Capítulo 22

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Raoul:

Por fin, por fin puedo decir que ya estamos en nuestra casa. Y si, aprovechamos el parón a finales de Junio para finalizar papeles y acordar los días de mudanza. Y la verdad no podía estar más feliz

Al final nos decantamos por un piso en el centro de Madrid, no estaba mal para dos personas y como todos nuestros compañeros se fueron a vivir por la misma zona pues estábamos todos cerca

El mismo día que fuimos a la agencia y nos dieron las llaves, llamé a un amigo y hicimos la mudanza de mis cosas en casa de mis padres. Y un par de días después acompañé a Ago a su casa para coger lo que él quisiera de sus cosas

El proceso de decoración fue muy divertido, nos dimos cuenta de que teníamos algunos gustos parecidos y fue muy rápido decorar y amueblar la casa a gusto de los dos

Estaba sentado en el sofá cuando Agoney se sentó a mi lado

Me abrazó por los hombros, haciendo que me recostara y apoyé mi cabeza en su pecho

- Quedó muy bonita. Le sentí

- Con el gusto que tienes no lo dudaba. Alagué

- Tu tampoco te quedas atrás cariño. Sabía que tenías ojo para la decoración pero madre mía. Me dejaste impresionado. Siguió él

- Pero sabes. Allá donde tú estés. Siempre me sentiré en casa, en mi refugio

Me separé de su pecho y me acerqué a sus labios, diciéndonos todo lo que no se podía decir con palabras con ese gesto. Sintiéndome en mi hogar con él a mi lado. Sintiendo mi refugio entre sus brazos

Muchas gracias por leer y votar. Nos leemos: Clemmings 45

Dos almas y un sueño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora