El Novio del Dios del Dolor (II)

En Comparación

R I V E R

No voy a mentir

Por supuesto que he fantaseado con Kaveri.

No sobre eso, idiota. He fantaseado con lo que le gusta. Su voz. Sus gestos. La fuerza de su carácter. Después de todo, él era una figura importante para el tipo que se supone que es mi marido. Es. Todavía.

Oh Kaveri, Kaveri, Kaveri. El tipo aparentemente asombroso que ha convertido con éxito a un dios dentro de la eterna desolación. El catalizador de una de las traiciones más viles de la historia. La concubina favorita de un rey. Estupendo chico. Uno de los mejores. Naturalmente.

Y ahora mismo, él está de pie justo frente a mí, sonriendo con sus grandes ojos marrones. Mirándo hacia arriba porque no puede tener más de 170 cm. Y sin embargo, a pesar de su altura, parece alto. Real. Poderoso.

Para ser honesto, debería haberlo sabido. Cuando la gente lo confunde a menudo como mujer. Cuando incluso la historia ha deducido su género.

Porque hay algo diferente en él.

No estoy diciendo que sea afeminado. Lejos de eso. Emite una vibra etérea y graciosa. No vulgar o descarada como la mayoría de los hombres. Pero no es frágil ni sumiso en lo más mínimo. Su silencio es una tranquila confianza. Sonríe con los labios cerrados, y sin embargo no hay nada humilde o manso al respecto. Él sabe todo acerca de su don; la mezcla perfecta de masculinidad y feminidad, el sumo en rompe corazones.

Y me siento como una papa mientras me apresuro a encontrarme con sus ojos.

"Oh, hola, hola, hola". Mentalmente me pateo por hacer eso. "He escuchado mucho de ti."

"¿Lo hiciste?", Pregunta, y sin embargo, el maldito bastardo tiene una sonrisa de complicidad jugando en su boca. "Supongo que mi nombre sigue en todos los libros de historia como uno de los ríos más populares de la India."

"O mencionado en los cuentos para antes de dormir como la única razón por la que el Dios del dolor se convirtió en el Dios del dolor".

Ahí está esa sonrisa otra vez. Tranquilo y sabio, con un pequeño toque de ironía. "¿Eres uno de ellos, entonces?"

Mis latidos del corazón se aceleran. "¿Uno de qué?"

"Bueno, sé a ciencia cierta que Khaol siempre tiene un rubio de ojos verdes y rostro suave como su novia una vez cada trescientos años más o menos". Me mira una vez más y siento que me encuentra defectos. "Sin embargo, es la primera vez que su novia es un hombre."

"Sí, soy conocido por estar en contra de lo popular", le digo, sintiendo que la incomodidad se eleva hasta el nivel más alto del cielo. "Soy el River Clandor."

"Eres más bonito que la última novia que tuvo Khaol", dice. "No, me retracto de mi declaración. Eres más bonito que la mayoría de las chicas Clandor que he visto."

No sé si se supone que es un cumplido o un insulto. ¿Un cumplinsulto?

Kaveri levanta la mano y, por un momento, me toma por sorpresa la forma en que su piel dorada refleja la luz. Realmente jodidamente impresionante, ese hombre, y de una manera que aún es humana, a diferencia de los dioses que me han estado rodeando últimamente. ¿Cómo diablos podemos compararnos mi piel pastosa? El dedo de Kaveri roza la punta de mi cabello, y tropiezo con mis propios pies mientras me recupero del shock.

"Lo siento, no quise asustarte", dice. "Solo estoy..." Él baja la cabeza, ocultando sus ojos de mi vista. "Estoy realmente envidioso de tu color."

Bueno, realmente siento envidia de tu piel, tengo ganas de decir, pero antes de que pueda encontrar la humildad para soltarla, veo a Goblin abrirse camino hacia nosotros. Como siempre, su atuendo completamente negro casi se confunde con el resto del escenario del Más Allá. Pero sus ojos verdes se lanzan hacia mí y hacia Kaveri.