once 🌻 taegi

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—No va a salir mal— La japonesa miró a su amiga fijamente, Yoonji sonrió.—, ¿Qué tanto puedes arruinar algo?

—No hay límites.

—Los hay.

—Los había, antes de que me conocieras.— MinGi sonrió victoriosa. Hoseok le propuso el cliché barato de “ponte los audifonos y finge que no estás mirando por donde caminas para chocar con él y que te atrape”. La chica acomodó su collar de calavera conforme la palida se iba acercando más y más al alto. Min pasó una pierna entre las de Taehyung para tropezar, pero accidentalmente pateó los testiculos de Taehyung, y ambos cayeron al suelo.

—¡Estúpida de shit!— Taehyung se quejó en un chillido con las manos en la entrepierna cuando vio que se trataba de su amiga.

—A la mierda, perdón— Yoon acarició su rodilla con el raspón sangrante y la piel levantada, su falda también se había roto justo delante de su entrepierna.—, oh shit, oh shit, hoy no tengo shorts— Su rostro se tornó rojo de la vergüenza mientras intentaba sostener la falda en su lugar.—, lo siento, no pensé que fuera a pasarme algo así. Intente copiar tu mamada de caminar con los putos audífonos.

—No me culpes, perra sucia.— La mayor hizo un puchero. Yoongi intentó enderezarse y un muchacho que trató de brincarla le pateó la cabeza.

—Demonios, me traes jodida mala suerte.— Se fijó antes de levantarse mientras ayudaba al otro a hacerlo por igual.

—¿Yo? Tú me pateaste los huevos como una salvaje.— El chico miró a nuestra estúpida protagonista hacia abajo y se sonrojó apartando la mirada.

—¡No fue intencional! ¡No estaba mirando!— Sollozó, levantando la pierna sólo para mirar su piel desgarrada aún colgando y el brpte de sangre que no se detenía.

—Oye Min, tus piernas son muy bonitas y eso, pero se ve tu... Tu lenceria.— Una expresión de terror surcó por completo el colorado rostro de la chica, quien volvió a cubrirse.

—Puedo explicarlo— Tartamudeó.—: hoy tengo una noche especial con— Miró entre la multitud, primero pensó en Hoseok y Jimin, un trío o algo así, pero la imagen de Mariko quitándose la pintura de las uñas se atravesó primero.—, ¡Con ella! Vamos a ir a que nos hagan un retrato lésbico, ¡Las dos tenemos la misma prenda!— Gritó exaltada. Algunas chicas de primero —que secretamente se la querían coger desde alguna vez en la que MinGi ayudó al representativo de música con el bajo y a rapear una parte que nadie podía soportar durante un festival— voltearon con celos hacia la japonesa.

—Wow, vaya— Se quedaron en silencio unos minutos, la bajita cabizbajo mientras el alto se relamía los labios. La chica tenía algo, su cuerpo era exótico, sus rasgos y su voz igual. Era atractiva.—Bueno— Le acarició la cabeza.—, si algún día ocupan un retrato hetero, me postulo.— Se rió, antes de guiñarle el ojo e irse.

—Me sorprendes, Yoongi— Mariko se acercó, sonrojándose cuando vio el desprecio con el que la miraban.—, te sobreestimé, en verdad no tienes límites.