The Queen is dead Britpop/British rock.

Black holes and revelation

Los maestros intentaban salir sin éxito de sus prisiones.

Algunos ya bastante heridos por tratar de escapar, Lennon ahora se arrepentía de no poner una linea de teléfono en su cuarto. 

Peor aún, se temía que esa noticia se fuera a conocer a gran escala y tuviera un final igual o parecido al de Bowie y Jagger.

—Más les vale que me liberen o tendrán un castigo perpetuo —al  mismo tiempo que azotaba la puerta, escuchando un par de gritos escalofriantes de afuera.

—Callese.

Luego de esa contestación regresó a sentarse al borde de la cama, resignado. Sus amigos al menos estaban cerca suyo.

Cuando se acordó de ellos empezó a golpear las paredes esperando respuestas.

—¡Paul!

—¡Cállate! —algún chico que vigilaba les reprendía una y otra vez, pero poco le importaba. 

—George

—¡Que se callen! —la tétrica voz espanto a todos los maestros, que acataron las órdenes de mantenerse callados.

***

—¿Seguros que no es ella? —Ray insistía hasta el cansancio en que la gente del hospital reconocería a los culpables. Pero todo eso se vino abajo con la negativa de la gente.

—Demasiado, la vi tantas veces que la recuerdo.

—¿Y él? —Dave por el contrario no dejaba de mostrarles fotos de diferentes personas.

—No, no es. Eran diferentes. La mujer estaba reflexionando sobre las fotos—. De hecho no me acuerdo verlos entrar pero si salir y se fueron corriendo.

—Tal vez serán estos —mostrando una foto de Janis y una de Hendrix, las cuales le fueron conocidas a la enfermera.

—Ella sin duda y él puede ser no creo que sea este, era como si se hubiera maquillado.

A Dave le bastaron segundos para comprender lo que sucedía.

—Claro, maquillado.

Termino de grabar las declaraciones con su grabadora de mano y se dirigió pronto a la comisaría esperando un par de órdenes de entrar a la escuela.

***

Mientras tanto en la escuela la masacre era dirigida con mano dura por el verdoso y satánico 'Señor emperador máximo jefe de los infiernos' como hizo autoproclamarse.

Ordenándole a todos sus seguidores no tener piedad alguna a quienes osaran insultarlos, como consecuencia ríos de sangre y desesperación.

—Emperador.

—Señor emperador —se giró muy molesto por esa ofensa, corrigiendo al insolente por no decirle como hizo nombrarse. Ondeo su fuete atemorizando—. Díme.

—Nos reportan una baja importante del lado sur —ante el temblante chico. Destapó su muñeca y con un reloj le llamaba.

—Ciber Noodles ve a cuidar donde el chico te indique, cuidado con el modo de auto destrucción. El chico hizo una reverencia y el robot le seguía. 

Desde su privilegiada vista miraba las barbaridades autorizadas por él, ignorando como le fuera a los demás. Con cuidado tomaba entre sus dedos unos binoculares y se reía con un par de súcubos que estaban a su lado.

—¿Señoritas ustedes creen que satanás esté orgulloso de mi?

—Sin duda Niccals.

***