El Novio del Dios del Dolor (II)

Mulan-Style

R I V E R

Resumen:

Forrest nos cuenta la infancia de ella y de River, y en el proceso, descubre que River regresa a casa con un chico de cabello plateado. ¿Ups...?

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Treinta minutos antes del capítulo anterior:

Debe haber un límite de lo bien que puede verse una persona.

O, en este caso, una criatura, porque Khaol definitivamente no es un humano. No con ese tipo de presencia cegadora. No cuando prácticamente puede matar personas simplemente existiendo dentro de un centenar de pies de ellas. No es justo que se vea como un ser etéreo cuando su cabello es largo y de alguna manera aún logra intensificar su atractivo cien veces cuando se corta el cabello.

Sí. Khaol se cortó el pelo. Dijo casualmente que descubrió que muchos hombres en mi época tenían el cabello corto, y sentía que debía hacerlo también, aunque no fuera para generar tanta atención cada vez que me acompañaba a casa.

Le dije que el problema principal no era la longitud de su cabello, sino el color de su cabello, el cual, la última vez que lo había comprobado, aún era BLANCO.

Solo se burló, toma un cuchillo y luego se corta el pelo al estilo de Mulan.

No lo negaré. Ver su gracia fácil con un cuchillo largo envió señales inesperadas de mi cerebro a mi ... otro cerebro. Pero lo que más sorprendió fue que su acción espontánea con el cuchillo y su cabello resultaron en un magnífico corte de cabello.

Por supuesto, también me quejé de eso. "Esto es una mierda. Pagué setenta y cinco dólares por mi corte de pelo y me senté durante dos horas para que se viera así"—señalé la cabeza— "y luego te cortaste todo el cabello de una sola vez y tu cabello se convierte en la mezcla perfecta de 'despeinado' 'y' desordenado."

Khaol no responde. Él solo me mira, y hay un fantasma de sonrisa jugando en el borde de sus labios.

Él sabe.

El puto sabe.

Dejo escapar un largo gemido y luego salgo de su habitación.

Tasho dejó escapar un gemido largo similar cuando vio a Khaol sin el resto de su cabello. La única diferencia era que el gemido de Tasho era el de horror, mientras que el mío era pura frustración.

"¡Gracias!" Llamo a Tasho. "Siguió tu ejemplo y se cortó el cabello para que sea la longitud perfecta para hacer un moño de hombre."

Tasho protege instintivamente a su precioso moño de hombre. "¡Este no es un peinado digno de un dios!"

La cara de Khaol permanece impasible. "Te acabas de recuperar de tu ataque. No me des una razón para obligarte a que vuelvas a descansar en cama."

De pie al lado del otro, Tasho definitivamente se ve más grande que Khaol con sus imponentes abdominales sostenidos por piernas largas. Formidable, también. Su piel es del color de la aceituna asada, mientras que Khaol parece que nunca recibe un minuto bajo el sol. Y sin embargo, Tasho adopta un comportamiento tímido y manso frente a Khaol.

"¿A dónde van a ir ustedes dos?" Tasho nos grita mientras nos alejamos del santuario.

"Lo estoy llevando a casa", dice Khaol, poniendo su mano en mi espalda.

"Pero cuando H-H ..." Tasho se esfuerza por decir la palabra, y entiendo totalmente su miedo. Es fácil temer a una persona que puede infiltrarse en tu mente. "Él podría subir para robar a River de nuevo."

La mano de Khaol en mi espalda se endurece. "Me gustaría verlo intentarlo."

Las palabras, su emoción, en realidad me ponen la piel de gallina. Nunca en mi vida he imaginado que un chico diría algo tan posesivo sobre mí. Quiero decir, sé que lo haría. Incluso he practicado cómo diría esas poderosas palabras y pensé en los efectos que tendrían en mi novia (o en este caso, novio) cuando muestre mi lado masculino.

"Solo cállate, Khaol", le siseo, y sin embargo ambos sabemos que mis amenazas están completamente vacías.

Con Khaol, soy la "chica" en nuestra relación.

Khaol y yo nos alejamos de Tasho, mis mejillas todavía se calientan por la vergüenza de mi autoevaluación sobre nuestra relación. No debería ofenderme demasiado por esto. Después de todo, Khaol ha vivido mucho más tiempo que yo. Ha conducido a batallones de soldados a la guerra. Ha visto los peores sueños y deseos de la gente. Él es un dios, por el amor de Dios. Para mí, dejar de impresionar mi masculinidad sobre él debería ser totalmente comprensible.

La palabra clave aquí es "debería", y sé por experiencia que a veces me cuesta más aceptar estas cosas de lo que me gustaría.

"No digas más cosas así", le digo, manteniendo mi mirada fija en la carretera.

"¿Como que?"

"El tipo de cosa 'Me gustaría verlo intentarlo'. " Dejo caer mi tono al más bajo que puedo manejar cuando lo imito. Pero incluso el más bajo de mi voz es aún más alto que su voz. Maldigo silenciosamente mis cuerdas vocales.

"Estaba hablando en serio."

"No necesitas protegerme ni nada por el estilo."

Esa declaración me garantiza una mirada aguda del dios del dolor. "¿Oh?"

"No soy débil ni estúpido. Puedo cuidarme bien. Me he estado cuidando muy bien durante los últimos 16 años."

"Creí que tenías 17 años."

Además de escribir cartas para los dolidos y los condenados, Khaol se está volviendo excepcionalmente bueno para enojarme. "¡Esa es la cuestión! No me gusta esta situación en absoluto."

"¿Porque eres un chico?"

Se necesita toda mi fuerza de voluntad para no solo asentir y admitir todo. "Si estamos haciendo esto, entonces tiene que ser justo. No puedes salir de tu camino para protegerme ni nada de eso. Dios o no, somos marido y marido. Así que también te protejo. Nosotros cuidamos de cada uno."

"¿Eso significa que me acompañarás a casa después de que hayamos terminado en tu habitación?"

Su pregunta me hace admirarlo. Su rostro es muy serio, pero se revela un segundo pase y su maldad. Sus labios se rompen en una sonrisa.

"Te ves muy rojo."

Alejo la vista de él, porque sé que lo estoy. "No lo estoy."

"¿Qué parte de todo eso te hizo ponerte rojo? ¿La parte donde quiero que me acompañes a casa, o la parte donde hablo de tu habitación?"

"Callate. Me gusta más cuando estás meditando y enojado." Le empujé su pecho.

Khaol no se mueve. Por supuesto que no lo hará. Probablemente pesa el doble que yo. "Perdóname. Solo estoy feliz."

"¿De qué estás feliz?"

"Volviste a mí." Mira hacia el horizonte y luego sonríe. Una sonrisa genuina. "Es la primera vez que sucede."

"Sin embargo, el Más Allá no es tan malo", le digo, mirando hacia el pavimento. “Podría decidir que quiero quedarme allí la segunda vez que lo visite. Además, Heil me ha dado una gran habitación y mi propio duende."

Khaol se burla con desdén. "Pero regresaste hoy, y eso es todo lo que importa ahora."

Inclino mi cabeza aún más abajo para que no me vea sonriendo.