Dos almas y un sueño

Epilogo

Dos días después:

Raoul:

Estaba nervioso lo admito. Y como no estarlo cuando estaba a punto de pedirle a la persona que más amo. La que se complementaba perfectamente a mi que quiero pasar el resto de mi vida junto a él. Maldita sea. Para no estar nervioso diablos

Agoney:

Estaba impaciente, nervioso. Muy nervioso. Rayos no todos los días le pides a la persona que más amas que se una contigo aunque en este momento solo sea un compromiso

Yo conocía un restaurante en Madrid en el cual disponía de una terraza para hacer celebraciones. Así que pedimos si nos podían dejar el espacio y de paso ya cenábamos allí para celebrarlo todos juntos. Y el hombre del local amablemente nos cedió el espacio

Ricky y Miriam se habían compinchado con Nerea para que le inventara algo a Raoul para entretenerle y decirle cualquier excusa para que viniera aquí

Miriam:

Lo que ninguno de los dos se imaginaba es que ya habíamos hablado los cuatro desde el primer día que nos dijeron los chicos la noticia. Y también habíamos avisado a los demás para que estuvieran presentes. Esa idea se la propusimos a los dos y accedieron encantados

Tampoco fue casualidad que los dos pidieran los anillos de compromiso en la misma tienda. Gracias al cielo yo también era amiga de Fernando y le expliqué que iban a ir los chicos por separado a pedir los anillos de compromiso y que por favor no metiera la pata y gracias a dios no nos deformó el teatro que formamos los cuatro a espaldas de los queridos novios

"Ya estamos saliendo de mi casa. Están todos ahí". Me envió Mireya un WhatsApp

"Si, están todos los chicos aquí con Ago, ya podéis venir cuando queráis". Contesté

"10 minutos y ahí estaremos". Finalizó

Y como la malagueña escribió. En 10 minutos justos ya estaba estacionado el coche en la puerta del local. Del coche salieron las tres rubias

Al verme sonrieron

- Hola. Saludaron los tres

- Hola rubias de mis amores

Nos saludamos y entramos

Fuimos hasta la terraza y ahí estaban todos y Agoney estaba un poco más adelante que el resto

Nosotras nos separamos y nos fuimos con los demás y miramos atentos a la parejita de tortolos

Agoney:

Vi como se acercaba aquel hermoso y bello hombre que nunca me imaginé que llegara a compartir mi vida entera con él

Cuando llegó a parar frente a mi nos cogimos de las manos. Mirándonos a los ojos y haciendo como ya era costumbre que me perdiera en aquella mirada

- Supongo que te tengo que mostrar cual es el motivo de la reunión no. Hablé

- Que me tienes que mostrar. Habló con esa brillante sonrisa

Saqué del bolsillo de mis jeans una cajita amarilla y la abrí. Dejando ver un anillo de oro blanco

Me miró sin creérselo

- Desde que nos vimos por primera vez algo en ti me cautivo. Esa mirada que cada vez que cruzamos a mi me hipnotiza. Esa sonrisa verdadera que siempre me dedicas que me derrite. Ese niño que empezó a ser libre poco a poco. Que me envuelve en sus brazos y me hace sentir en casa. Que siempre he tenido para lo bueno y para lo malo. Te convertirte en mi refugio, en mi balsa, cuando pensé que no podía salir de un pozo sin fondo aí estabas tú para decirme todo lo contrario. Que veías en mi algo que ni yo mismo veía. Y lo único que me queda decir. Es gracias. Gracias por aparecer en mi vida

Cuando me tendió la mano. Puse el anillo en su dedo anular. Y le di un beso en el dorso de la mano

- Bueno, creo que es mi turno

Raoul:

Me miró sin creer y saqué del bolsillo trasero de los jeans una caja de terciopelo morada. Al abrirla y ver su contenido me miró sin creer lo que estaba pasando

- Tú me has dicho gracias. Al final las gracias te las tengo que dar yo a ti mi vida. Por quitarme los miedos que llevaba encima. Por quitarme los grilletes que me hacían no poder volar. Por abrirme las alas y enseñarme a ver que los dos por ser diferentes al mundo, también tenemos derecho a amar. Al principio pensé que esto era una locura. Que sería pasajero. Pero cuando unas personas nos pidieron lo que los dos sabemos. En ese momento vi la luz. Vi una oportunidad que nunca tuve. Y nos dimos el corazón del otro. Y te juro que no me arrepiento de nada lo que hemos vivido juntos. Y como alguien te dijo una vez. Las cosas siempre pasan por algo. Y pasaron para que desde aquel día que te conocí me dieran cuenta de que no podía dejarte ir. Que éramos el primer amor del otro. Y que nunca, nunca me voy a ir con las manos vacías si tu estás siempre junto a mi

Deslicé el anillo por su dedo anular. Dándome un beso en la mano cuando se lo acabé de colocar

Sentí sus brazos alrededor de mi cuello. Le correspondí por la cintura con cariño. Unimos nuestros labios en un beso en el cual nos decíamos todo lo que no nos salía con palabras

Cuando nos separamos por la falta de aire nos miramos a los ojos. Viendo los suyos brillar de amor puro

Al salir de nuestra burbuja escuchamos aplausos de los chicos

- Vosotros lo planeasteis todo. Habló Agoney

- Si. Porque lo vamos a negar. Lo cierto es que ese día parece que hubierais tenido telepatía. Habló Miriam con una sonrisa

- Las dos almas más puras y fuertes al final cumplieron su sueño. Habló Ricky con una sonrisa

Y en eso tenía razón el mallorquín. Sin saberlo ni quererlo nos conocimos en un momento que jamás nos olvidaremos. Luchando por el sueño mutuo de la música y a la vez descubriendo el gigante y maravilloso mundo del amor. Si era con la persona correcta. Y los dos sabíamos que nunca nada ni nadie nos separara. Porque estábamos mucho más que unidos por dos simples anillos. Nuestras almas se habían unido a tal punto que no podía imaginarme nunca una vida sin Agoney a mi lado

Quizás porque desde el día que unimos nuestras manos sabíamos que siempre íbamos a estar ahí para el otro y nunca nos íbamos a ir con las manos vacías si estaba la otra mitad de nuestra alma junto a la persona que más amábamos. Porque si algo era verdad. Es que los sueños se acaban cumpliendo. Y a nosotros nos quedaban muchos sueños por cumplir juntos

FIN