-Buenas noches jovencita- Sus dientes pastosos me horrorizaron. Tenían un muy mal aspecto, para nada confiable.
Mire atrás. Si podía encontrar a Louise o Floch estaría salvada. Y así fue. A pocos metros míos, estaba Floch jugando un partido de cartas con unos cuantos hombres. Le chiste despacio, para que los hombres afuera no se dieran cuenta. Una vez que obtuve su atención le rogué con la mirada por ayuda, pero este simplemente me ignoró e hizo un ademán con la mano como para que me fuera de una vez por todas. No tenía de otra más que seguir sola, toque mi muñeca, ahí respectivamente estaba el pequeño cuchillo que me habría dado mi tía.
Seguí bajando las escaleras con el corazón en la boca. Los ignoré lo mejor que pude pero fue en vano, una mano retuvo mi caminar.- Maldita perra te he dicho buenas noches- Apretó más el agarre, mientras sentía pequeñas gotas de su saliva en mi rostro.
-Buenas noches señores- Al escuchar como los nombre comenzaron a reírse a carcajadas. Tenían un aliento a alcohol y a putrefacto.
-¿Eres Mikasa Ackerman?- Abrí mis ojos en par ¿Cómo sabían mi verdadero nombre? Contaba con los dedos a aquellos que conocían mi verdadera identidad.- Parece que así es. ¡Estamos de suerte "Señores"!
Más carcajadas- No es así, no sé de quién hablan... Yo no soy Mikasa Ackerman
-¿A no? Entonces ¿Por qué tan impresionada?
-Por nada- Intenté soltarme de su agarre pero fue imposible, era muy fuerte.
- Señorita deberá acompañarnos- Otro me tomo de la cintura, apretándome nuevamente.
-¡Suélteme!- Saque de mi manga aquel cuchillo y herí su mano.
-¡AGH! MIERDA
En el descuido del otro comencé a correr escaleras dentro, necesitaba encontrar a Armin. Él era el único en el que podía confiar, quien me protegería sin más...Pero no llegue muy lejos, en el umbral se encontraba Floch con aquel grupo que anteriormente estaba jugando a las cartas. Al ver mi cara desesperada sonrió. Quise pasar pero no me lo permitieron, Floch por su parte me tomo de ambos brazos, haciendo que suelte aquel cuchillo.
-¡¿MALDITA PERRA A DÓNDE CREES QUE HUYES?!- Los tipos aquellos llegaron más rápido de lo que creí.
-F-Floch te lo ruego, no dejes que m-me lleven- Intenté que me soltará, pero él solo rio.
-No es asunto mío Mikasa- Su sonrisa incrementaba aún más- Esto es lo que sucede cuando sos una mala niña... te dije que podría pasarte algo, esto solo es consecuencia de tus actos.
Los tipejos aquellos llegaron más rápido de lo que creí, abalanzándose hacía mí. Una de las personas que estuvo con Floch lo detuvo al instante.
- No queremos problemas tío- Floch comenzó a hablar, por un momento pensé que lo echaría y asunto arreglado- No son bienvenidos acá.
-No estamos interesados en ustedes, solo queremos a la mujer. Tenemos unos asuntos con ella
-Entonces, solo tomen a la mujer y largo de aquí- Aquella esperanza desapareció instantáneamente.
-Por eso me agrada la gente del subterráneo. Hablando nos comprendemos.
-Aja..- Floch me miró por última vez, soltó mi mano derecha, la cual rápidamente estrelló en su rostro. Lo odiaba, era un maldito traidor. Él solo se limpió el rostro y nuevamente me sonrió- Buen golpe Mikasa- Lo estaba haciendo a propósito- Ahora es mi turno ¿No lo crees?- Él me dio un rodillazo en mi estómago, para luego golpear con fuerza mi nuca.
De a poco, comencé a dejar de sentir mi cuerpo. Mis ojos se cerraban por aquel último golpe, ya no habría vuelta atrás. Antes de quedar del todo inconsciente pude escuchar risas ahogadas y un "Hasta luego" de una voz muy conocida.
ESTÁS LEYENDO
Un día de suerte en febrero
Romance"¿Que es este dolor en mi pecho? Siento que algo me falta pero no comprendo que... Mis sueños se basan en tu , tu y tu pero ¿Quien eres exactamente?, Te necesito por alguna razón... Dime, ¿Que tan importante has sido para mi, muchacho de ojos verdes...