–Creo que no pensé muy bien al momento de aceptar tu invitación–. Le digo a Liam soltando un bufido, hoy era la susodicha fiesta y mi amigo había llegado a mi casa para arreglarnos juntos.
–¡No! No no no, no me dejarás solo, somos amigos y es muy mal visto cancelarle de último momento a tú amigo.
–Eso es verdad hija–. Dice mamá, los tres nos encontramos en la sala de estar.
–Gracias Emilia–. Liam sonríe.
–¡Mamá!
–¿Qué? Es la mera verdad hija, no puedes cancelar aparte ¡Es tú primer fiesta aquí!
–Si, y es en la casa del idiota más idiota de aquí–. Respondo sonriendo sarcásticamente.
–Vas a ir aunque te opongas–. Dice Liam con un tono amenazante.
–¿Y si no qué?–. Elevo una ceja.
–Subo la foto de tus pompis de bebé a Instagram.
–¡Mamá, te dije que no mostraras el álbum!–. Le grito a mamá.
–Eres mi única hija y tenía 18 cuando tomé la foto, entiéndeme.
–Olvidalo, sólo...sólo no lo hagas más.
–Me parece que aquí todo está arreglado, nos iremos a las nueve.
–Bueno, al menos puedo ver una película.
–Bueno niños, yo tengo que hacer unas cosas. Los veo más tarde–. Dice mamá despidiéndose.
–¿Me puedes comprar unos audífonos ma?
–Emma, son los terceros en lo que va del mes.
–No es mi culpa que estén delgados.
–Son los últimos.
–Si Mami–. Le digo sonriendo sarcásticamente.
–Te quedas en tú casa Liam.
–Por cierto, tu tía Norma se quedará con nosotros 1 mes, llega hoy, así que si llega y aún no estoy aquí dile que tuve que ir a hacer unas cosas.
–¡¿En serio?!
–Ojalá te emocionaras así conmigo Emma, si, está remodelando su casa.
Asiento emocionada y mamá se va.
–¿Quién es tu tía Norma y porqué te emociona tanto que venga?
–Es la mejor amiga de mamá, ella vive aquí y es genial, tienes que conocerla.
Liam y yo estuvimos viendo un par de películas, platicamos un poco, comimos chucherías y cuando mamá llegó se nos unió. Eran alrededor de las 7 de la tarde y el timbre de la casa se escuchó.
–¡Yo no voy!–. Grita mamá.
–¡Yo soy visita!–. Le sigue Liam.
–Los odio–. Me levanto de golpe y abro la puerta enojada.
Encontrando a una Norma, con 2 maletas y una sonrisa de oreja a oreja.
–¡Hola Emma! ¡Por dios, estás enorme!–. Dice ella abrazandome con todas sus fuerzas.
Demasiado cariño para mi
–También me da gusto verte tía, pero recuerda que no me gustan mucho los abrazos.
–Oh si, lo siento, lo siento.
–Pasa, mamá está en la sala de estar.
Ella camina silenciosamente hacia la sala y asusta a mamá.
ESTÁS LEYENDO
End zone
Novela Juvenil-Disculpa, no recordaba que los jugadores de Fútbol americano son de lento aprendizaje. Así que lo siento si tienes tendencia a hacerte ideas en la cabeza sobre la vida de otras personas. -Hay algo en lo que personalmente soy de rápido aprendizaje...
