Zico

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La mano del rubio se posó en la mejilla del menor, su tacto frío estremeciendo todo el cuerpo del mismo. El agarre del contrario se aflojó cuando sintió una lágrima caer en el dorso de su mano. Ambas miradas seguían enfrentadas y Jungkook se tensó cuando habló sin apartar sus ojos de él.

- Llevaos a Yugyeom al apartamento y permanecer con él hasta que vuelva a estar consciente. - Dos de los chicos fueron inmediatamente a cargarlo como podían y el chico del bate se encargó de recoger su ropa. - Espero que haya aprendido que no doy más de dos advertencias, si a la tercera no paga lo que debe ya sabrá que no me ando con tonterías - Con esas últimas palabras una sonrisa divertida se pintó en sus labios.

Jungkook apartó la mirada observando con temor cómo se marchaban con el chico inconsciente y brutalmente golpeado. Pero lo que hizo que prestara atención de nuevo al rubio, fue el gesto que hizo. Soltó su cuello para poder tener las dos manos tomando su rostro, limpiando las lágrimas rebeldes que bañaban sus mejillas con los pulgares.

-  ¿Y tú bonito? ¿Por qué lloras tanto? - Jungkook estaba con el corazón en la garganta,  sin poder reaccionar y no sería por que el chico no se lo estuviera poniendo fácil para salir corriendo de allí. El rubio llevó su dedo índice a su barbilla alzándole el rostro para acercarlo más a él y su pulgar alcanzó su labio inferior delineándolo con delicadeza. - ¿Nunca te han dicho que la curiosidad mata al gato?

En un arranque de valentía, Jungkook llevó las manos a su pecho empujándolo, más sin éxito porque su cuerpo estaba flojo y débil por culpa del miedo. Se sentía impotente. El rubio rió cuando pudo ver la frustración reflejada en el menor y al mismo tiempo, tomó con fuerza su mandíbula, apretando.

-  Primera cosa que debes tener en cuenta antes de hacer estupideces - Le giró el rostro a su derecha, para que pudiera ver al chico del bate en la esquina de espaldas a ello - Yo nunca me quedo solo. Por lo que veo Yoongi no te ha contado nada ¿eh? - Sonrió - ¿Sabes qué le pasó al primer y último chico que quiso imponerse? ¿Por qué no le preguntas a Yoongi que pasó con su Jimin? - Habló entre dientes. Los ojos de Jungkook se abrieron con sorpresa ante la mención y sus piernas fallaron sabiendo que en cualquier momento se desplomaría en el suelo si le soltaba.

Hubo un silencio sepulcral entre ellos. - Mmm, qué poco hablador eres... - Su cuerpo se presionó contra el del pelinegro, apretando sus caderas y llevando sus labios al cuello, lamiendo con una tortuosa lentitud hasta el lóbulo de su oreja. Jungkook cerró los ojos con fuerza, sentía asco y repulsión ante el tacto - ¿Sabes una cosa? - Susurró el rubio cerca de su oreja - A mi no me gusta pegar a los chicos bonitos como tú ni mucho menos, veo innecesario destrozar esa cara tan preciosa. Pero sí me gusta mucho jugar con ellos - Mordió el lóbulo y Jungkook dejó salir un sollozo.

- De-déjame por fa-favor ... - Dijo en un tono de voz suplicante sumamente ridículo.

- Sh... -El mayor le colocó el dedo índice en sus labios - Hoy puede que sea tu día de suerte, no me pillas de buen humor y no podría disfrutarlo como a mi me gusta. Así que...vas a ser un niño bueno y vas a guardarme el secreto de todo lo que haya pasado ¿si?

Jungkook asintió con la cabeza efusivamente - Déjame por favor, n-no diré nada por favor, suéltame ya...

El rubio hizo el amago de soltarlo, pero en su lugar tomó al chico por la ropa y lo estampó contra la puerta del garaje, propinándole un golpe en el estómago haciendo que Jungkook cayera al suelo en un gemido de dolor.

- Más te vale no soltar palabra alguna de esto por esa boquita que tienes, porque si quiera antes de que vengan a buscarme, mis chicos ya te habrán dado la paliza de tu vida. - Con un gesto llamó al chico del bate y ambos se fueron dejando al menor solo en aquel callejón oscuro.

Se abrazó el abdomen adolorido y comenzó a sentir la escasez de aire en sus pulmones. No podía respirar bien, estaba preso de la ansiedad del momento. Sus manos se aferraron a su pecho desesperado y se arrastró de rodillas fuera del callejón cayendo en el suelo instantáneamente y allí pudo ver a una cabellera castaña corriendo hacia él seguida de una rubia.

- Dios mío, ¿estás bien? Joder es Kookie - El castaño llegó hasta él y se arrodilló desesperado - Aguanta. Aguanta, tranquilo. - le abrazó sosteniéndolo - Estoy aquí, chico. Estoy aquí. Jin - miró por encima de su hombro para ver al mencionado – avisa a Namjoon, que traiga el coche, vamos a llevarnos a Kookie. - Se separó de él y lo sostuvo por lo hombros - Vamos, tranquilo, está todo bien, estamos aquí. Respira venga - Un sollozo del contrario le descompuso por completo - Joder Kookie...

- Deja, yo me encargo. – Jin se arrodilló al joven y se quitó su abrigo para ponérselo por encima debido a la poca ropa que llevaba.

Hoseok, se levantó tomando su teléfono y dudó por unos momentos. Hacía mucho tiempo que no marcaba a esa persona, desde que ocurrió lo de Jimin todo se acabó para ellos.
Pero ahora era Jungkook y sabía que el chico significaba algo para él. Con sus manos temblorosas presionó el botón de llamada. Una llamada, otra... pero mierda a quién quería engañar, si aún lo tenía registrado no iba a cogérselo. – Joder Yoongi... – Colgó el teléfono con fuerza metiéndolo sin cuidado dentro del bolsillo de su pantalón y se acercó al menor quien parecía estar en mejor estado gracias a los esfuerzos de Jin – Kookie, tienes que dejarme tu teléfono por favor – Susurró con la voz más delicada posible.

El chico solo asintió torpemente mientras seguía prestando atención a las indicaciones del rubio para calmarlo. Hoseok se tomó la libertad de tomar el teléfono del bolsillo trasero del joven y lo miró esperando que le dijera la contraseña.

- 134340 – Dijo con la voz débil y temblorosa.

El castaño marcó rápidamente y buscó los contactos. Una sonrisa triste apareció en sus labios cuando leyó como el joven lo tenía registrado.

Yoonie

Una llamada, otra, otra... Hoseok suspiró resignado pero antes de que pulsara para colgar escuchó su voz.

- ¡Jungkook! Dios Jungkook, perdóname por fav-

- Soy yo.

Silencio

Yoongi reconocía perfectamente aquella voz. - ¿Qué haces con su móvil? ¿Qu-qué ha pasado Hobi?

El mencionado mordió su labio cuando oyó el mote, hacía años que no lo escuchaba. Tomó una respiración profunda y habló.

- Es Jungkook...

Hold Me Tight - YoonkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora