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Hoy era mi día, es lo que se dice cuando es tu cumpleaños. A mí pensar desde hace ya unos años, es un día más, un año más, más experiencia por vivencias, supongo que de eso se trata hacerse mayor.

Mientras me detenía a pensar algo que hacer para celebrarlo y no parecer una amargada, mi móvil comenzó a vibrar de manera descontrolada, miles de mensajes estaban llegando felicitándome, sin contar los que recibí anoche, como la biblia que me envió Jae Bum y las chicas o la llamada de mi madre a las doce de la noche, le tuve que pedir permiso a ChaeRin para poder hablar con ella, JungKook me llevó a su coche para que mi madre no se enterara de que estaba en el club.

Conteste los mensajes y la llamada de mi padre e inicie mi rutina, desayunar viendo algún anime, música a todo volumen y asearme.

Llevaba unos pantalones holgados por los que se veían mis tobillos, me pare enfrente del espejo y tan solo ver esas dos palabras en mi piel, una sonrisa traicionera salió de mis labios, estoy loca, eso fue lo que pensé mirando mi cara de idiota, cerré los ojos y me serene.

Llevaba un rato en el supermercado, cuando me tuve que detener por la persistencia de mi móvil vibrando, ronde los ojos y lo saqué del bolsillo, esperaba más mensajes cuando me encontré con la pantalla de llamada <<SeulGigi>>.

-Estoy en tu portal picando como tonta ¿Dónde estás?- Una exaltada voz se abría paso por mi conducto auditivo.

-Te quieres tranquilizar, estoy haciendo la compra- Dije apaciguada rondando los ojos.

-¿El día de tu cumpleaños?- Dijo irónica.

-Es otro día más y es mi día de hacer la compra.

-Más te vale estar aquí ya, tenemos que hacer cosas- Seguía exaltada.

-Vale, ya acabo, dame unos minutos- Una vez nos despedimos, corte la llamada, guarde el móvil y seguí con la tarea.

Tras poder salir al fin de aquel lugar, con señoras mayores colándose por ser mayores que los demás, madres con carritos, el sonido del detector del código de barras cada vez que se pasaba un producto. Me dirigí a casa con las bolsas, encontrándome a mi amiga apoyada en la pared de mi portal, con los brazos cruzados, mirándome seriamente.

-Por fin apareces- Exclamó quejosa alardeando con sus brazos.

-Es que...- Dije tímidamente, poniendo cara de no haber roto un plato en la vida.

-Calla- Abrí los ojos como platos, ella seguía sería hasta que sonrió ampliamente dejándome aún más descolocada -¡Feliz cumpleaños!- Gritó lanzándose hacia mí para darme un abrazo. Ya me había felicitado anoche a las doce, pero así era Seul Gi.

-Vale, vale, gracias- Le alenté riendo, dándole palmadas leves en el brazo para que me soltara.

-Vamos... deja las bolsas en casa, tenemos que hacer muchas cosas- Dijo agarrando las bolsas de mis manos.

-No... teníamos nada planeado- Dije extrañada.

-Es sorpresa boba- Me alentó mientras me agarraba del hombro guiándome hasta mi portal.

Tras dejar todo en casa, colocado en su lugar, fuimos a comer como si la vida nos fuera en ello a bufé, es difícil que alguien nos pare de comer en un sitio como este. Seul Gi está al corriente de todo lo que pasa con JungKook, así que no teníamos secretos entre nosotras, excepto que mientras yo me entretenía en comer como normalmente hacemos ella y yo, esta estaba muy metida en su móvil -¿Con quién habla tanto?-.

Descansamos un poco dejando reposar toda la comida que habíamos arrasado, hasta que Seul Gi miró su móvil y se dio cuenta de la hora sacándome del establecimiento sin ninguna explicación. Andamos un rato hasta estar más centradas en la ciudad, llegando a un salón de belleza enorme.

-¿Que hacemos delante de un salón de belleza?- Le mire haciendo una mueca de desagrado, algo graciosa, con mi labio ciertamente ladeado, dejando ver mis dientes.

-Vaya preguntas tienes, quiero que te relajes- Dijo posicionándose detrás de mí, me agarró de los hombros y procedió a empujarme para que caminara, lo cual me negué hacer al cabo de unos pasos -Solo es un rato, comprado con todas las horas de estudio y trabajo que llevas encima... aprovéchalo- La mire de reojo, ella tenía una inmensa sonrisa en su rostro.

Si esto era parte de su regalo, me sabía mal no aceptarlo cuando ella se ha preocupado de mí. Así que no entre muy convencida, ya que estos sitios no me van mucho, obviamente me cuido poniéndome cremas y mascarillas, pero no llegaba a esto. Aunque tampoco dije que no cuando me ofrecieron un masaje de pies mientras me hacían la manicura. Seul Gi no paraba de hacernos fotografías y colgarlas en Instagram. Tras eso me sentaron en una silla delante de un espejo y un tocador con utensilios de peluquería y maquillaje, mire a mi amiga algo insegura sin saber que me harían, no entendía el porqué de todo esto.

A mi parecer, paso una eternidad sentada en esa silla, le pregunté a mi amiga que hora era y alucine haciendo recuento de las horas que llevábamos aquí metidas, para ser exactos cuatro horas.

Aún no me había visto ni un pelo desde que me sentaron en la silla, lo único que notaba eran cuatro manos en mi cara y pelo, y como las chicas iban, venían y rotaban a mi alrededor.

-Bueno, esto ya está... Esperamos que te guste- Despejaron mi vista y por fin vi mi reflejo.

Estaba en anonadada "¿Quién era esa?" Mi pelo estaba ondulado, castaño y a medida que bajaba había un degradado a platino ceniza. Ni siquiera notaba mi maquillaje pesado, pues la base era muy ligera y se adhería muy bien a mi color, cejas perfectamente perfiladas, pero se veían naturales, un sombreado marrón ligero adornaba mis párpados, delineado negro sin llegar a ser extremo con una pequeña cola de gato al final y mi línea del agua perfilada de negro hasta la mitad del ojo, pestañas voluminosas, un ligero marrón café resaltaba mis mejillas formando un perfecto contorno y el color rojo vino que hacía perfilar más mis labios gruesos.

-¿Y bien...? ¿Te gusta Hye?- Preguntó mi amiga mordiéndose el labio, algo insegura.

Me miré una última vez en el espejo, las chicas se veían reflejadas en este detrás de mí, todas impacientes antes mi respuesta.

-Claro, ni siquiera me reconozco- Dije, las chicas comenzaron a festejarlo chocando las manos junto a Seul Gi -¿Qué se supone que tiene entre manos?- Susurre para mí.

-Ahora solo falta esto- Seul Gi saco de una bolsa un vestido negro holgado y unas medias color carne.

El vestido era palabra de honor con las mangas anchas y descolgadas, liso y la falda me llegaba hasta medio muslo, Seul Gi dijo que me dejara las deportivas que llevaba, ya que me daban un aire más desenfadado.

Quería quitarme la inquietud de encima, antes de que Seul Gi siguiera el camino hasta el coche, le agarre del antebrazo haciendo que volteara ante mí con una cara descompuesta.

-Vale, en serio, ¿A qué viene todo esto?- Dije con picardía en mis palabras, haciéndole saber que tramaba algo más que todo lo que habíamos hecho hoy -¿Pretendes que vaya así a trabajar?

-Es que... hoy no vamos a ir a trabajar- Dijo con inseguridad, mientras mostraba una sonrisa aniñada.

-¿Qué?- Me sorprendí al oír eso, desde que entré a trabajar en Kumiho no me había permitido coger ningún día libre.

-Como tenemos días personales, le pedí a ChaeRin que hoy nos diera fiesta porque es tu cumpleaños- Dijo con esmero, pensaba que tal vez me enfadaría porque se tomara la molestia de elegir mis días personales, a veces pienso que Seul Gi es demasiado buena para este mundo.

-¿Como...? ¿Y las demás qué?- Sinceramente no me preocupaba porque ella hubiera escogido este día como personal, pensaba más en que las demás estarían trabajando mientras nosotras estamos libremente divirtiéndonos.

-Bueno, no les ha molestado, me han dicho que intentaran venir- Junto sus dedos índices inocentemente varias veces.

-¿Ir a donde?- Sabía que llevaba la razón y ella tenía más cosas pensadas. Mi amiga mofó una sonrisa bastante perturbadora y diablesca, totalmente alejada de esa dulce sonrisa aniñada que mostraba normalmente -Me das miedo- Mustie con temor irónico, antes de que ella me agarra de la mano para salir a prisa hasta su coche.

La noche ya había aparecido hace unas horas, dejando ver las calles iluminadas. Mire el reloj digital en la pantalla del coche de mi amiga, las nueve menos veinte marcadas, lo que anunciaba que "mi día" finalizará en unas horas y aún no había visto a JungKook ni a ninguno de los chicos, es decir me habían felicitado, pero pensaba que me dirían de hacer algo sabiendo como son, sobre todo HoSeok y TaeHyung.

-Llegamos- Dijo Seul Gi aparcando en la calle de enfrente al restaurante Jihwaja.

-Es... este es el restaurante...- Dije abriendo la puerta.

-Cállate y baja- Ordeno mi amiga con un tono divertido.

-Si sargenta- Subí mi mano recta a la frente completando el típico saludo militar.

Seul Gi tenía una sonrisa en su rostro como la del gato Cheshire y al verla me embriague. Como siempre Hyolyn nos saludó y me felicito acompañándonos a una mesa, no era nuestra típica mesa, algo que me extraño bastante a verla llena de caras desconocidas. Seguimos el recorrido adentrándonos más en el establecimiento, donde comencé a escuchar mucho ruido, miré a mi amiga negando, estaba escuchando perfectamente la voz de HoSeok y la ya típica risa de Jin y Jimin. Seul Gi me señaló con el dedo que callara y se adelantó entrando por una puerta corredera, un silencio se hizo y la puerta se abrió.

-No me lo puedo creer- Todos se encontraban dentro de la pequeña habitación apartada, los chicos, mis chicas del club, mis amigos de la universidad, hasta ChaeRin había venido.

-¡Felicidades!- Gritaron todos y al fondo de la habitación se encontraban agarrando cada uno unas pancartas con cada letra formando la palabra pronunciada por todos, NamJoon, Jin, HoSeok, TaeHyung, Jimin, YoonGi, Ichigo, Jae Bum, espera...

-¡Jae!- Chille corriendo hacia él, cuál tiró la pancarta y me agarro, enrede mis piernas alrededor de su cintura intentando que no se me viera nada, parecerá mentira viniendo de mí, pero casi lloro de la emoción, aun así ahí está él para secar mis lágrimas antes de caer, como muchas veces había hecho -Te he echado de menos- Dije abrazándolo mucho más fuerte de lo que ya hacía.

-Y yo a ti enana, pero vamos a dejar esto aquí, vaya a ser que tu chico se ponga celoso- Dijo cerca de mi oído.

-Sabe que eres gay- Baje de encima del él riendo.

-Entonces ningún problema.

-Pero igualmente que importa... que piense lo que quiera- Sentencie y Jae me mostró una sonrisa amplia.

Voltee hacia los demás, no había dicho nada por ver a Jae Bum de sopetón, pero supongo que entenderán muchos de ellos, lo que es estar separa de una persona tan importante para un mismo que llega a asemejarse a un hermano, sobre todo de uno que yo sé y seguramente es la razón por la que mi mejor amigo está aquí.

-En serio, muchas gracias a todos por venir- Dije mirándolos a todos, los cuales me miraban sonrientes.

Tras saludar a todos uno por uno y mantener conversaciones, los camareros comenzaron a traer pequeños platos. Estaba tan atenta con todos que ni siquiera me di cuenta del rato que llevaba aquí y un no me había desprendido de mi chaqueta, así que HoSeok me ayudó a quitármela y la colocó detrás de una silla, yo de mientras me dirigí al servicio.

-¿Perdona, eres SunHye?- Tan solo nos habíamos saludado en todo la noche, cuatro palabras tontas que me había dicho poniéndome el estómago a rebosar de cosquillas, sinceramente adoraba y odiaba esa sensación.

-Serás idiota- Le di un puñetazo leve en el hombro junto a una sonrisa.

-Por mucho que cambies te reconocería en cualquier parte- Dijo serenamente, dejándome apreciar cada parte de su perfecto rostro. Aquello había caído como una estocada, haciéndome tragar fuertemente, asemejando lo jodida que me acaban de dejar esas palabras, pero debía actuar como si no pasara nada y dar la cortante respuesta de siempre.

-Eso... eso es un poco creepy- Dije sin creerme ni yo que eso había sonado convincente, contra lo que realmente querían pronunciar o hacer mis labios.

-Tal vez, pero es la verdad- Levantó las cejas en un rápido movimiento, dejándome perpleja de lo atractivo que se veía hoy, lo cual debo estar tonta, porque no llevaba un look muy alejado de lo que suele usar.

-Gracias, por traer a Jae Bum- Me sinceré, sabiendo a ciencia cierta que él había sido el inventor del plan.

-No hay de que- Dijo acentuando una sonrisa y procedió andar por el pasillo -Me alegro de que tu día te haya sentado tan bien- Volteo a medias, mostrando una sonrisa ladeada.

-¿La idea del salón...? Ah, no me lo puedo creer ¿En serio?- Ronde los ojos sin creer que él había estado involucrado en todos los planes de mi cumpleaños o hasta podría ser que él fuera el que ideo todo... aunque sabiendo como es, no pega mucho con él.

-Seul Gi es una gran amiga ¿No crees?- Mofo con cierta gracia, camino dejándome con la palabra en la boca desapareciendo al doblar la esquina.

La cena estaba yendo realmente bien, todos conversaban, reían y yo no podía estar mejor, tenía a todos aquí y a mi lado a mi mejor amigo después de tantos meses, al otro lado a Seul Gi y en frente a... a JungKook. Lo miraba de reojo mientras hablaba con los demás, pensando porque había hecho todo esto por mí, los tatuajes, mi día de relajación en el salón y traer a mi mejor amigo, esto lo único que hace es crear ese nudo intenso en mi estómago y cada vez que le miro me hace sonreír como una embelesada. Simplemente, somos amigos que tienen relaciones, no me entra en la cabeza porque quiere que todo sea tan especial para mí ¿Tal vez me estaba convirtiendo en alguien importante para él, igual que lo es él para mí?

-Eh, deja de comértelo con la mirada, que no va a quedar para los demás- Dijo Jae Bum haciendo que me desembobara -Supongo que me contaras más cosas de ese bombón, más de las que me dices por videollamada- Dijo con una ceja alzada mientras los dos le miramos.

-Sí, cuando tenga tiempo, porque no sé qué más me habéis planeado.

La verdad es que durante la cena, como había previsto algún día Seul Gi y Jae Bum habían congeniado genial, pero eso no era hecho para que mi mejor amigo renunciara a venir en el coche de JungKook para ver como iba lo nuestro.

Las chicas y ChaeRin por desgracia se habían tenido que marchar después de la cena, pero más de una me dijo que vendría a la discoteca después de trabajar, las pobres, a las tres de la mañana, estarán reventadas. Así que solo quedamos unos cuantos divirtiéndonos y bailando sin descanso.

Ver a todos felices, olvidándose de cualquier preocupación por unas horas, fue en ese instante cuando me di cuenta de cómo habían mejorado las cosas en mi vida, estaba rodeada de gente increíble, a la que le importo, a los cuales quiero cuidar y mantenerles aquí conmigo. No es fácil saber qué camino debes seguir, no sabes con lo que te encontraras por la carencia de experiencia y más cuando te metes con las personas equivocadas, pensando que podía salir de cualquier situación, que me las arreglaría sin ayuda de nadie, pero al fin y al cabo que conseguí, herir a los míos y beneficiar a los demás. De los errores se aprende, da igual cuantos golpes te des, cada uno de ellos será una experiencia más para saber como hacer las cosas, saber mantener a las personas correctas a tu lado y estar a ahí para ellos en todo momento.

-¿Me prestas algo de tiempo?- Su aterciopelada voz se hizo presente a mis espaldas, sintiendo su duro cuerpo contra mi espalda. Jimin se alejó de mí junto a una sonrisa dulce y se la devolví.

Gire sobre mis talones, alce mis brazos y ondee mis caderas, deje caer mis brazos levemente por sus hombros, siguiendo el ritmo base de la melodía junto al beat, cambie mis movimientos de cadera a círculos y le agarre de la camiseta acercándolo a mí. Veía como se estaba resistiendo a besarme, reí ante eso, lo tomo como un reto y se acercó a besarme cuando gire mi cabeza. Nadie de los aquí presente, excepto mis amigos más cercanos, sabían que él y yo tenemos algo más allá de una usual amistad. Nunca nos mostrábamos afecto exuberante en público y últimamente se estaba dejando llevar un poco, algo raro en él, así que si expone esto sin querer, al menos que se haga de manera apropiada y en el momento correcto.

-Se nos está yendo de las manos- Le dije mirándole a los ojos.

-Vámonos- Dijo con su voz ronca en mi oído, cerré mis ojos sintiendo como mi cuerpo se erizaba y unas ganas inmensas me invadían.

Agarre su mano y pasamos por delante de todos, pero al parecer los únicos que se dieron cuenta de que nos dirigimos hacia la salida fueron, Jae Bum y Seul Gi la cual llamó la atención de NamJoon, y mientras ellos me miraban con muecas divertidas pero algo pervertidas, y de repente caí en que últimamente ellos estaban bastante juntos, dentro y fuera del trabajo, pero no me habían dicho nada de sobre ello.

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Hello!

Lo he acabado, he de decir que he tardado porque no me sentía satisfecha de este capítulo, pero finalmente lo que conseguido y me ha gustado como ha quedado. Que sepais que el capitulo era muy largo, así que lo he tenido que partir en dos partes para que no parezca la biblia, pero bueno me matareis cuando os cuente que el capitulo lemon es el siguiente y siempre os dejo con las ganas, soy malvada 😌, lo siento me viene de naturaleza ser una sinner... por eso lo llevo tatuado 😂.

Se que normalmente actualizo los domingos o lunes, pero bueno sorpresa del viernes noches, por si no tenéis nada que hacer.... de nada bi+ches hahaha.

Espero que lo disfruteis y os deje con intriga, ya sabes que hacer déjame un voto o comentario para hacermelo saber.

Buen fin de semana!!! 💜💜💜

PD: Os dejo una foto de una chica bella, es de la que me inspire para el look de SunHye.


PD: Os dejo una foto de una chica bella, es de la que me inspire para el look de SunHye

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