CAPÍTULO DOCE: ...eres guapo

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No estaba siendo un buen día para SeokJin.

Después de cierto tiempo siendo una persona famosa tal vez ya debía haberse acostumbrado, y sí, eso demostraba frente a todos. SeokJin es fuerte, con el autoestima lo suficientemente alta y el amor propio a todo lo que da. Eso mientras alguien lo mirara.

Cuando estaba solo, lo invadía la inseguridad. Los comentarios, ante los que antes había reído, regresaban a sus pensamientos y lo atormentaban.

—Hyung, ¿estás bien?

Jin pasa sus manos por sus ojos, limpiando todo rastro de lágrimas que hayan querido salir y sonríe mirando a quien acaba de entrar. —Sí. ¿Por qué no tocas antes?

—Nunca lo hago— Yoongi levanta los hombros, restando importancia. Pero no permite que SeokJin le cambie el tema, y niega con la cabeza mientras cierra la puerta y se adentra por completo a la habitación del mayor. —Así que... Estás bien, ¿eh?

—Sí. Sólo me sentí un poco cansado. Eso es todo.

Yoongi se sienta en la cama, junto a Jin. —Ajá. Ya lo creo.  Tú no te saltas una comida ni aunque estés cansado.

—¡Claro que sí!—  Salta a la defensiva.

—Hyung... ¿Qué te dije sobre hacer caso a comentarios maliciosos?

Pero siempre ha estado Yoongi para sacarlo de esa tormenta. Él siempre se da cuenta. —Que los ignore.

—Y que leas y hagas caso sólo a los buenos, ¿o no?

—Bueno, eso es algo difícil cuando no hay buenos— Jin sonríe con tristeza.

—Siempre hay buenos— Yoongi anima.

—Pero por más que bajaba no lo encontraba— El mayor se rompe. Y las lágrimas que tanto trató de no soltar, se le escapan.

Yoongi es una bola de emociones distintas. Siente el enfado, la impotencia, el amor por SeokJin y la tristeza de verlo así. Pasa uno de sus brazos por los anchos hombros del mayor y lo atrae hacia él en un abrazo. —Bueno, pero siempre estoy yo para decirte cosas buenas.

Jin ríe y deja de ocultar su rostro en el pecho de Yoongi para poder mirarlo. —¿Tú?

—Síp.

—A ver, dime algo bonito— Dice sonriendo.

Yoongi deshace el abrazo y mira a algún punto lejano. —Bueno... Ya sabes... Siempre te las digo...

—No recuerdo nada. Dímelas de nuevo, por favor— Sigue sonriendo, queriendo reír por el tono rojizo de que han tomado las mejillas de Yoongi y cómo éste se niega a mirarlo siquiera.

—Bueno... Ya sabes, eres guapo...— Suelta, jugando con sus propias manos y mirándolas como si fueran lo más interesante.

—Eso ya lo sé— Ríe.

Yoongi se pone de pie, serio y listo para marcharse. —Bueno, si ya lo sabes, no tengo nada más que decir.

SeokJin lo sujeta de la mano impidiéndole que se vaya y ríe por su actitud. —¡Dime otra cosa!

Y, de nuevo, Yoongi se ve perdido en él. Tiene un montón de cosas buenas para decirle, ojalá pudiera. Pero no lo cree tan necesario: —Ya estás contento de nuevo— Señala, con una gran sonrisa.

—Así que ya no me dirás más halagos, ¿cierto?

—Me los guardaré para la próxima— Concluye, jalando al mayor de la mano para que su frente pueda chocar sus labios.

Jin sonríe y lo deja ir. —¿Qué fue eso?

—Un beso en la frente, ¿no los conocías?

—¿Qué se traen Tae y tú con mi frente últimamente?

Bueno, eso ya no hizo sonreír a Yoongi, que se da media vuelta y está a nada de irse.

—¡Yoongi!— Grita para detenerlo. —Gracias.

—Por nada, hyung.

—No. En serio, Yoongichi. Gracias por siempre estar ahí cuando más lo necesito— Dice, sonriendo sincero.

Yoongi sonríe también. —Lo que sea para regresarte lo que tú haces por mí.

Jin le regala una útima sonrisa a Yoongi antes de que éste salga de la habitación. Una vez que Yoo gi está afuera, se recarga contra la puerta y suspira aliviado. —¿Qué ibas a hacer?— Se dice a sí mismo.

Y sigue regañándose mentalmente, hasta que Taehyung entra en su campo de visión. El menor caminaba hacia alguna parte, hasta que levanta la mirada y se topa con Yoongi. Taehyung se detiene abruptamente y lo mira, hasta que Yoongi levanta un poco la cabeza, saludándolo. Taehyung hace lo mismo en respuesta y vuelve por donde ha venido.

Yoongi conoce el TaeJin || M. YG; K. SJ; K. THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora