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Emilie Thorne

-Fue una cena magnifica- habló antes de que sirvieran el postre el teniente.

-Nos alegra que haya podido asistir- hablo el abuelo.

-Su mejestad- el mayordomo se acercó hasta el abuelo -Hay una llamada para el teniente Connor- todos miramos al mencionado.

-Si me disculpan, la tomare- quitándose la se servilleta y colocandola sobre la mesa se levantó con total reverencia.

-¿Crees que sea algo importante?- pregunté a mi padre quien parecía un poco preocupado, quizás estaba pasando algo que desconocía.

-No te preocupes hija- acaricio mi mano.

Notaba la inquietud en mi padre, los últimos días tenía la misma mirada un poco perdida.

-Señor- llamó el teniente en dirección a mi padre. -¿Podría hablar con usted unos minutos?- mi padre sólo asintió y levantándose de su silla y besando mi frente fue detrás del teniente.

Mire a mis abuelos en espera de alguna respuesta pero el abuelo sólo se escuso y siguió a mí padre.

-¿Abuela?- me acerqué hasta ella -¿Sabes que ocurre?- mire a mi alrededor, quizás había pasado por alto algo.

-No te preocupes hija, no hay nada de que temer- me dio una de sus sonrisas.

Sin embargo, no pude tranquilizarme en lo absoluto.

-Iré a mi habitación si no te molesta- ella asintió, le di un beso en la mejilla y camine hacia la salida, justo por donde todos se habían ido.

Tenía que saber que ocurría dentro de estos muros o fuera de ellos quizás.

-Disculpe princesa- hablo el teniente en cuanto ambos nos topamos.

-No se preocupe- mire mi vestido y sacudi el polvo inexistente. -¿Todo bien?- me atreví a preguntar.

-Por supuesto, nada de que preocuparse- avance unos pasos dejándolo detrás de mi.

-Si, parece que todos saben decir lo mismo- me dispuse a seguir el camino a mi habitación.

-Princesa- detuvo mi marcha -Si me permite, le diré que lo que sucede no es de vital importancia, así que descuide, nada malo sucede- sonreí un poco de acuerdo con sus palabras sin embargo, algo no me dejaba estar tranquila.

-Gracias por la información-

-No hay problema princesa- hizo una reverencia, la cual respondí. -Que tenga una linda noche-

-Igualmente- ambos asentimos y tomamos nuestros caminos.

En cuanto llegué a mi habitación volví a pensar en lo que estaría sucediendo, mientras más me dijeran que no me preocupara más lo hacía.

¿Y si tenía que ver con que no aceptaría la corona?

¿Y si tenía que ver con que no aceptaría la corona?

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Besos. Sam. ❤
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Las actualizaciones serán en fin de semana (Vie, Sáb o Dom)

La princesa de Dinamarca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora