso o no.

-Muy bien... -Le puse el arma mas cerca a la cabeza.

-¡Esta bien, te dejaremos ir! ¡Solo suelta a la chica! -Grito el oficial.

-¿Ves? Te lo dije Camil saldriamos ilesos de esta...

Tomamos las bolsas con el dinero y nos dirigimos hacia la puerta.

-¡Tontos! -Me burle de ellos mientras cruzaba la puerta.

Camil subió el dinero en el auto. Era el momento de escapar de este lugar. Solte a la chica...
Una mala decicion.

Me golpeo rápidamente con una patada que me hizo caer al suelo.

-¡De prisa! -Gritó Camil desde el auto.

-¡Me las pagaras luego maldita mocosa! -La ignore y fuí al auto que ya estaba en marcha.

-¡No lo haras! -Se escuchó el sonido de un disparo.

-¿Que? -Deje de correr.

Camil me miró desde el auto algo sorprendido y luego se fue solo.

Ya no podia sentir nada, ni odio ni tristeza. Toque mi pecho y vi que salia sangre de ahí. Finalmente caí, dandome cuenta de lo que realmente paso. He muerto.

(...)

Al cerrar los ojos todo era sumamente oscuro. Parece que he quedado en medio de la nada...

No existe ni cielo ni infierno entonces, que dilema. Realmente pense que por las cosas que hice iria al infierno pero no fue asi.

-Estas aqui por una razón más... -Dijo una voz a lo lejos.

-¿Quien eres y donde estoy? -Grite.

Estaba empezando que esa voz provino de mi cabeza y al preguntar parecia que hablaba solo.

-Fufufu, es raro ver como los mortales hacen cosas tan malas para luego arrepentirse y quisiera ver eso en ti.- Volvió aquella voz.

-¡Sal de una buena vez!

Se iluminó el suelo mostrandome un pequeño sendero. No tuve más opción que seguirlo ya que no tenía otra alternativa.

-Vamos, ya estas cerca.- La voz iba en aumento así que me apresure.

-¡Si esta es una maldita broma te juro que moriras por esto!

Llegue al final del sendero. Y.... ¿Habia una chica ahi?

Estoy seguro de que es una chica, mi instinto masculino no me engaña, ¡¿Que hace alguién como ella aquí?!

Tiene rasgos de una chica normal. Cabello rubio, ojos color miel y parece adolescente. A juzgar por la forma en la que esta vestida debe ser de otro lugar, ¿Quien usaria un vestido en invierno? A cierto, estoy muerto aquí no existe esa ley.

-Fufufu, de seguro te estás preguntando que es este lugar y quien soy yo...

-Si...

-Bien... Te lo diré. Mi nombre es Tenma, soy la encargada de redirigir a las personas hacia su nueva vida...

-¿Que rayos dices?

-En pocas palabras me encargo de hacer que las personas como tu vuelvan a nacer, algo que conocen como reencarnacion...

-¡¿Reencarnacion?!

-Así es, y al parecer has muerto luego de aquel intento de asalto a un banco. Debo admitir que fue algo gracioso ver como agonizabas de dolor, era un gran escandalo.

-¡¿Te vas a burlar de mi?! -La agarre de la parte del cuello del vestido.

-Tranquilo.- Se libro de mi agarre.- Yo solo te dare una nueva vida y ya.

-¿Entonces a donde me enviaras? ¿A un mundo de RPG?

-No, esos son muy aburridos a mi parecer. Solo volveras a la vida en tu propio mundo y ya.

-¿Hay alguna letra chica en el contrato?

-Pues... -Guardó silencio por un instante.- Creo que lo unico malo es que apareceras en otro país y quizás no te acostumbres tanto a tu nueva vida desde un principio.

-¡Mejor matame!

-¿Se supone que estas muerto no?

-¡Pero tu no! -Me acerque a ella y la tome del cuello.

-¡Mandales mi saludo a tu nueva familia! -Chasqueo los dedos.

-¿Que? ¡No, espera! -Me empecé a desvanecer en lo que parecia ser polvo de estrellas.

-¿Te mencione que el sexo en el que reencarnas puede variar?

-¡Maldita chica de...!

-Fufufu, se fue al fin. Me pregunto que tan bien le irá a ese sujeto...

(...)

HOSPITAL DE JAPON
16 DE SEPTIEMBRE DE 2005
10:55 AM

-Según los resultados, ha salido perfectamente bien. No tiene ningún problema de salud ni nada.

¿Que? Parece que me quede dormido luego de que esa chica me mandara a parar a este extraño lugar.

-Muchas gracias doctor, se lo agradezco mucho.- Oí la voz de una mujer.

¿Doctor? Ya veo... Asi que he vuelto a nacer, y por lo visto este es el hospital valga la redundancia.

Entonces la mujer que me sostiene debe ser mi madre. Diría que es bastante hermosa. Su cabello rubio y esos ojos de color cafe si que le caen muy bien con esa sonrisa.

-Le recomendaria descansar un poco antes de irse.- Dijo el doctor saliendo de la habitación.

Supongo que era verdad lo de esa chica, ella me hizo reencarnar. Bueno no tengo problema en eso despues de todo podre empezar desde una edad mas temprana mis acciones.

-Bien, debes de estar con algo de hambre.- Se descubrió el pecho.

Es una de las pocas veces que veo el pecho de una mujer. Supongo que debo de aprovechar esta oportunidad y hacer lo que me plazca. Si soy un poco mas mayor podre violarla quiza.

-Bua~ Bua~ -Sin querer solte esos llantos.

-Ya no llores.- Me apreto contra su pecho.

Parecia que mi cuerpo actuara solo, probe el pecho de mi nueva madre.

-Eres tan linda Natsuki-Chan... -Me miró con una sonrisa.

Esperen... ¡¿Como me dijo?!

¡¿Reencarne como una chica?! ¡Maldicion!

Reencarnando en una Loli R!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora