DELICATAE ( las chicas de madame Juliette T1)

prólogo

SIGLO XVIII, año 1760

Se llevaba ya, casi 5 años de guerra desde 1754. Acababa de morir el Rey Jorge II y su sucesor Jorge III, entraba como nuevo gobernante de toda Gran Bretaña. Para aquel entonces, había demasiada pobreza y casi todo era un caos. Por las calles, solo se veían vagabundos y prostitutas, a las cuales, ya se habían mandado a la zona de Horniman Drive. La calle lo decía todo...
También habían otros lugares donde formentaba el libertinaje... Pero la principal, era Hookers Road, y la más frecuentada por los aristócratas. Allí las ' damas ' , eran las de " lujo", aunque también se podían encontrar por las calles y las tabernas de las calles.

Los burdeles, siempre estaban llenos de Duques, Condes, Marqueses... Pero el más popular y el más caro, era... DELICATAE.
Éste burdel, era manejado por la principal mujer que le cambió el nombre cuando su antecesora la nombró propietaria, dejándola con sus chicas a cargo, pero también las deudas, ella era... Madame Juliette. Era la más joven de las madame de otros burdeles. Con los 30 años recién cumplidos, ya era la más famosa de todas, ya que la anterior, falleció de la fiebre francesa cuatro años antes dejándola a ella con 26 años a cargo.
Durante ese tiempo, madame Juliette, consiguió que el burdel fuese el más visitado y aclamado por toda la aristocracia. Incluso reformó la mansión e hizo lo que en otros, ni se planteaban. Trajo a mujeres de otros países haciéndolo exótico y curioso para los nuevos y antiguos clientes.

Madame Juliette, era conocida por ser también una de las mujeres más deseadas y respetables a su medio corta edad. Con su pelo largo castaño claro y sus ojos verdes, conquistaban a todo aquel que se le pusiera delante. Tanto, que consiguió ser la protegida de nada más ni nada menos del Duque Gabriel Carter. Gracias a ello, consiguió darle a sus chicas no solo el arte de la seducción y el sexo, también hacerlas prácticamente perfectas. Pintura, arte, música, historia, idiomas, lectura, escribir... Todo lo que una mujer de alta sociedad aprendía, ellas también. Incluso, eran hasta mejores.
Se la conocía también por el gran respeto y aprecio hacia sus chicas, ellas, la amaban hasta el punto de no querer abandonarla cuando un Duque, Conde o Marqués pedían ser sus protectores y llevárselas a sus mansiones.
Para ella, lo más importante era conseguir sacarlas de la mala vida, ante todo, que se fueran con los mejores hombres. No importaba de qué país vinieran, lo importante era, su amor hacia ellas ... Y su dinero.

Ella, podría haberse ido con su protector, el problema para ella, era que estaba por desgracia, casado. Y la esposa, no era del todo agradecida por los servicios de Juliette. Era cierto, que era humillante saber que tu esposo iba a visitar casa de putas, pero que quería que hiciera? Ella ni siquiera cumplía con sus deberes de esposa, ni siquiera para engendrar un heredero. No había sexo, ni amor, pero eso si, para pedirle dinero, ahí sí que era la más cariñosa de todas. Sobretodo cuando traían nuevos vestidos a las tiendas o nuevas telas importadas.
Juliette, no entendía a esas esposas. Podían tenerlo todo y se limitaban... Eran idiotas, pensaba ella. Por eso, tomó la decisión de ocupar el lugar de ella, pero no solo a su Duque, lo pensó para todas sus chicas, incluso con los que estaban casados. Esa era su
' misión ', conseguir que ellos abandonaran a sus esposas y conseguir que no solo se convirtieran en protectores de ellas, sino el que les pidieran en matrimonio. Pero eso sí, no sería fácil y no quería que fuese con cualquiera. Habían algunos " clientes " a los cuales no permitiría darles el ' consentimiento '. Si, para pedir la mano o ser protector de alguna de ellas, le debían pedir permiso y pagar muchísimo dinero para conseguirlo.
En definitiva, las chicas de madame Juliette, lo merecían, eso, y mucho más...

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- buenos días madame - entraba Evangeline a su dormitorio y habría las cortinas

- por Dios Evangeline... - se tapaba Juliette con la sábana