Narra Lauren
No esperaba tener visitas hoy ni mucho menos que fuera Camila, cuando tocó a mi puerta y la vi con su cara cubierta de lágrimas sentí que mi corazón se hacía trizas. Lo primero que hice fue hacerla pasar, le di un vaso con agua pero ella no quería nada solo quería llorar y creo que eso le haría bien. Después de unos minutos lo único que hacía era mirarme, era como si estuviera buscando algo en mis ojos y creo que no lo encontró.
-Lo siento – dijo después de unos minutos.
-¿Lo sientes? ¿Qué cosa sientes? – pregunté.
-Haber venido a tu casa como si nada, sin avisar. Se que tengo que hacerlo...
-Camila – interrumpí – no tienes que avisar, eres mi pareja pero no esperaba que volvieras si te soy sincera, ni mucho menos verte como te encontré.
-No quiero volver a mi casa Lauren – Camila jugaba con sus dedos de las manos y no me miraba – no quiero volver – levantó la cabeza y noté que seguía llorando me paré y me fui a sentar a su lado, agarré una de sus manos y entrelacé nuestros dedos – esto es una mierda – colocó su cabeza en mi hombro – no puedo vivir con miedo toda la vida Lauren así no se puede vivir – seguía llorando.
-Porque no tratas de explicarme de una forma en que yo pueda entender amor – besé su frente.
-Estaba hablando contigo por celular afuera en el jardín cuando sentí que me llamaban por mi nombre, al principio ni siquiera miré porque el tono de su voz me hizo sentir muy incómoda, cuando me volvió a nombrar supe quién era – Camila me miró a los ojos y yo hice lo mismo – no tuve ni que darme vuelta para mirarlo para verificar que era él – en sus ojos realmente había mucho dolor, nunca la había visto así – no sé qué habrá hecho ahí dentro para que lo dejaran salir antes de los 20 años de cárcel, pero está fuera de ella y lo primero que hizo fue ir a buscarme a mi casa.
-Era tu tío – ella asintió con la cabeza – dime que eso es una broma.
-No Lauren no es una broma, yo quisiera que lo fuera – me miro directamente a los ojos – yo mas que nadie quisiera que fuera una broma – se llevó sus manos a la cara y comenzó a llorar, me paré y me arrodillé para quedar frente a ella, saqué sus manos de su cara y la miré, esbocé una pequeña sonrisa y junto a eso sequé sus lágrimas – lo odio tanto – verla así realmente me rompía el corazón, nunca me había dolido tanto ver a alguien sufriendo. En esta carrera ves caso como estos todo el maldito tiempo y te dan rabia, impotencia. Pero, no puedo hacer nada mas que llevarlos a cabo pero ahora era diferente, se trataba de Camila de la persona que es capaz de hacer desaparecer todos mis miedos con una mirada – no quiero pasar lo mismo Lauren no lo aguantaría – en ese momento me imagine a ese cerdo tratando de forzarla a hacer algo que ella no quiere y sentía rabia por dentro.
-Haremos algo bueno pequeña – dije agarrando su cara.
-¿Qué? – respondió.
-Iras a mi cuarto y descansaras una o dos horas – elle me miró – se que tienes sueño porque anoche nos acostamos tarde y ahora con lo que acaba de pesar debes estar cansada de tan solo pensar en lo que va a pasar.
-Es verdad estoy muy cansada.
-Anda a descansar – desordené su cabello.-Lauren no – se me tiró a los brazos – júrame que no me dejaras sola en esto, que me apoyaras, que serás mi hombro en el cual voy a poder llorar. Júramelo.
-Te lo juro Camz, nadie te tocara un pelo – ella se alejó y selló nuestros labios con un pequeño beso – ahora anda a dormir – le di una palmadita en el trasero y ella se fue a acostar.