Narra Camila
-Camila te quieres apurar, es de noche y aun tenemos que ir a ese lugar que quieres ir – Lauren estaba gritando desde el auto.
-Ok ya te escuché solo estaba buscando esto – le mostré una venda.
-No, dime que no es cierto.
-Lo siento te la pondrás – le coloqué la venda e hice que se sentara en el auto y le coloqué el cinturón de seguridad – listo – le di un beso en la frente.
Me subí al auto y maneje con cuidado, la carretera aún seguía un poco húmeda después de la lluvia de anoche. Creo que Lauren se había quedado dormida, después de todo dudo que haya dormido bien con la herida del brazo, la miré un segundo y me acordé del beso que nos dimos antes de salir de la casa. Ese beso fue único, necesitaba besarla traté de aguantarme pero ya no podía mas decir que al sentir sus labios exploté de amor era poco, no tenía definición alguna para lo que sentí cuando nos estábamos besando, esos labios seguían siendo míos por mucho que estuviera con otra persona y entonces me acorde, me acordé de que estaba con Natalia y una rabia se apoderó de mi pero solo duró unos segundos porque se que ella me quiere o por lo menos siente algo por mí. Lo sé, lo sentí en sus labios.
Me acordé de la primera vez que hicimos este recorrido pero las cosas eran distintas, ella venía manejando y yo era la vendada. Aunque pensándolo bien no era tan diferentes si nos ponemos a pensar, después de todo seguimos teniendo la misma diferencia de edad, somos las mismas solo que un poco mas grande y la traigo acá por la misma razón que ella me trajo hace 5 años, para demostrarle cuanto significa para mí. Cuando llegamos la desperté.
-Lolo, despierta – noté como se mordió el labio inferior y se quejó – vamos despierta bo – ella se estiró y se iba a sacar la venda – no, aun no – le dije sosteniendo la venda sobre su mano y sentí una corriente por todo mi cuerpo.
-Tus manos están heladas – me dijo.
-Lo sé creo que hace un poco de frío
-Entonces porque no nos vamos, podemos venir cualquier otro día.
-No sé si tenemos un mañana Lauren – ella se quedó callada – solo tenemos hoy.
-No digas eso – se acomodó en el asiento – déjame sacarme esto, necesito mirarte.
-Lo harás pero espera unos minutos mas, por favor.
Sentí como su mano alcanzó la mía no era necesario sacarle la venda para saber que me estaba mirando, sonreí al darme cuenta que ella también lo hacía – es mejor que nos apuremos, tengo que ir a buscar a Clara – salí del auto y fui a abrir la puerta a Lauren, la cerré y cerré el auto – lista – le dije tomando sus manos.-Obvio, solo apura que tengo mucha curiosidad.
Con cuidado subimos una pequeña cuesta empinada, podía notar que ella ni siquiera estaba cansada. Su estado físico seguía siendo igual de perfecto que siempre – falta mucho Camz – preguntó.-No, de hecho ya llegamos – cuando llegamos deje que tomara aire, me coloqué detrás de ella y le saque la venda, noté que pestañó rápido un par de veces y de ahí se dedicó a observar el lugar, dio unas cuentas vueltas mirando el cielo en donde se podían ver las estrellas completamente como si estuvieras al lado de ellas. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, era como estar mirando a un bebe feliz. Después de un tiempo me quedo mirando.
-¿Qué hacemos acá Camz? – tenía un brillo en sus ojos hermosos.
-Creo que se me ocurrió apenas termino nuestro beso – sus mejillas se sonrojaron – no sabes porque te traje acá ¿verdad?
-Se que fue nuestra primera cita – dijo entre comillas.
-Fue mas que eso por lo menos para mí – me acerqué a ella y le dije que se sentara en el pasto y nos sentamos las dos, me quede mirando el horizonte en donde se veía todo Miami, donde se veían las luces, las estrellas. Todo seguía igual de perfecto. Todo menos nosotras.-La primera vez que me trajiste a este lugar me hiciste escaparme de mi casa – la quede mirando y ella sonrió – me dijiste que no me arrepentiría y que valía la pena. Casi me mato bajando de mi terraza pero vine igual porque sabía que valdría la pena – no podía dejar de mirarla – llegamos acá ese día y tuve la misma expresión en mi cara que tienes tu ahora – tomé sus manos – Lauren creo que te diste cuenta que entre nosotras aun hay algo, sea donde sea que esté ese sentimiento guardado está. Aparece a veces como hoy cuando nos besamos – ella se volvió a sonrojar – cuando nos besamos se que no fui la única de las dos que lo sintio. Dime que también lo sentiste – hubo un silencio – dime que sentiste como si fuera nuestro primer beso, que sentiste lo mismo a cuando nos besamos por primera vez.