A Strom Blowing Up Your Horizon

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Cuando llegaron a la puerta de la propiedad en donde vivía Seokjin, Jungkook observó el paisaje a su alrededor. La hierba verde brillante cubría el frente de la propiedad y se extendía hacia atrás, con arbustos de color lila que bordeaban un pequeño jardín delantero. Había tantos tipos de flores por todas partes; La única razón por la que Jungkook reconoció las lilas fue que las había encontrado en su búsqueda de la flor que quedaba en la primera escena del crimen.

—Es hermoso, ¿no?— La voz de Namjoon estaba mezclada con una tristeza agridulce mientras observaba el sitio desde el asiento del piloto. Jungkook se volvió hacia él y asintió, sonriendo levemente una vez antes de mirar por la ventana nuevamente.

—Quería que estuviera en un lugar tan hermoso como él, para que no tenga que olvidar. —

Jungkook no le preguntó qué era lo que temía que Seokjin olvidara porque no necesitaba hacerlo. Según los médicos había olvidado todo. No creía poder culpar a Namjoon por esperar contra la esperanza de que algo quedara. Él querría lo mismo si fuera The Monster el que estuviera  ahí dentro. Se quedó en silencio, reflexionando sobre esos pensamientos mientras se detenían en el camino hacia la puerta principal.

—Espera aquí.— Dijo Namjoon con severidad antes de salir para agarrar la silla de ruedas de la parte trasera del auto.

—Como si tuviera que ir a otro lugar— murmuró el joven en voz baja una vez que Namjoon cerró la puerta.

Aprovechó la oportunidad para observar can más detenimiento el edificio en el que se encontraba la casa.
'El Centro de Rehabilitación de Greenburnestaba' escrito en una placa de bronce al lado de las pesadas puertas de roble. La estructura real era de ladrillo rojo y parecía tener al menos treinta años. Se desprendió un ambiente relajante y sus nervios disminuyeron solo un poco . Se parecía más a un castillo que a un hospital. Entendió por qué habían elegido este lugar.

Namjoon rodeó el auto y abrió la puerta, desplegando la silla y ayudando a Jungkook a sentarse. Se dirigieron a la recepción. Fue un poco difícil luchar con la puerta principal, pero una vez que estuvieron en el resto fue fácil.

La mujer de la recepción parecía conocer a Namjoon. Ella dudó solo un segundo en el rostro de Jungkook antes de sonreír y saludarlos. El mayor lo empujó por el pasillo, moviéndose a través de cada giro con confianza y sin pausa. Por supuesto que él sabría perfectamente el camino; Lo había estado tomando todas las semanas durante años.

Se detuvieron frente a una puerta cerrada, 253 K. Seokjin. escrito en ella. —Eso es todo. ¿Estás listo?— La voz de Namjoon no parecía más segura de lo que Jungkook sentía.

Respiró hondo e intentó no pensar demasiado en lo que iba a suceder. —En realidad no.— Admitió. —Para ser honesto, estoy un poco nervioso por lo bien que hablas de él.—

Namjoon se agachó delante de él. Puso su mano sobre la de Jungkook y le dio una sonrisa tranquilizadora. —No hay nada de que preocuparse. Te amará. lo prometo.—

Jungkook asintió con la cabeza pero por dentro todavía estaba nervioso. Seokjin era la persona más importante en el mundo para Namjoon, y conocerlo sería algo importante, dado que ahora estaba en una relación con la otra persona que vive dentro de su cuerpo. Tenía que dar una buena impresión aquí. Estaba seguro de que si lo hacía, Namjoon finalmente lo aceptaría al 100% y él y The Monster podrían continuar (relativamente) sin problemas.

—Está bien.— Dijo Namjoon, levantándose y agarrando la perilla de la puerta. Miró a Jungkook, sus ojos almendrados brillaban de una manera que el más joven nunca había visto antes, y sonrió de oreja a oreja. —Vamos a hacerlo.—