Yoongi conoce el TaeJin || M. YG; K. SJ; K. TH

CAPÍTULO CINCO: El primero de tantos

A SeokJin ya se le había pasado el mal sabor de boca que le dejó escuchar lo que dijo Yoongi sobre él. No es que le guste Yoongi, pero oír a su buen amigo decir algo sobre él con ese tono tan desagradable pudo afectarle aunque no lo quiera. Jin se convenció de que, seguramente, Yoongi lo dijo en broma, porque, vamos, ¿por qué no le gustaría a alguien? No puede haber nada malo con él.

Y aun así, le resulta incómodo estar con Yoongi en un mismo espacio.

Mientras piensa lo raro que es tener a Yoongi frente a él y no hablar, siente unos brazos rodear su cuello. —Hola— Alguien dice en su oído y la voz grave la reconoce al instante.

—Hola, Tae— Sonríe y se deja abrazar. —¿Hoy es el día del abrazo?

Taehyung ríe y rápidamente, por el rabillo del ojo, mira hacia donde está Yoongi. Sonríe levemente al confirmar que, efectivamente, él está mirando hacia ellos ahora. —¿Tiene que ser el día del abrazo para poder abrazar a mi hyung preferido?

Después de un rato, Jin comienza a retorcerse para deshacer el agarre del menor, sin éxito. Por la batalla, ambos comienzan a reír, ajenos a la tercera persona que los miraba. Taehyung da un beso a Jin en la cabeza antes de soltarlo al fin.

Jin va a decir algo al menor, pero se percatan de que la tercera persona ahí se levanta bruscamente y sale sin decir ni una palabra.

–Creo que lo molestamos– Jin dice con inocencia. Porque no tiene ni una pizca de idea. Realmente Yoongi se molestó, pero no por el ruido que hicieron, como SeokJin piensa.

Taehyung sigue mirando a donde Yoongi ha salido.  –Sí... Creo que sí— Y, aprovechando que Jin no mira, hace una pequeña celebración porque ha logrado su cometido.

—¿Tae?— El menor deja de festejar y presta atención a Jin, que ahora lo mira. —¿Puedes darle un masaje a tu hyung preferido?

—Mhm... Sí...— Vacila.— Yo... recordé que tengo algo que hacer, hyung. Pero más tarde, ¿de acuerdo?

—Ah, claro. Está bien.

Taehyung corre escaleras arriba y va a la habitación de Jimin, donde se encuentra con JungKook y Hoseok. Duda un momento en si debe hablar o no con ellos presentes, pero asume que no habrá problema. —¡Primeros celos: hechos!— Anuncia, caminando hacia Jimin.

—¿Celos?— Pregunta JungKook.

—Ah, ya sé de qué hablan— Responde Hoseok y hace una seña al menor para que se acerque y poder contarle él mismo el plan, que en su opinión es muy malo, que tienen Jimin y Taehyung.

—¿Qué hiciste? ¿Qué paso? —Pregunta Jimin, entusiasmado.

—Lo abracé, le dije "mi hyung favorito", lo besé-

—¡¿Qué?!— Interrumpen los otros dos en la habitación.

—...¡en la cabeza!— Completa hacia ellos, luego vuelve su mirada a Jimin. —Todo enfrente de Yoongi, él salió volando de ahí— Ríe— Por la expresión que llevaba, debe ser peligroso acercarse a él ahora.

Jimin abraza a Taehyung. —¡Bien hecho! ¡Éste fue el primero de tantos y ya tuvimos una buena reacción!

Ambos celebran y JungKook decide interrumpirles. —¿Están seguros de que lo que hacen está bien? Digo, ¿no traerá consecuencias después?

—La única consecuencia que esto traerá consigo es que Yoongi reaccionará y admitirá sus sentimientos por Jin hyung a sí mismo, a nosotros y al mismo Jin, Jungkookie. Nada más— Responde Jimin, muy seguro de sí mismo. Y abraza a Taehyung por los hombros antes de preguntar: —¿O no, Tae?

—Sí, desde luego. ¿Qué de malo podría pasar?— Ambos sonríen, convencidos. JungKook y Hoseok no lo están tanto.

...

Yoongi entra apresurado a su estudio, dando un azotón al cerrar la puerta, despeina su cabello con desesperación y la escena que presenció se repite una y otra vez en su cabeza. —Esto no puede pasar. Pensé que no era en serio— Dice para sí mismo.

—Y ahora, ¿qué te pasa?— Dice alguien y Yoongi brinca del susto. Creyó que estaba solo en su lugar privado. NamJoon ríe. —Perdón— Agrega y deja de reír al percatarse de la verdadera cara de susto del mayor.—Qué te pasa? ¿Estás bien?

—¿Q-qué haces aquí?— Pregunta agresivo. Él quería estar solo, se supone que éste era su lugar para estar solo.

—¿Uh? Estaba esperándote, dijiste que no tardarías.

Cierto. Estaba trabajando con NamJoon cuando recordó que debía ir a casa por algo. Se distrajo por culpa de SeokJin, aunque éste no haya hecho realmente nada para distraerlo.

—¿Y?— NamJoon lo saca de sus pensamientos.— ¿Estás bien?

Yoongi se debate mentalmente en si debería contarle o no lo que lo tiene así, pero termina negando. —Sí— Miente y se sienta frente a NamJoon para seguir trabajando. Eso podrá distraerlo muy bien. —Sigamos con esto.